Dese 1969 y hasta 1972, un total de doce hombres consiguieron el hito de caminar sobre la Luna. Han pasado muchos años, pero ningún astronauta ha vuelto. Esto ha dado pie a las historias conspiranoicas que sostienen que en realidad todo fue una triquiñuela, que nos hizo creer que la humanidad ha alcanzado un logro que en realidad nunca tuvo lugar. Pero sí, sí que ocurrió. Una docena de astronautas han caminado sobre nuestro satélite, pero no lo tuvieron fácil. Lo hicieron prácticamente sin tener constancia de las consecuencias que eso podría acarrear a su salud y sin optimizar la tecnología disponible al máximo. Por eso, durante todo este tiempo, el ser humano ha estado preparándose para un nuevo viaje más seguro, más fácil y, ¿por qué no?, también más confortable. Y claro, si lo que buscamos es comodidad, el 4G en la Luna no puede faltar.

Aunque suene descabellado, es uno de los objetivos de la NASA para la colonización lunar planeada para 2028. No solo ayudaría a los viajeros a establecerse allí con muchas más comodidades, sino que también facilitaría las comunicaciones con la Tierra. Por eso, la agencia espacial estadounidense ha puesto la tarea en manos de Bell Labs Nokia, que trabajará en el proyecto junto a la empresa de ingeniería de vuelos espaciales Intuitive Machines.

4G en la Luna, una nueva etapa en la era de las nuevas tecnologías

En realidad, este proyecto es solo una de las piezas de un plan mucho mayor, destinado a introducir en el satélite otras tecnologías, como la criogénica, la generación de energía remota o la robótica. En total, la NASA ha destinado a ello 370 millones de dólares, que se distribuirán entre más de doce compañías tecnológicas. De este presupuesto, 14 millones irán dirigidos a la instalación de 4G en la Luna.

Según han explicado desde Bell Labs, los astronautas podrán usar esta red inalámbrica para la transmisión de datos, el control de los rovers lunares, la navegación en tiempo real con mapas de la geografía lunar y la transmisión de vídeo de alta definición. Esto último propiciaría que por fin tuviéramos un vídeo “en condiciones” de los paseos lunares. No olvidemos que el logro de Neil Armstrong fue enorme, pero para la posteridad solo quedó un vídeo oscuro y entrecortado de la difusa figura de un ser humano dando brincos.

¿Y qué tal funcionará? Aún queda tiempo para saberlo, pero sus desarrolladores esperan que la ausencia de edificios, árboles u otras señales que puedan interferir facilitará su uso. Estará preparado para resistir las temperaturas extremas, el vacío y las radiaciones cósmicas, por lo que todo esto no debe ser un problema. Además, si todo va bien, podría evolucionar y pasarse a 5G. Lo bueno de que la Luna esté sin poblar es que aún no hay antivacunas, detractores del 5G o terraplanistas. Mejor así; aunque, bien pensado, quizás dese allí arriba estos últimos verían las cosas de otra manera. Literalmente.

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