China ha conseguido poner en órbita, por vez primera, una nave que luego ha podido recuperar y aterrizar sin incidentes. En medio de lo que ha sido una misión llevada con un importante secretismo, desde los medios locales señalan que se trata de un paso de enorme relevancia para el país.
El lanzamiento de la nave, de la que se desconoce cualquier tipo de detalle, se realizó con la propulsión de un cohete Long March 2F. Esta se mantuvo durante dos días en órbita antes de descender finalmente. Los pormenores de la operación no han sido revelados.
"El éxito indica que China ha logrado avances clave en la investigación de las tecnologías reutilizables de la nave espacial. Proporcionará un transporte más conveniente y económico para el uso pacífico del espacio en el futuro", han informado desde los medios locales, según recoge South China Morning Post.
El lanzamiento ha supuesto el logro de "varios nuevos hitos" para el Estado asiático, tal y como se relata. "La nave espacial es nueva, el método de lanzamiento también es diferente", ha revelado una fuente.
La carrera espacial de la segunda mano
Lo conseguido por China remeda, de manera irremediable, a aquello que lograba SpaceX el pasado mes de mayo. La empresa de Elon Musk lograba enviar entonces a la Estación Espacial Internacional a dos astronautas con unos cohetes y una cápsula que retornarían posteriormente. Con las primeras etapas regresando a la Tierra pocos minutos después de su lanzamiento y con la tripulación haciendo lo propio a principios de agosto, Estados Unidos en conjunto celebraba el éxito de la misión.
Así las cosas, China se halla trabajando en opciones que den la posibilidad a dicho territorio de conseguir también poner en marcha misiones espaciales con el retorno de sus máquinas. De este modo, los costes se abaratan en pos de una mayor posibilidad de explorar el espacio tanto de manera científica como enfocada al turismo, siendo esta última una de las vertientes que más peso se encuentra cobrando en los tiempos recientes. Dentro de no demasiado, orbitar alrededor del globo terráqueo dejará de ser cosa de unos pocos.