La PlayStation 5 de Sony y la Xbox Series X y Series S de Microsoft salen a la venta estas semanas llamadas a ser el regalo estrella de unas navidades atípicas. Los videojuegos, que ya eran la industria del entretenimiento que más ingresos genera en el mundo, son ahora el pasatiempo predilecto de un mundo en crisis. Las noches en bares, cines y restaurantes se han transformado en noches de Netflix y partidas a la consola.
Títulos como Valorant de Riot Games, Fall Guys o Among Us dieron un soplo de aire fresco dentro del mundo de los videojuegos en el mejor momento posible, cuando más se necesitaba. Pero sin duda, el título más reseñable durante el confinamiento ha sido Animal Crossing: New Horizons de Nintendo. Un juego que trata de convivir, de aventurarse, de vivir de nuevo la vida sin limites ni miedo; aunque fuese encarnando a un personaje virtual en un mundo donde la cruda realidad que en esos momentos nos asfixiaba se disipaba durante cada partida.
Amigos que no podían visitarse, parejas que se quedaron con besos por dar y familias con reuniones pendientes de celebrar encontraron en esas islas virtuales un medio para poder hacer lo que querían y ya no se les permitía. Animal Crossing de Switch se convirtió en un medio de conexión, no de desconexión. El juego les devolvió los lazos que la pandemia les cortó.
Debido en gran parte al éxito del título, Nintendo ha mejorado sus estimaciones para el año fiscal que acaba en marzo, y ahora espera vender 24 millones de consolas Switch, 5 millones más de las previstas.
Ingresos comparables a la época dorada de Wii y DS
La compañía japonesa espera ahora aumentar sus ganancias operativas hasta los 4.300 millones de dólares, un 50% más de lo esperado, y sus ingresos a los 13.549 millones de dólares frente a los 11.612 millones de dólares estimados para el ejercicio. En el último trimestre fiscal, Nintendo dobló sus beneficios en comparación con el mismo periodo del año anterior superando los 2.816 millones de dólares.
El nuevo pronóstico es cauteloso debido a la inmensa demanda que el sector de los videojuegos está disfrutando ahora que las opciones que tienen los consumidores a la hora de divertirse están cada vez más limitadas. Shuntaro Furukawa, presidente de Nintendo, dijo en la junta de accionistas que este abrupto incremento en las ventas desde el inicio de la pandemia podría ser transitorio. Pero ha sido un trimestre histórico para la compañía, que iguala en ingresos a los que obtuvo en ese mismo periodo en 2008, cuando las consolas Wii y DS eran los productos más deseados en la industria del entretenimiento.
Se han vendido 68,3 millones de unidades de Switch hasta la fecha, y Nintendo ha solucionado ya los problemas que ha estado acarreando la consola en las líneas de producción desde su lanzamiento. Con un flujo constante de hardware siendo distribuido a los puntos de venta y títulos exclusivos como Animal Crossing: New Horizons, del que se han vendido ya más de 26 millones de unidades, el futuro próximo de Nintendo no puede lucir más prospero.
Por qué el éxito de Nintendo no es casual ni temporal
Pese a la cautela mostrada por Furukawa en sus estimaciones y comentarios realizados en la junta de accionistas, es evidente que, más allá de la conveniente situación que la crisis del COVID-19 ha propiciado para los negocios de la compañía, la estrategia de Nintendo funciona.
Es la primera vez que la compañía ha logrado lo que necesitaba: competir contra sí misma sin depender de los ciclos de renovación de sus competidores inmediatos ni de intentar competir ofreciendo lo que ofrecen; porque Sony y Microsoft lo hacen mejor. La Switch es la culminación de una idea y una estrategia que empezó en la era de Wii y DS: ofrecer algo único mediante la combinación de hardware y software que no suponga un lastre, como sí lo fue Wii U, para sus archiconocidas propiedades intelectuales.
El catálogo de Switch es amplio, de gran calidad y cuenta con numerosos títulos de otros estudios que lo enriquecen aún más. Programar para la consola de Nintendo ya no complicado o una nefasta decisión empresarial. Además, la idea de fusionar oferta portátil y de sobremesa ha sido un acierto, y el hardware por fin suma, en lugar de restar. Por ello, además de contar con los exclusivos que siempre han sido la razón estrella para los aficionados a la hora de adquirir una consola de Nintendo, el éxito de la compañía japonesa durante el primer semestre del año fiscal se va a prolongar pese a la salida de la PlayStation 5 y la Xbox Series X y Series S.
Mirando a 2021
La guerra entre PlayStation y Xbox será la gran protagonista de la campaña navideña, pero las grandes dificultades que tendrán los consumidores para adquirirlas, debido a las limitaciones de stock y problemas de distribución propiciados por la pandemia, entorpecerán el despegue de la nueva generación mientras Nintendo consolida su oferta: una consola versátil y más económica con un amplio catálogo de videojuegos que han aliviado los ratos muertos encerrados en sus hogares de millones de consumidores.
Para 2021, Nintendo planea el lanzamiento de una nueva versión más potente de Switch con salida de vídeo 4K junto a varios títulos de gran calibre de la propia Nintendo y otros estudios, según Bloomberg. Explicaría la no tan extensa lista de novedades de este año para poder responder a la oferta de Sony y Microsoft. Aun así, atendiendo a los últimos resultados trimestrales y el incremento en ventas, parece que Nintendo no va a necesitar ningún as en la manga para superar los 102 millones de consolas Wii vendidas.
El buen momento de Switch, unido a la gran oportunidad que tiene la compañía a para incrementar sus ingresos por ventas digitales y servicios, algo que está consiguiendo Sony con gran éxito y que todavía no está explotando Nintendo al máximo, y su rápido crecimiento en China recortando distancias con PlayStation invitan a pensar que el éxito del estudio japonés no será temporal.