La pasada semana se anunciaban, el mismo día, dos grandes operaciones en la esfera tecnológica. Oracle amanecía el lunes con acuerdo por el TikTok estadounidense y Nvidia anunciaba a bombo y platillo la adquisición de ARM. Ninguna de ellas resulta en lo que cabría esperar en un primer momento: Oracle finalmente apunta a ser un mero proveedor para TikTok, dejando fuera toda compra –y su codiciado algoritmo por las restricciones impuestas desde China–, mientras que Nvidia parece adoptar el modelo de negocio de ARM, dando la sensación de que la comprada era ella.

Dejando a un margen la operación por la red social de vídeos, nos centramos en el histórico intercambio de ARM. Y es que el mayor proveedor de propiedad intelectual de la industria de los chips ya fue adquirido en 2016 por el conglomerado nipón SoftBank por 32.000 millones de dólares. Tras el doble encaje de pérdidas pandémicas con WeWork y Uber, dos de sus principales inversiones, se ve obligada a soltar su gran comodín, ARM, de su algo miope Vision Fund.

Con el paso a manos de Nvidia por 40.000 millones, el movimiento de SoftBank no brillaría en exceso, pero le vale para hacerse con una liquidez que necesitaba como el comer. Es Nvidia ahora la que ha de convencer a todas las partes interesadas en el proceso de que esta adquisición tiene realmente sentido. O simplemente de que no es peligrosa para la industria. Incluyendo, claro, a los reguladores a una y otra parte del mundo, a los clientes de ARM. Estos son además competidores de Nvidia en diversos frentes, que ahora pasarían a ser también socios. ¿Incómodo, verdad?

¿El fin de una ARM neutral?

Y es que ARM provee a muchísimos fabricantes los diseños de chips para todo tipo de aplicaciones, desde smartphones hasta IoT, pasando por cualquier chip integrado que puedas imaginar: CPUs, gráficos, inteligencia artificial, 5G... y también otros no tan conocidos para sectores como el automovilístico, industrial o logístico. Y no solo diseños completos. Un ejemplo son los chips de Apple –que el pasado martes sumaba al A14 Bionic– que, aunque insertan una arquitectura propia, sí que utilizan el conjunto de instrucciones (ISA) que hace que su código pueda funcionar en todos los procesadores modernos de ARM.

Nvidia - ARM

Así, Nvidia, quien ya erró el tiro en el sector móvil a comienzos de la década pasada con su serie Tegra, de repente cuenta con una integración vertical más extendida y una posición en la industria que muchos pueden envidiar. Y temer. Y es que nada les impediría modificar sensiblemente el foco de ARM y acabar poniéndola al servicio de sus propios chips, también en smartphones. Qualcomm, Samsung, Huawei, Mediatek o muchos otros se basan en estos diseños.

Desde el fabricante de chips taiwanés MediaTek explican a Nikkei sus preocupaciones ante la operación:

"Las comisiones de ARM se cobran en base al precio medio de venta de los productos con chips de sus clientes". "Si Nvidia se hace cargo de Arm, podría tener acceso a todo el volumen de envíos de chips de los clientes de Arm y a la información de precios". "Esa es una información extremadamente sensible para las prácticas comerciales".

El histórico fabricante de procesadores gráficos se ha comprometido a mantener la oferta de ARM. De cualquier otra forma, tendría a la contra a los organismos de competencia de todo el mundo. Pero no solo a ello, sino también a invertir en este proceso de desarrollo de nuevos diseños y, además, a colocar su tecnología a través de la red de distribución de ARM. En palabras del propio Jensen Huang, CEO de Nvidia:

Nuestra escala de I+D disparará el desarrollo de Arm y acelerará los centro de datos, la IA en el 'edge' y las oportunidades IoT.

El modelo de negocios de ARM es brillante. Mantendremos su modelo de licencias abiertas y la neutralidad con los clientes, atendiendo a clientes de cualquier industria, en todo el mundo, y ampliaremos aún más la cartera de licencias de IP [propiedad intelectual] de Arm con la tecnología de GPU e IA de NVIDIA, líder mundial."

