El pasado fin de semana no fue tan bueno para Hollywood: tanto Mulán, de Niki Caro, como Tenet, de Christopher Nolan, sufrieron considerables reveses en taquilla que demuestran que todavía no está muy claro el panorama postpandémico y lo que el mundo del cine puede esperar en un posible regreso del público a las salas.

Por ahora, una cosa sí está bastante clara: el mundo cinematográfico atraviesa un período de ajustes en medio de la incertidumbre sobre lo que puede esperar a corto y medio plazo. ¿Los grandes estrenos que aún conservaban fecha para los últimos meses del 2020, terminarán por ser aplazados de forma definitiva? ¿Lo ocurrido con Mulán y Tenet deja claro que no hay un método infalible al que los estudios puedan apostar para el regreso a salas? Nada está muy claro y lo más preocupante, todo apunta a que el mundo cinematográfico no las tiene todas consigo para sostener un vendaval de pérdidas que se hacen más preocupantes mes a mes.

Una batalla perdida en cines

Después de enfrentar críticas divididas, un boicot de considerable envergadura en redes sociales y la incógnita de sus ganancias en streaming, Mulán de Niki Caro se estrenó en China con una decepcionante recaudación de 23 millones de dólares, una cifra muy lejana a la que Disney proyectaba en un mercado al que adjudica especial importancia.

Lo más preocupante es que la película apenas logró movilizar al público lo suficiente para lograr una taquilla que superase por unos cuantos miles de dólares al éxito local, The Eight Hundred del director Guan Hu, que logró obtener 21,7 millones en boletería, según datos del servicio de venta de tickets en línea Maoyan.

El fenómeno resulta aún más extraño cuando se compara The Eight Hundred — una obra patriótica y de corte bélico — con el tono y el ritmo de Mulán y ambas películas resultan ser muy parecidas entre sí. Tanto una como la otra, son sobrios estudios sobre la cultura china y , en especial, sobre sucesos históricos de considerable envergadura. Pero al parecer, la película de Caro decepcionó a la audiencia China, que criticó su falta de rigurosidad con respecto a la leyenda original y, en especial, su “muy marcada identidad norteamericana”.

De modo que Mulán se encuentra en una zona gris muy peligrosa: en exceso asiática para el público norteamericano (que esperaba una recreación fiel de la clásica película de animación) y muy occidental para el público chino, para quien el solo hecho que una directora neozelandesa estuviera al frente de una adaptación de una leyenda tradicional del país, resultó ofensivo.

Pero los problemas de Mulán no se relacionan solo con la reacción del público a la versión de una leyenda local. Por si lo anterior no fuera suficiente, las autoridades chinas impusieron un bloqueo de medios sobre la cobertura del título en un intento de restar importancia a la creciente protesta fuera de China.

Para el país, era de enorme importancia evitar que el boicot que activistas intentaban llevar a cabo por los vínculos de la película con la región noroccidental china de Xinjiang. La falta de publicidad afectó de forma directa a la manera en que Mulán se distribuyó — funcionarios de la oficina de propaganda impidieron su proyección en varios cines de envergadura — y, además, la manera en que la audiencia analizó su estreno. Para la gran mayoría del público chino, se trató de una curiosidad en cartelera y no el suceso que Disney esperaba pudiera ser.

Se espera que la película — que tuvo un presupuesto de 200 millones de dólares — recaude en total apenas 41 millones de dólares durante su recorrido por el mercado chino, siempre según fuentes del servicio Maoyan. Sin números claros sobre la repercusión de Mulán en el servicio streaming del estudio, todo parece indicar que el estreno del live action fue al menos, un fracaso considerable para el método que el estudio implementó para finalmente, probar el alcance de una medida intermedia entre la proyección en sala y su llegada a los servicios online.

De una u otra manera, los malos resultados de Mulán dejan claro que Disney tendrá que enfrentarse a una disyuntiva considerable de cara a su siguiente gran estreno: la muy esperada Black Widow de Cate Shortland, primera película de la llamada fase 4 de Marvel y que debería estrenarse en el venidero mes de noviembre. ¿Correrá el riesgo Disney?

Y por el otro lado: Tenet

Tenet de Christopher Nolan recaudó poco más de 6,7 millones de dólares, a pesar de que sólo 29% fue en su segundo fin de semana en América del Norte. La noticia puede ser tanto buena como mala: la película de Christopher Nolan mantuvo al público lo suficientemente interesado como para que un grupo considerable de espectadores acudiera al cine, pero aún así, los escasos cines en que se proyecta y las rígidas regulaciones sanitarias, redujeron su ganancia al mínimo.

Para analizar el caso de Tenet, hay que tomar en cuenta una serie de variables: alrededor del 70% de los teatros de EEUU están abiertos, pero no los de Nueva York y Los Ángeles — los que reportan mayores ingresos — que permanecen cerradas. De modo que aunque hay un buen ingreso en bruto y el fenómeno de asistencia se sostiene, el gran problema radica en que Tenet tiene que lidiar con funciones más espaciadas, la mitad del público en salas y un número restringido de proyecciones.

Las ganancias de Tenet en EEUU representan un 15% de lo que ha obtenido en total hasta la fecha en cines alrededor del mundo, que engloba unos considerables 200 millones de dólares. Si todo continúa como hasta ahora, es probable que la película Nolan termine por recaudar alrededor de 300 millones de dólares, un poco menos que su cifra de producción y marketing. De modo que es muy improbable que otro estudio tome el riesgo de estrenar una película de semejante envergadura en medio de tantas posibilidades de que sea un fracaso de taquilla y a pesar de cualquiera de sus esfuerzos por interesar al público en el regreso a las salas. Eso se traduce en estudios mucho más cautos al momentos de escoger sus fechas de estreno: Con Wonder Woman 1984 retrasada hasta diciembre —  el único éxito de taquilla potencial para las próximas semanas —  y el estreno de Universal Candyman aplazado para el próximo año, es evidente que la industria decidió replegarse antes de sufrir nuevos fracasos.

Dos películas remanentes siguieron a Tenet en sus bajísimas recaudaciones. The New Mutants llegó al segundo lugar al recaudar 2,1 millones de dólares en 2,704 ubicaciones nacionales en su tercer fin de semana para un total de 15,3 millones. Unhinged, ahora en su quinto fin de semana, se mantuvo bien en 1.5 millones de dólares, lo que finalmente, le permite recuperar su inversión. Una buena noticia en medio de una colección de muy malas perspectivas para el cine.