Tenet se centra en el flujo del tiempo, un argumento común en la ciencia ficción. Pero en este caso no sólo se trata del paso cronológico —o las diferentes teorías que podrían explicar un viaje al pasado y al futuro— sino también la naturaleza de la materia. En otras palabras, no se trata de hacer que un individuo o un grupo de personas retroceda en el tiempo, sino que el concepto que tenemos de la realidad se desdoble y retroceda hasta llegar a un punto en el que algunas acciones puedan ser cambiadas o no.

Como verás, se trata de una combinación compleja entre el concepto general de las películas de Terminator con reminiscencias a Minority Report. Ahora bien, aunque Christopher Nolan no habla de nada nuevo, sí resulta novedosa la vuelta de tuerca a la percepción del paso del tiempo y cómo afecta al mundo tal y como lo conocemos. Específicamente, la forma en la que ese grupo de elementos puede ser modificado, trastocado y utilizado con fines específicos.

¿Suena complicado? No sería una película de Nolan si no fuera así, pero el centro esencial de lo que mueve el guion no es la percepción del tiempo —como podría ocurrir en la trilogía Volver al futuro— sino la idea de invertir la realidad. Nolan había adelantado meses atrás que, más allá de los viajes en el tiempo, sus esforzados personajes jugaban con el concepto de la entropía. Este se basa en que la materia y el mundo físico tendrían un papel preponderante para entender la manera en la que se comprende el argumento, tramposo y basado en sus líneas temporales, como ocurre en buena parte de la filmografía del director. 

No obstante, esta vez va más allá. Mientras que en Dunkerque la historia se sostiene alrededor de tres momentos temporales distintos y en Memento los recuerdos construyen una percepción sobre la línea del tiempo que se entrecruza con la capacidad de la memoria para ordenar la realidad, en Tenet el núcleo de la narración se centra en el concepto de la inversión del tiempo. De esta manera, se plantea una película que ocurre entre el pasado, el presente y el futuro, mientras que la realidad se construye y se reconstruye alrededor de los sucesos que forman el argumento. Pero no se trata solo del hecho de que los personajes pueden utilizar la información en los tres planos cronológicos para prevenir un conflicto de proporciones apocalípticas. Esta vez, Nolan plantea que el tiempo puede ser la herramienta más eficaz contra su propia destrucción. 

¿Cómo narrar visualmente algo semejante? Si en Dunkerque Nolan recurrió a planos abiertos que mostraban diversos momentos del día y la percepción sobre la batalla como un todo que terminaba por concluir casi en las últimas escenas, en Tenet percibimos la inversión como si se tratara de una versión de la realidad que retrocede sobre sí misma en forma líneal, que los personajes pueden percibir y sacar conclusiones e información.

Una idea semejante provoca que el tiempo sea solo una dimensión de las cosas, una idea que Nolan ya explotó con éxito en Interstellar. Pero mientras en la película de 2014 el tiempo era un fundamento para entender la cualidad del viaje espacial, en Tenet se trata de una traducción de la cualidad de lo objetivo para reconstruirse y volverse a construir según las intenciones de los personajes y en especial de la agencia Tenet. Más curioso e intrigante resulta el hecho que de hecho la película es un palíndromo como su nombre. Empieza dónde acaba y acaba dónde empieza porque, de hecho, todas las acciones ya han sucedido en cierta forma antes o después.
 

El guiño de 'Tenet' al mundo científico

Tenet

En las notas de producción de Tenet, Nolan comenta que su idea sobre el avance o retroceso del tiempo —en conjunto con la materia— es una forma de llevar el concepto a lo físico. Aunque sabemos que los días y semanas transcurren por una evaluación intelectual sobre lo que nos rodea, en realidad el transcurso del tiempo una versión física, apreciable y medible. "Toda ley de la física es simétrica; puede avanzar o retroceder en el tiempo y ser la misma, excepto la entropía". Para Nolan, es de enorme importancia la forma en la que la entropía sostiene o afecta lo que somos o nos comprendemos.

Para entrar en contexto: la entropía es el grado de desorden en un sistema, su degradación o la forma en la que los valores que lo sostienen terminan por deteriorarse. De acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, a medida que el tiempo transcurre como entidad perceptible y cuantificable, la entropía no disminuye, aumenta (en rapidez y degradación) o permanece igual. De modo que el tiempo, tal y como lo entendemos, es la manera en la que interpretamos la entropia como un sistema de símbolos. Sabemos que una fruta deja de ser comestible por su apariencia y asociamos esa destrucción de la masa física como el transcurrir del tiempo. Si el desorden desaparece o se modifica, la percepción es que el tiempo... ¿retrocedió? Nolan dijo sobre Tenet:

"La teoría es que si pudieras invertir el flujo de entropía de un objeto, podrías invertir el flujo de tiempo para ese objeto, por lo que la historia se basa en una física creíble. Pedí a Kip Thorne (Premio Nobel-teórico físico y consultor en 'Interstellar') que leyera el guion y me ayudó con algunos de los conceptos, aunque no vamos a justificar que esto sea científicamente exacto. Pero se basa aproximadamente en la ciencia real".

"La película desafía nuestras formas tradicionales de interpretar el tiempo, interpretando lo que percibimos como real, nuestros comportamientos aprendidos", comentó el protagonista, John David Washington, en las notas de producción de la película. "Están sucediendo muchas más cosas. Nunca había leído ni visto nada como esto antes. Nadie lo ha hecho. Chris (Nolan) aborda de frente cómo entendemos la física del tiempo, todo a través de la lente de este personaje. No sé cuál es su fascinación por el tiempo, pero me encanta cómo lo maneja en sus películas".

Por supuesto, la producción pasa buena parte del tiempo explicando una teoría de semejante complejidad, a la manera en que lo hace la científica, personaje interpretado por Clemence Poésy, con el ejemplo de las balas invertidas: no están volviendo en el tiempo, están siendo recapturadas por el arma. ¿Te resulta incomprensible? Imagina que el paso del tiempo pudiera ser revertido desde su centro medular. En otras palabras, lo que hace que la materia se transforme a medida que transmigra hacia un punto específico.

De modo que, en esta gran estructura, el tiempo no es una percepción intelectual, sino una reconstrucción física. Cada elemento de la realidad se reconstruye para adecuarse al reverso de la materia, lo que implica que los personajes deban llevar máscara de oxigeno -durante el proceso de inversión el oxígeno sale de los pulmones— y deban batallar contra las consecuencias biológicas de un proceso semejante. 

Para capturar movimientos inversos, Nolan no sólo recurrió a la sensación de que la película corre en sentido contrario (del desorden a otro tipo de orden), sino también prestó especial interés al hecho de que los personajes parecen atravesar un momento en un movimiento palindrómico. "Los actores que pueden correr y caminar en diferentes direcciones, hasta conducir vehículos que se desplazan hacia adelante o hacia atrás en varias direcciones", comentó Nolan en las notas de producción. 

¿Se trata de algo muy complicado para ti? En realidad, puede que no lo sea tanto. Imagina una historia que transcurre en un loop que va y viene, dejando huellas sobre el hecho que la materia se está transformando frente a los ojos del espectador. Tal vez, lo más interesante de Tenet no sea su propuesta —que también lo es— sino el hecho que el guion obliga al espectador a construir una idea profunda sobre algo más elaborado y duro que una visión del tiempo. "La realidad no existe" dice uno de los personajes. "No intentes entenderlo, sólo siéntelo". Este es precisamente el mejor consejo que podemos darte para disfrutar de la última película de Christopher Nolan.