Es decir, pone su modelo de negocio al servicio de la red de clientes de ARM, en lugar de ser a la inversa. No obstante, ¿por qué iba alguien a desembolsar tal cantidad de dinero –parte acciones, eso sí– en cambiar su modelo de negocio al de la empresa adquirida? La respuesta está en la oportunidad histórica que "sólo se da una vez en la vida" y que se sitúa, espera, en los datos.

De cabeza a por los datos

Nvidia, quien cuenta con 27 años de vida a sus espaldas, ya superó el pasado julio a la monolítica Intel en valoración posicionándose como el fabricante de chips más valorado, tiene un nuevo aliado en los data centers. Lo cierto es que ambos gigantes no han parado de crecer en la última década, y lo hacen en gran medida gracias a los datos.

Nvidia Quadro RTX 8000
Foto: David Ortiz | Hipertextual.

En el caso de Intel, las CPU para consumo ya no son tan relevantes, y así lo demuestran tanto sus últimos movimientos que van directos a por portátiles más potentes y eficientes –léase capaces, pero delgados y ligeros–, sí, pero también ambicionan capitalizar el auge de los centros de datos con mucho más que procesadores clásicos. Para ello desarrollan también sus nuevos gráficos Xe y sus aceleradoras IA, aunque no se cierran a otros componentes mucho más específicos a las aplicaciones, como los FPGA. Como referencia, su negocio en los centros de datos –que crece a un 10% en promedio durante los últimos años– ya es tres cuartas partes de lo que lo es el de consumo –que crece a poco más de un 1%–.

Por supuesto, ambas buscan expandirse, y si bien sus negocios apenas se tocaban hasta hace unos meses, el tiempo vuela. De golpe y porrazo, para cuando se cierre la adquisición de ARM –y de hacerlo–, ambas empresas pueden estar compitiendo fuertemente en varios espacios. En gráficos –integrados y no– por la entrada de Intel y en los procesadores en centros de datos –y más allá– por el esperado despliegue de la arquitectura ARM en los servidores. Y por este gran movimiento de Nvidia, claro.

Varios gigantes ya hacen algo más que experimentos ahí, como es el caso de Amazon con su plataforma Graviton. ¿Los resultados? Un rendimiento que ya puede competir sin cortapisas frente a AMD o Intel, a una fracción del consumo energético –la mitad, de hecho– y, por supuesto, también de precio. Esto es, hasta un 40% más económicos para tareas equivalentes y desde ya, en 2020. En palabras de Andrei Frumusanu, experto en la web especializada AnandTech: "En términos de valor, Graviton2 aparentemente termina con calificaciones de primera y deja a la competencia en ridículo". Además, las perspectivas de ARM es que la situación solo mejore y lo siga haciendo a una velocidad similar a la que lo ha hecho el smartphone durante los últimos años.

Y desde dentro

ARM chip NVIDIA

Lo que sorprende es que, si Amazon puede hacerlo como licenciado de ARM, ¿por qué Nvidia no? Más cuando son varios los fabricantes que están atacando el mundo del servidor en esta eficiente arquitectura, como Ampere, Marvell o Fujitsu.

Es decir, ¿cuál es la necesidad de, directamente, comprarla, si se puede licenciar? Esta misma pregunta es la que le ha hecho uno de los inversores al propio CEO de Nvidia esta misma semana. La respuesta de Huang –vía Stratechery–, es triple:

  1. Introducir la innovación de Nvidia en la red de distribución de ARM: "El ecosistema se ha ganado con duro esfuerzo –a Arm le llevó 30 años llegar hasta aquí– y por eso tenemos la oportunidad de ofrecer toda esa red de socios y clientes".
  2. Tener el control de una apuesta enorme: "El año pasado decidimos que adoptaríamos y apoyaríamos la arquitectura ARM para la pila completa de Nvidia, y ese fue un compromiso gigantesco. Nos dimos cuenta de que esto era para toda nuestra vida. Una vez que empiezas a apoyar el ecosistema no puedes echarte atrás". "Vamos a acumular tanto valor a esta arquitectura en el mundo de los centros de datos, antes de que hagamos esa gigantesca inversión y ese gigantesco enfoque, ¿por qué no poseerla?"
  3. Más allá –o acá– del centro de datos: "Centros de datos edge –centros de datos edge 5G–, máquinas autónomas de todos los tamaños y formas, fábricas autónomas. Nvidia ha construido un montón de software. Metropolis, Clara, Isaac, Drive, Jarvis, Aerial, todas estas plataformas están construidas sobre ARM".

