El ambiente ya era tenso y llegó una pandemia mundial para tensarlo todavía más. Después de los varios conflictos entre Amazon y los trabajadores en los últimos años, la crisis del coronavirus inició en marzo un nuevo frente entre los sindicatos y la compañía. Esta vez, por las medidas de seguridad para evitar contagios en plantas como la de San Fernando de Henares. Un conflicto que ha traspasado las fronteras y que ha llegado hasta el lugar de nacimiento de la empresa. En Estados Unidos, el miedo de muchos empleados por las pocas medidas de prevención sanitaria han aumentado el descontento y han dado pie hasta a despidos en algunos centros.
En España, sin embargo, se han logrado algunos avances. Los sindicatos liderados por Comisiones Obreras presentaron 3 denuncias y 3 informes contra Amazon después de que se declarara el estado de alarma por no tomar las acciones necesarias de protección para los trabajadores. Hasta que llegó una Inspección de Trabajo, que obligó al gigante del comercio electrónico a arreglar las deficiencias en las acciones para proteger la salud de los empleados. "Decidimos crear una comisión que se encarga de evaluar, vigilar y controlar si las medidas son las necesarias y hacer propuestas a la empresa", explicó Douglas Harper, delegado de Comisiones Obreras en Amazon.
Desde la inspección, Amazon ha respondido con el endurecimiento de las medidas, que van desde el control del aforo hasta cámaras con inteligencia artificial para detectar si los trabajadores no respetan la distancia de seguridad. Estas cámaras fueron instaladas en primer lugar en algunas plantas de Estados Unidos y han llegado en los últimos meses a 1.000 centros logísticos alrededor del mundo, informó Wired. San Fernando de Henares es uno de los lugares en los que se ha implementado la inteligencia artificial para este fin.
La inteligencia artificial, el aliado en pandemia
La tecnología permite identificar si los trabajadores están demasiado juntos y manda un aviso a los mismos para que se separen. El llamado "Asistente a distancia" muestra si una persona está de pie a dos metros de distancia de los trabajadores cercanos con círculos rojos o verdes, si se está manteniendo la distancia adecuada.
En Estados Unidos, esta medida no ha tenido una buena aceptación por parte de todos los empleados, quienes han criticado que muchas veces no se han tenido en cuenta las alertas. Además, un portavoz de la compañía indicó que si algún empleado viola reiteradamente la distancia de seguridad, podría ser despedido. En España, por el contrario, la cámara con IA no tiene carácter sancionador.
"No la consideramos una medida invasiva porque en ningún caso se utiliza como elemento de sanción o como método de grabación", dijo Harper en entrevista con Hipertextual. Adicionalmente, un grupo de personas fueron promocionadas a la categoría que Amazon ha llamado safety observers para ayudar a los empleados a que cumplan las medidas -nunca con carácter sancionador- y verificar si son las adecuadas. Además, se ha instalado una cámara termográfica en el centro de San Fernando de Henares y, aquellas personas que superan ciertos grados de temperatura, se les deriva directamente al servicio médico para saber si han sido contagiados.
Más medidas, pero más demanda
Las quejas por la poca toma de decisiones sanitarias han derivado, en Estados Unidos, hasta en despidos de aquellos empleados que han denunciado la situación en algunos centros. En España, por el contrario, se han logrado avances tras el diálogo con la empresa. Douglas Harper resumió:
"Se ha establecido un control de aforo, pantallas de protección, separación de los puestos de trabajo y se han separado los turnos para equilibrarlos. Han habido cambios en la forma de trabajo y en los procesos de producción".
Sin embargo, todavía existen puntos de conflicto entre los sindicatos y Amazon. A toro pasado, Harper criticó que no se siguiera el ejemplo de Francia, donde la operación de la empresa se limitó a servicios esenciales, como alimentación y productos de higiene. Esta decisión fue tomada por un tribunal después de que los sindicatos denunciaran el aumento de la demanda y el peligro al que se exponían los trabajadores. Un aumento que en España Harper ha calculado en torno a un 40-45%. Y esta subida es el origen de otro de los problemas abiertos.
Amazon amplía la familia
Desde marzo hasta ahora, Amazon ha contratado a 800 personas en el centro de San Fernando de Henares. "Dijeron que iban a contratar a 1.500 personas en toda España y solo en nuestro centro han metido a 800", explicó el delegado de CCOO. Los sindicatos afirman que ya no cabe nadie más en el centro logístico si se quieren seguir manteniendo las medidas de seguridad y sanitarias. Amazon, por su parte, ha optado por disgregar los turnos y generar nuevos para aumentar la productividad.
"Han generado entre 6 y 8 turnos en horarios en los que antes no daba servicio, como los fines de semana por la mañana. Ellos no quieren dejar de vender y han metido a más gente en franjas en las que antes no había nadie, en horarios en los que antes no producía".
A pesar de estos frentes abiertos, desde marzo hasta ahora se ha conseguido en plantas como la de San Fernando de Henares mucho más que en algunas de Estados Unidos. No obstante, la comisión de la que forma parte Douglas Harper se sigue reuniendo 2 veces por semana y hacen 5 auditorías por semana para analizar la situación. Tras varios años de conflicto por las condiciones laborales, la relación entre Amazon y los sindicatos sigue siendo tensa en épocas de pandemia. Pero, en este caso, se ha logrado avanzar en una batalla para evitar que una de las empresas que ha salido más reforzada de la pandemia siga creciendo poniendo en peligro a sus empleados.