La mutación de los virus no es nada extraño. De hecho, llevamos meses escuchando hablar de que el virus de la gripe tiene una alta tasa de mutación. Y, aunque al principio preocupaba que el SARS-CoV-2 también mutara con mucha frecuencia, lo que hemos visto es que no es tan común. No obstante, eso no significa que no vaya a cambiar en ningún momento. De hecho, sabemos que hay al menos seis cepas de este coronavirus circulando por todo el mundo, según un estudio italiano. Ahora, una nueva ha aparecido en Dinamarca. Pero, ¿cómo ha mutado? ¿Y cómo es esta nueva cepa de coronavirus que ha aparecido en Dinamarca? ¿Puede afectar a las vacunas que estamos desarrollando?

Las mutaciones se suelen dar de forma aleatoria cuando el virus entra en nuestras células e intenta copiar su material genético. Es como una fotocopiadora, pero en algunas ocasiones se producen errores en algunas de las 30.000 letras que tiene el material genético de este virus. Estas mutaciones pueden dejar el virus tal y como está o suponer un problema, hacer al virus más virulento y contagioso. También lo puede hacer menos grave y contagioso. Pero en esta nueva cepa de coronavirus que ha aparecido en Dinamarca no ha pasado ni una cosa ni la otra.

El cambio en la secuencia del material genético del SARS-CoV-2 se ha producido después de que los humanos hayan contagiado a los visones. Las granjas de visones son muy comunes en Dinamarca. Pero, además, sabemos que los visones puedes contagiar a los humanos. Por lo que se produce una cadena en la que al pasar de humanos a visones y otra vez a humanos, se han producido mutaciones. Estos cambios suceden porque necesita adaptarse al nuevo huésped, que no es humano. Como ha sido el caso. Además, también pueden producirse estos cambios debido a la presión del sistema inmune sobre el virus. Con estos cambios, el virus intenta evitar ser señalado como un patógeno por nuestros anticuerpos y células inmunitarias.

Nueva cepa en Dinamarca

Actualmente hay unas 214 personas contagiadas con esta nueva variante en Dinamarca. La nueva cepa de coronavirus tiene cuatro mutaciones, pero la más importante es la que afecta a la proteína S. Que es, además, la diana a la que apuntan muchas de las vacunas. Pero de esto hablaremos un poco más tarde.

Dinamarca ha decidido sacrificar a 17 millones de visones y confinar a unas 280.000 personas en zonas cercanas a las granjas, la mayoría en Jutlandia del Norte. De esta forma, se evitaría la expansión de esta nueva variante. Esta decisión se ha tomado tras un estudio en laboratorio del Instituto Serológico de Dinamarca, pero ¿qué han visto para alarmarse? Parece ser que los anticuerpos de otras variantes de SARS-CoV-2 no afectan a este patógeno mutado. Pero ha sido un estudio hecho en laboratorio y se necesitarían más pruebas para confirmarlo. Sin embargo, en Dinamarca han preferido ser precavidos.

¿Afectará a la vacuna?

La mutación más importante, la que se centra en la proteína S, que es esencial para que el SARS-CoV-2 pueda infectarnos. Por lo que es la diana perfecta para una futura vacuna. Varias de ellas, como las de Pfizer, Moderna o la de Oxford-AstraZeneca, utilizan esta proteína para que el sistema inmunitario reconozca el virus y lo neutralice. Es decir, las vacunas suelen inocular el virus inactivo, atenuado o fragmentos de este para que, ante una infección, se activen los anticuerpos y las células de memoria.

Por otra parte, ya sabemos que los anticuerpos generados por los enfermos para otras cepas de este coronavirus no sirven in vitro. Por lo que podría preocuparnos. ¿Eso significa que, si encontramos una vacuna, no va a servir de nada? Nada hace pensar que esto sea así. De hecho, los expertos apuntan a que estas vacunas sí podrían servir para combatir a esta nueva cepa. "Las mutaciones observadas en Dinamarca no parecen cambios grandes y no sería difícil cambiar las vacunas para adaptarse a ellas", explica a El País Isabel Sola, científica del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC).

Por tanto, no hay que tener más miedo a esta nueva cepa del SARS-CoV-2 de Dinamarca que a las demás. No es más virulenta ni contagiosa -tampoco todo lo contrario- y lo más probable es que las vacunas que se están desarrollando también sirvan para ella. El Gobierno danés ha tomado las medidas que ha creído necesarias para evitar que esta nueva cepa desaparezca; así que con un poco de suerte no volveremos a saber mucho más de ella.

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