En definitiva, por mucho que Intel insista en que su arquitectura dará respuesta a la próxima generación, lo cierto es que cada vez más tecnológicas ven en ARM una respuesta estratégica a las demandas actuales y futuras. Nvidia quiere tenerla bajo control, y ante el rápido crecimiento de los últimos años es ahora cuando puede permitírselo.

La traba en el regulador y el caso de la rebelde ARM China

Sea como sea, la operación todavía tiene que recibir el visto bueno por parte de los reguladores de distintos países y partes implicadas. Y eso incluye a Estados Unidos, Reino Unido e incluso China.

Con la transferencia a manos de SoftBank no hubo demasiados problemas. Realmente los nipones lo iban a usar como vehículo de inversión, ante el esperado boom de los chips en las próximas décadas. El caso de Nvidia es muy distinto, pues a pesar de que no compite directamente con ARM en los espacios donde opera, sí se convierte simultáneamente en competidor y proveedor de la propiedad intelectual de miles de millones de dispositivos. Como referencia, la arquitectura ARM se introdujo en nada menos que 22.000 millones de dispositivos sólo en 2019, según el propio Huang.

Nvidia
Foto: David Ortiz | Hipertextual.

Incluso el cofundador de ARM se ha puesto en pie de guerra, recolectando firmas para ejercer presión al gobierno británico y tratar de impedir que la operación se complete. Esgrime que este negocio es neutral y estratégico para el futuro del país, y no pueden sin más cederlo a una empresa americana.

En cierto sentido no le falta razón. Y es que ARM se mantenía como una de las pocas entidades relativamente imparciales –aunque tienen centros de desarrollo también en Estados Unidos, y la IP producida allí ha marcado cierto debate– en medio de la guerra fría tecnológica entre las dos mayores superpotencias del mundo. La misma que tiene a Huawei en la cuerda floja.

De caer en manos de una empresa estadounidense, ARM podría ser utilizada como una herramienta más en esta disputa. Eso mismo es lo que temen desde China, donde el periódico bajo control estatal Global Times apuntan a esta posibilidad: "Si Arm cae en manos de los EE.UU., las empresas tecnológicas chinas se verían ciertamente en una gran desventaja en el mercado". Motivos para preocuparse tienen, y así lo reconocen varios analistas, a pesar de que ARM tenga su origen y su central en Reino Unido.

Pero es también en China donde ARM acumula entre el 20 y el 25% de su facturación. Un volumen más que interesante, que llevó a la empresa a montar una subsidiaria en el país. No obstante, esta misma se rebeló el pasado junio tras el 'intento' de despido del CEO de la unidad china, al que este no atendió. Ocurrió ante los desacuerdos tras la venta en 2018 de una participación mayoritaria de la empresa a un consorcio de inversiones chinos.

ARM China argumenta que es a nivel legal una empresa china y que no hay autoridad suficiente como para despedir a su CEO. Sea como sea, lo cierto es que hay dudas acerca del control de ARM sobre su rama china y por tanto del mercado local, si bien a Nvidia no parece importarle en exceso.

Fuelle a la alternativa abierta: RISC-V

Oblea de procesadores en silicio
ASML

Ante esta marejada, los competidores, tanto de Estados Unidos a nivel geopolítico como de Nvidia a nivel comercial, vuelven a poner su mirada en las posibilidades más allá. Tras dejar a Huawei sin chips, los gigantes tecnológicos que se levantan en China son cada vez más conscientes de los riesgos que implica depender de su tecnología.

Es por ello que cada vez más, el protagonismo de RISC-V, una alternativa libre a los diseños de ARM, toma relevancia. Uno de los casos más sonados de esto fue el de Alibaba, quien ya hace un año fijaba esta arquitectura como la base sobre la que desarrollaría dispositivos IoT y coches autónomos. Otro es Unisoc, el principal desarrollador de chips chino tras HiSilicon, el brazo chipero de Huawei.

De hecho, aunque todavía parten de una adopción muy incipiente, RISC-V y las empresas que comercializan tecnología basada en ella han visto un despegue llamativo recientemente. Todo apunta a que tras esta operación, de completarse o no, lo sea todavía más.