El pasado 3 de noviembre los norteamericanos no solo votaron en muchos estados para elegir entre Donald Trump y Joe Biden como su futuro Presidente, además de la renovación de sus cámaras de representantes.

En total, más de una decena de Estados e incluso a nivel local aprovecharon la cita con las urnas para consultar a su población sobre distintas cuestiones. Entre otras, un plebiscito sobre la estatalidad de Puerto Rico -que no obstante deberá pasar por el Congreso-, regulaciones sobre el aborto en Luisiana o Colorado, o incluso el cambio de su bandera en Mississippi, que aún mostraba símbolos confederados.

Pero además de estas consultas numerosos estados preguntaron a sus ciudadanos sobre la regularización o no de drogas como la marihuana, ilegal a nivel federal pero ya regularizada en distintas condiciones en más de 30 estados; el tratamiento laboral que deben recibir los empleados de tecnológicas del transporte como Uber o Lyft, y actualizaciones de normativas de privacidad online que incluso han tocado el reconocimiento facial por parte de las autoridades.

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Uber gana: sus trabajadores seguirán sin ser empleados de pleno derecho

Uber

Al igual que en España con la polémica de los riders, en Estados Unidos, y en concreto en California, el debate sobre la situación laboral de los trabajadores de la a veces mal llamada ‘nueva economía digital’ también entró en las papeletas el pasado martes.

En concreto, la proposición 22 de California preguntaba a sus ciudadanos si consideraban que los trabajadores de empresas de transporte y reparto debían seguir siendo tratados como contratistas independientes o autónomos, o empleados de pleno de derecho.

Los votantes se postularon a favor de mantener a estos trabajadores, que incluyen a los de empresas como Uber o Lyft, con sus condiciones actuales, cerrando la puerta a una posible regulación que podría haberles concedido derechos como un salario mínimo o el pago de horas extras.

El resultado es por lo tanto una gran victoria para estas empresas, que consolidan su influencia sobre la política estatal, y una pérdida grave para los trabajadores que esperaban una protección más sólida, así como para los defensores laborales en otros estados que deseaban que California se convirtiera en un modelo a seguir en este sentido.

Esta propuesta rechazada llega después de que el año pasado Uber y compañías similares sufrieran un fuerte mazazo al aprobarse una ley que creaba estándares más estrictos para saber cuándo un trabajador es independiente o se asemeja más a un empleado. El asunto, tras varias idas y venidas, acabó en los tribunales, y se esperaba que esta votación zanjara el asunto.

Uber había amenazado argumentando que aprobar algo así supondría un alza de precios y una pérdida de puestos de trabajo, e impulsó una fuerte campaña en Facebook e incluso dentro de su aplicación para promover que los votantes se posicionaran a su favor.

La marihuana, cada vez más legal

Cannabis medicinal
Pixabay

El otro gran vencedor más allá del debate presidencial fue sin duda alguna la marihuana. Arizona, Nueva Jersey, Montana y Dakota del Sur aprobaron con distintas condiciones la despenalización de su consumo recreativo. En Mississippi también se votó a favor de legalizar su uso médico para pacientes con cáncer y enfermedades persistentes.

Con ellos son 33 los estados norteamericanos que reconocen su uso medicinal y 12 de modo recreativo.

Especialmente relevante fue el caso de Dakota del Sur, que se convierte en el primer estado en aprobar al mismo tiempo la regulación del cannabis para uso médico y lúdico a la vez.

Oregón despenalizó todas las drogas, incluyendo la cocaína

Llamativo también fue lo que aprobaron los ciudadanos de Oregon, donde la marihuana es legal desde 2014. Allí, incluyeron la psilocibina, el activo que tienen las setas alucinógenas, como procedimiento legal para uso médico en tratamientos de depresión, y también despenalizaron todas las drogas.

En concreto, los ciudadanos de Oregón votaron a favor de que todos los estupefacientes, incluyendo cocaína, heroína y otras llamadas drogas duras, fueran despenalizadas. Esto no quiere decir que sean ahora legales, pero cambia su posicionamiento desde un tratamiento penal a uno médico.

La medida incluye también que parte de los ingresos por venta de marihuana en los dispensarios legales se derive al tratamiento de sistemas públicos de recuperación de dependientes.

Avances en privacidad digital y prohibición del reconocimiento facial

Otras de las medidas votadas el pasado martes hará que a partir de ahora los californianos podrán decirles a las empresas que no vendan sus datos.

En la propuesta 24 se proponía la aprobación de la Ley de Derechos de Privacidad de California, que vendrá a reforzar una normativa anterior aprobada en enero y que, en conjunto, convertirá a California en uno de los territorios del mundo con mejor legislación en materia de privacidad online.

Con esta norma, los ciudadanos de California podrán decirle a cualquier empresa online u offline (aunque está pensada sobre todo para el mundo digital) que no utilicen ciertas categorías de información confidencial, incluida la raza, datos de salud, religión, ubicación, orientación sexual o datos biométricos, y sobre todo concreta el aspecto de que no la puedan vender.

Cuesta pensar la profundidad que pueda tener esta ley en un momento en el que buena parte del negocio tecnológico está en los datos. Eso sí, que una empresa no pueda vender a otra no implica que no pueda recopilarlos.

Por último, la ciudad de Portland, en Maine (no confundir con la de Oregón) también prohibió el uso del reconocimiento facial por parte de la Policía y agentes públicos, algo que sí que está permitido en otros muchos estados.

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