Spotify sigue siendo a día de hoy la única tecnológica europea que ha conseguido colarse en las grandes ligas. Este año ha conseguido superar la barrera de los 300 millones de usuarios activos (321 en total) de los cuales 144 son de pago.

La carrera de Spotify hasta estas cifras se ha basado hasta ahora en una continua huida hacia delante en busca de más y más usuarios, aunque sea a costa de perder dinero por el camino. De hecho, solo en 2018, tras 13 años, Spotify consiguió cerrar su primer ejercicio con beneficios.

Eso sí, la rentabilidad lograda a finales de 2018 no parece que haya durado mucho a Spotify. En el tercer trimestre de este año -últimos resultados- reportó unas pérdidas de 101 millones frente al beneficio de 241 millones que había tenido en el mismo periodo del año anterior. Y todo ello a pesar, como decimos, de ganar usuarios, pero sí invertir grandes cantidades de dinero en nuevas vías de negocio.

Todo este periplo la compañía sueca lo ha mantenido sin apenas subir precios -al menos de forma sustancial- en la mayoría de los mercados en los que está presente. Un modelo que necesitaba -al menos hasta ahora- de ese continuo crecimiento de usuarios hasta llegar a la rentabilidad, similar a la política de reinversión total de ingresos y juegos con el cash-flow que hace Netflix.

Abriendo nuevas vías de negocio: del podcast al patrocinio

Ahora, con sus cuentas afianzádose, y mientras mantiene sus disputas con Apple por sus encontronazos sobre la AppStore, Spotify ha iniciado una nueva senda hacia otros posibles beneficios.

El primero, la apuesta por el podcast, mercado en el que ha invertido más de 1.000 millones de dólares entre el fichaje de podcasters de relevancia como Joe Rogan y la compra de star-ups dedicadas a ellos como Anchor.

El segundo, y más novedoso por conseguir una especie de puerta giratoria en el modelo de suscripción, plantear la posibilidad de cobrar a sus creadores de contenidos -por ahora músicos, pero se espera que pronto también podcasters- por promocionar sus contenidos.

Según anunció Spotify a principios de este mes, el sistema se basa en una nueva prueba para todos los artistas y sellos en la plataforma donde pueden decidir promocionar cualquier canción concreta que quiere que gane oyentes ‘vitaminando’ su aparición en las recomendaciones que de forma normal ya sirve su algoritmo. Por supuesto, esto puede aplicarse a cualquier canción, incluidas los temas que podrían ser nuevos lanzamiento o que los artistas quieran dar un impulso promocional adicional.

Spotify

“Queremos poder proporcionar herramientas que ayuden a nuestros artistas a aprovechar esos momentos, para que puedan tener más control de su éxito en Spotify”, dijo Charleton Lamb, responsable de marketing de productos en Spotify.

Para hacerse una idea, es como si Amazon diera la oportunidad a los autores de novelas en ebooks pagar para que sus títulos fueran promocionados dentro de Kindle Unlimited. Pagar por visibilidad, la raíz en definitiva que movía hasta ahora la economía de las plataformas gratuitas, como Facebook, pero que no se había visto en opciones que ya plantean una suscrición.

Pero lo novedoso de este sistema es que no se produce con pagos directos por parte de los artistas. A cambio de este impulso promocional adicional, Spotify dice que pagará a los artistas una "tasa de regalías de grabación promocional" más baja cada vez que se reproduzcan canciones durante esos periodos de promoción.

Es decir, que un artista que se interese por esta opción verá cómo sus ingresos por escuchas se reducen en función de su promoción. Spotify no ha concretado sí, en el caso de que sea un artista nuevo, que no recibe ingresos, pueda generar una deuda a favor de la plataforma. Sobre estas incógnitas, la plataforma sueca solo ha dicho que esta función sigue en pruebas, y que la empresa "calibraría su funcionamiento para asegurarnos de que el grupo más amplio de artistas y sellos pueda tener éxito al usarla".

Presumiblemente, esto significa que los artistas esperarían que al promover la canción y asumir una pérdida en esas obras, se compensarían sus ingresos si la canción se populariza y la gente comienza a intentar escucharla directamente por su cuenta, pero no hay nada escrito en firme.

El otro modelo por el que parece que se está inclinando es crear una nueva susripción dedicada solo a podcast premium, algo similar a lo que hacen Audible, Podimo o Ivoox ya en España.

El servicio ha salido a la luz en una encuesta enviada a través de la aplicación de Spotify, de la que informó en un primer momento Variety.

La encuesta describe al menos cuatro posibles planes de podcasts premium, que van desde los 3 a 8 dólares al mes. El plan más barato incluiría "acceso a entrevistas y episodios exclusivos", pero aún incluiría anuncios. El plan más caro incluiría acceso a "contenido original de alta calidad", acceso temprano a algunos episodios y sin anuncios insertados en la plataforma. Ninguno de estos planes incluiría acceso a la suscripción de música premium de Spotify, que quedaría desligada.

Los anuncios solo le dan un 9% de sus ingresos

Lo que está claro es que estos intentos de Spotify tiene como fin último ir desprendiéndose cada vez más de la vía de monetización por anuncios, los cuales solo supusieron un 9% de sus ingresos en 2019.

Es por esto quizá que en las últimas semanas se hayan producido varias filtraciones que apuntan a que Spotify podría subir precios pronto, mientras sigue calibrando nuevas vías de ingresos.