Ahora que la situación sanitaria nos obliga a pasar más tiempo en casa, puede ser un buen momento para empezar una serie nueva o, ¿por qué no?, para volver a ver alguna que ya hubiésemos terminado. Hay quien aborrece ver varias veces la misma historia. Sin embargo, a otras personas les encanta, pues pueden aprovechar para buscar aquellos pequeños detalles que se les escaparon en el primer visionado. Pueden ser puntos concretos de la trama que hagan aún mejor el desenlace, aunque también es posible detectar fallos. Para las personas con conocimientos sobre ciencia, por ejemplo, a veces es inevitable encontrar algunos errores científicos en las series.
Pero una serie no deja de ser buena por tener algunos de estos errores, sobre todo si son pequeños y el resto del argumento compensa la equivocación. Ahora bien, sí que vale la pena conocerlos, sobre todo para que quién los vea sin saber mucho sobre ciencia no crea que la realidad es esa. O por simple curiosidad. Aquí os dejamos algunos ejemplos, tanto de series nuevas como de otras algo más clásicas.
ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE ALGUNAS DE LAS SERIES MENCIONADAS
Errores científicos en series recientes: el caso de ‘Away’
Away es uno de los últimos títulos que se han publicado en el catálogo de Netflix. Poco después de su lanzamiento, el pasado mes de septiembre, ya se había colocado entre las 10 series más vistas de la plataforma a nivel mundial.
Sin embargo, no tardaron en llegar las críticas. Por un lado, para algunos amantes de las tramas espaciales fue una decepción que esta se enfocara más en las vidas de los personajes que en el propio viaje a Marte. Otros, en cambio, no tuvieron problemas con eso pero sí con la presencia de algunos errores de temática científica. ¿Pero fueron realmente tantos los fallos?
Todo depende un poco del cristal por el que se mire. Para empezar, resulta curioso que, hasta que ya empiezan a acercarse a Marte, los astronautas puedan hablar tanto con Control como con sus familias por teléfono, como si estuviesen todos en el mismo planeta. Esto es algo que ya se había criticado previamente de otras series y películas en el pasado. Sin embargo, ahora que el proyecto de implantar 4G en la Luna ya es una realidad, parece algo mucho más plausible. No olvidemos que esta es una historia futurista, en la que se habla de la sonda InSight como algo que ocurrió hace mucho tiempo, a pesar de que su lanzamiento tuvo lugar en 2018. Incluso hay construida toda una estación espacial en la mismísima Luna.
Quizás podría lograrse algo así.
Lo que sí tiene menos excusa es cómo la microgravedad va y viene a medida que transcurren las escenas. Es el caso de las marionetas de la función de Navidad de Misha y Kwesi. Ambos se encuentran suspendidos mientras las manejan, pero los hilos caen por su propio peso sin problema. Ocurre algo similar en las escenas en las que los personajes lloran. Esto podría habernos pasado desapercibido si no fuese por la fama que tuvo en su momento un vídeo en el que el astronauta Chris Hadfield mostraba cómo se retienen las lágrimas en los ojos. Eso sí, simulándolas con un poco de agua.
Errores científicos para amantes de la ciencia: 'Breaking Bad'
Breaking Bad es sin duda uno de los títulos favoritos de los amantes de la ciencia. Sin embargo, también puede incluirse en la lista de errores científicos en series, porque ambas cuestiones no son incompatibles.
El caso más famoso es el del ácido fluorhídrico. En uno de los primeros capítulos, Walter y Jessee utilizan esta sustancia con el fin de deshacerse de un cadáver sin dejar rastro. Es uno de las escenas más famosas de la serie, por el estropicio inicial, cuando el personaje interpretado por Aaron Paul decide que la bañera sería el mejor lugar para hacerlo. Pero no, pues esta también se disuelve y el mejunje en el que ya había comenzado a convertirse el cuerpo cae directamente al piso de abajo. Entonces su compañero le recomienda usar unos barreños de plástico y, por poco intuitivo que parezca, eso sí da resultado.
Es cierto que, por su composición química, no afecta a ciertos plásticos, como el teflón, pero sí a materiales aparentemente más resistentes, como el vidrio. Sin embargo, no es un ácido especialmente fuerte, como lo describen. Esta “fortaleza” hace referencia a su capacidad para disociarse al reaccionar con el agua.
Por otro lado, ya en un programa de cazadores de mitos se demostró que, a pesar de que sí que ablanda un poco la carne, no puede disolverla por completo. Sí lo hacen otras sustancias, como el hidróxido de sodio, que ya empieza a sustituir a la cremación en algunas funerarias de países como Holanda.
Cuidado con la tabla periódica de 'Stranger Things'
Otro de los gigantes de Netflix, Stranger Things, también cuenta con varios términos científicos a lo largo de las temporadas publicadas hasta el momento.
En general está bastante bien fundamentada, más allá de la clara ficción que supone la existencia de ese mundo del revés que describe.
Pero los aficionados a los gazapos y la búsqueda de fallos científicos en las series también encontraron uno al principio de la segunda temporada, literalmente en una esquinita.
Se trata de una escena en la que el profesor Clarke está dando clase con una pizarra y una tabla periódica de fondo. Hasta aquí todo sería normal en un aula de instituto de los años 80, si no fuera porque la tabla en cuestión incluye el darmstadio, el ununio y el ununseptium, todos ellos elementos que fueron añadidos en ella mucho más tarde. Los dos primeros se descubrieron en 1994 y el tercero en el 2000. Los dos últimos a día de hoy reciben otros nombre, roentgenio y tennessine, respectivamente, aunque eso al menos sí que no se ve aún en la imagen.
'CSI', el clásico que te hace amar a la ciencia a pesar de sus errores
CSI, en todas sus variantes, es conocida por estar detrás de las vocaciones de muchos científicos dedicados a las ciencias forenses.
Sin embargo, también tiene varios ejemplos para la lista de errores científicos en series. El primero, y posiblemente el más grave, es que da una gran imagen de inmediatez de la ciencia. Resulta especialmente curioso un ejemplo que hoy en día posiblemente no nos habrían colado. Y es que en un capítulo mencionan la PCR. Efectivamente, esta técnica no solo se utiliza para el diagnóstico de enfermedades, como el coronavirus, también en ciencias forenses. El problema es que en la escena en cuestión tienen los resultados en prácticamente un minuto. La situación actual nos ha enseñado que eso es imposible, pues los resultados no se dan en el acto. Esto se debe a que la prueba tarda unas 2-3 horas en realizarse.
También llama la atención que utilicen el ADN de una víctima para saber cuál era su apariencia, pues eso no es posible. Podemos tener información sobre su ascendencia, cosa que nos puede servir quizás para hacernos una idea de parecidos familiares. Si se conservan los huesos del cráneo, también es posible hacer una reconstrucción facial aproximada. Pero no, el material genético por sí solo no nos dice cómo era una persona.
Y ya, para terminar, uno de los fallos más estrepitosos en lo que a ciencia se refiere es que algunos de los científicos que salen en la serie, a pesar de estar supuestamente curtidos en el laboratorio, no saben sujetar correctamente la pipeta. Este es uno de los instrumentos más empleados en estos lugares, para medir con exactitud cantidades pequeñas y transportarlas de un recipiente a otro. Con tanta experiencia, lo lógico sería que supieran cómo usarla.