Apple ha presentado este martes los nuevos iPhone a través de un evento virtual donde se ha hecho un gran hincapié sobre su conectividad 5G. El iPhone 12 no es el primer smartphone 5G, pero es claramente el primer gran referente que impulsará el despliegue de estas redes y su adopción por el consumidor.
Sin embargo, ni desde Cupertino supieron muy bien vender con acierto las virtudes de esta tecnología más allá de presumir velocidades de descarga de datos a "condiciones óptimas". Y es que, aún obviando que la infraestructura 5G actual en España y en gran parte del mundo es poco más que anecdótica, el usuario final difícilmente va a discernir esa teórica velocidad extra. Las virtudes de estas redes no se deben cuantificar en megabytes de bajada, sino en los usos que podrán aprovecharse, con el despliegue ya más maduro, de latencias muy reducidas que ronden el milisegundo. Y éstos están lejos de ser aprovechados por alguien que va a adquirir un nuevo iPhone este año.
Con el iPhone 12, el iPhone 12 mini y el iPhone 12 Pro Max, Apple ha puesto sobre el foco una característica que no les diferencia frente a la competencia. Todos sus rivales van a incluir un módem 5G más pronto que tarde. Algunos, lo han hecho hace meses. El nuevo terminal utilizará la velocidad extra de esta nueva conexión sólo cuando es necesario, ya que conlleva un consumo superior. Es decir, en el mejor de los casos, se usará la nueva característica en contadas ocasiones si el usuario coincide en una de las escasas zonas donde la cobertura llegue y la velocidad sea más alta que la de las redes 4G, algo que, actualmente, sólo se da en situaciones muy puntuales.
Apple presenta el iPhone 12 Pro y el iPhone 12 Pro Max: nuevo diseño, conectividad 5G y las mejores cámaras del mercado
El iPhone 12 es mucho más que el 5G
La velocidad real de los nuevos iPhone no está en el módem, está en su chip. Los más de 12.000 millones de transistores que caben en el A14, son la verdadera estrella de la que sacar pecho a la hora de hablar de rapidez. No es sólo por ser el procesador más rápido del mercado, sino por la multitud de aplicaciones que mejoran la experiencia del uso y lo que el consumidor puede llegar a realizar. A diferencia del 5G, esa celeridad sirve para algo. Son cifras tangibles al usar el teléfono móvil.
Es más difícil de explicar con un eslogan o en una imagen comercial, menos marketiniano, pero mucho más importante. Los avances mostrados este martes en las cámaras de los iPhone 12 son gracias, más allá del cambio de lentes, debido al uso del chip y del fino control que tiene Apple al diseñar hardware útil para su software.
Usar un LiDAR, dispositivo que mide distancias con alta precisión a objetos mediante un haz de láser, para mejorar la forma de tomar luces a baja luz es una de esas pequeñas innovaciones que ofrecen una gran mejora de la experiencia del usuario pese a que su propósito original fuese mejorar experiencias de realidad aumentada. Esa suma de detalles y nuevas posibilidades son las que deberían plantear al consumidor actualizar su terminal en lugar de su conectividad 5G.
Si te planteas adquirir un iPhone 12 que sea por su pantalla, por su cámara, por su procesador, por su sistema operativo, etc. Pero no lo hagas por el 5G, porque, para cuando estas redes estén correctamente desplegadas y los usos cambien sustancialmente nuestra relación con los smartphones, el iPhone 12 ya tendrá varios años de vida.