Pasar un día en Nueva York tenía algo todavía más especial si era el fin de semana de Black Friday. Con la decoración navideña en las calles aún más abarrotadas que normalmente para aprovechar las ofertas a pocas semanas de Navidad. A pesar de que el fin de semana de las ofertas se ha trasladado a otros países del mundo -entre ellos España- es en Estados Unidos donde nació el Black Friday. Pero este año ha sido diferente, como muchas otras cosas por la crisis del coronavirus. Las calles y las tiendas no han estado tan abarrotadas, lo que parece ser una antesala de lo que sucederá en las compras de Navidad de este año.

En España, las imágenes de las calles de las principales ciudades del país como Preciados en Madrid o Portal de l’Àngel en Barcelona, en las que no cabe ni un alfiler, muestra que muchos españoles no quieren renunciar a hacer sus compras navideñas físicamente. O quizá sea solo para mirar escaparates. Una macroencuesta realizada por IBM arrojó que el 51% de los consumidores españoles hará este año sus compras navideñas por Internet, frente al 24% del año pasado.

En Estados Unidos se temen lo peor desde el Black Friday. Las ventas durante esa semana cayeron un 20% respecto al año pasado, según los informes de Morgan Stanley. “Este no fue un Black Friday, fue un viernes sombrío en las tiendas. (...) Las tiendas eran realmente pueblos fantasmas”, dijo David Bassuk, codirector de la consulta AlixPartners, a The New York Times. Sin embargo, las ventas no cayeron en absoluto y la empresa indicó que las ventas online llegaron a los 25,5 millones de dólares, un 23% más que el año pasado.

Las compras de Navidad, incómodas si son en tiendas físicas

Las semanas antes de diciembre han sido tradicionalmente las más activas para los consumidores en España. Pero todo apunta a que el cambio de consumo va mucho más allá de las compras de Navidad. En España, un 47% de los consumidores se sienten incómodos con las compras presenciales, según un estudio de Shopify.

Esta sensación ha llegado a otros países del mundo y el estudio, realizado en 11 mercados distintos, puso de relieve que un 84% de los consumidores a nivel mundial ha preferido comprar de manera online. Por el contrario, el 65% ha preferido hacerlo en tiendas físicas.

El comercio electrónico tiene actualmente ventajas como evitar aglomeraciones en las tiendas y minimizar el riesgo de contagio de coronavirus, sobre todo en las aglomeraciones por las compras de Navidad. Pero, si el confinamiento que empezó en marzo fe un azote para los pequeños comercios, el comercio online no ayuda a mejorar su situación. El estudio de Shopify arrojó que, en la teoría, la mayoría de consumidores quieren apoyar a las pequeñas empresas. En España y Nueva Zelanda, el 74% de los consumidores afirma que apoya a pequeños comerciantes locales durante la pandemia. Le siguen Estados Unidos y Australia.

No obstante, la práctica es otro cantar. A pesar de las buenas intenciones, España es el país donde más diferencia hay entre las personas que quieren comprar en negocios independientes y los que lo acaban haciendo realmente. Una diferencia de entre un 64% y un 25%. No es el único país en el que esto sucede; a España le siguen Francia e Italia.

Mojizon, el Amazon español que salva las compras navideñas

Compras de Navidad
Mojizon

Los pequeños comerciantes están intentando sobrevivir a pesar de que en muchos casos tienen que enfrentarse a un gigante como Amazon más allá de las compras de Navidad. En una lucha de David contra Goliath, toda ayuda es necesaria. En este contexto, el gobierno de Minas de Riotinto, un pueblo de Huelva, ha puesto en marcha su propio proyecto para hacer frente al gigante de comercio electrónico. Se llama Mojizon y es una plataforma para comprar de manera online a las tiendas locales.

Cuando se impusieron las restricciones que obligaron a los comercios a cerrar a las 6 de la tarde, la concejala de Cultura, Turismo, Patrimonio y Educación, Azahara González, planteó -al principio como una broma- crear una especie de Amazon. A pesar de no tener la logística para montar algo así, ahora ya son más del 90% de los comercios del pueblo los que se han unido a lo que puede ser la salvación de cara a las compras navideñas.

“Desde que se ha puesto en marcha la plataforma, ha mejorado la situación para algunos comercios. Tanto es así que conozco tiendas de toda la vida de barrio que muchas personas no sabían que existían o que continuaban su actividad. (..) Hemos dado visibilidad a tiendas pequeñas”, explicó González a Hipertextual.

Hasta mediados de diciembre, más de 100 vecinos de Minas de Riotinto han utilizado Mojizon para sus compras. La iniciativa ha tenido tan buena acogida que Azahara González afirmó que han recibido llamadas de ayuntamientos y empresarios de Andalucía y de otras comunidades para ver cómo podían implementar el proyecto. “Mi única recompensa será que el proyecto dé sus frutos y que la gente realmente vaya a comprar a tiendas locales”.

La apuesta digital que tiene que suceder (más allá de la Navidad)

Los comercios de mayor tamaño han sufrido una crisis muy distinta a la de las pequeñas tiendas, pero también han tenido que tomar medidas. Aquellos negocios con servicios online más desarrollado, como Zara, han podido seguir a flote. A otros, como H&M, con un servicio menos funcional, ha sufrido más las consecuencias de la crisis del coronavirus.

De cara a las compras de Navidad, algunas empresas han tenido que tomar la iniciativa para hacer frente al aumento de la demanda online. En el caso de El Corte Inglés, la empresa lanzó una nueva app para facilitar a los clientes las compras digitales, así como un servicio de suscripción. Además de poder escoger entre 300.000 productos de supermercado para que sean enviados a casa en el mismo día, también podrán acceder a otras áreas como moda, electrónica y hogar.

Además, la app incluye otras funcionalidades como poder pedir hora en la frutería o en la pescadería para los clientes que acudan a los almacenes. De esta manera, se optimiza el tiempo que pasa en el supermercado.

Hasta ahora, grandes negocios como El Corte Inglés contrataban a empleados temporales durante las semanas de las compras navideñas. En muchos casos, también para las rebajas de enero-. Hipertextual ha preguntado a la compañía si estas contrataciones se mantendrán a pesar del auge del comercio electrónico pero no ha recibido respuesta.

Amazon no necesita las compras navideñas

Compras de Navidad

Sin embargo, en Amazon empezaron a ampliar su plantilla desde marzo, mucho antes de que las compras navideñas estuvieran a la vuelta de la esquina. El gigante del comercio electrónico ha sido uno de los grandes beneficiados por la pandemia. A las pocas semanas del inicio del estado de alarma, la empresa contrató a más de 1.000 trabajadores como apoyo en los almacenes.

José Luis Arias, asesor de Comisiones Obreras y representante legal de los trabajadores de Amazon en Barcelona, explicó a Hipertextual que Amazon contrata todos los años a empleados temporales desde octubre, por el Black Friday y durante la campaña de Navidad. Este año no solo se ha repetido la estrategia, sino que se ha anticipado por la crisis del coronavirus. Sin embargo, no hay actualmente un número exacto de trabajadores que se han unido a las filas de Amazon en los últimos meses porque son empleos muy flutuctuantes. Ahora, el gigante tecnológico plantea apostar por empleados fijos discontinuos y poder contar con ellos en los momentos pico de demanda en lugar de tirar de las agencias de trabajo temporal como Adecco.

Amazon ha salido reforzado pero todo tiene un precio. El aumento de la demanda también ha provocado una subida del ritmo de trabajo. La pandemia ha apretado todavía más las cuerdas sobre los empleados pero Arias indicó que esta lucha empezó antes de la pandemia y que, además, se libra en todo el mundo. Esta batalla se suma a la que tuvo lugar durante el confinamiento por el escaso protocolo de seguridad en los almacenes de Amazon. Los trabajadores, a través de los sindicatos, lograron que se llevara a cabo una inspección de Trabajo. Posteriormente, la empresa consensuó las medidas de seguridad.

Si pudiéramos elegir

Muchos españoles ya hacían sus compras navideñas por internet mucho antes de que llegara la pandemia. Pero ahora las cosas han cambiado para los que preferían dar una vuelta por el centro de la ciudad en busca del regalo perfecto para sus familiares o amigos. Las limitaciones de horarios y el cierre de muchos comercios ha limitado las salidas. Además de las restricciones de movilidad y los controles de aforo. Sin embargo, estas restricciones en las diferentes comunidades autónomas son necesarias para luchar contra el coronavirus.

Si pudiéramos elegir, algunos preferiría poder comprar de la misma manera que el año pasado, de forma física y entrando en diferentes comercios sin peligro de contagio. Pero, para muchos, la situación actual no supone un problema en lo que a las compras navideñas se refiere y no necesitan acudir a una tienda si pueden escoger los regalos de forma online. Por ello, quizá, lo único que ha hecho la pandemia es acelerar una forma de consumo que ya había sido adoptada desde antes por una parte considerable de la sociedad española.

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