Lanzar un viaje tripulado era uno de los máximos objetivos de SpaceX. Hoy, después de años de trabajo, lo han logrado. Las condiciones meteorológicas, a diferencia del pasado miércoles, ahora sí permitieron que la NASA y los dirigidos por Elon Musk lanzaran el Falcon 9, que en su parte superior integraba la Crew Dragon. La cápsula, que en 2019 ya había emprendido un viaje de prueba hacia el espacio exterior, nuevamente llegó a la Estación Espacial Internacional, pero esta vez con los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley a bordo.

Mientras la Crew Dragon tomaba su rumbo a la Estación Espacial Internacional, el Falcon 9 volvía a entrar en la atmósfera de la Tierra solo 9 minutos y medio después del lanzamiento; aterrizando, de esta manera, en la plataforma de recogida.

A los 12 minutos del inicio de la misión, la Crew Dragon cumplía su segundo hito del proceso: separarse del segundo módulo. Que a diferencia del Falcon 9, encargado del impulso inicial, no es recuperable para misiones futuras. Desde este punto hasta el acoplamiento de la nave con la Estación Espacial Internacional quedan 19 horas, tiempo en el que la Crew Dragon orbitará la Tierra hasta encontrar su objetivo.

El primer viaje tripulado de SpaceX

Con el exitoso lanzamiento, SpaceX se convirtió en la primera compañía privada de la historia en enviar un viaje tripulado al espacio. Sin embargo, la asociación entre la empresa californiana y la NASA se extenderá, casi con total seguridad, a nuevas misiones en el futuro. Si la hazaña anterior no fuera suficiente, también debemos recordar que esta fue la primera misión tripulada de la NASA desde 2011. El transbordador Atlantis había sido el último de la agencia en trasladar astronautas a la Estación Espacial Internacional. Dicho sea de paso, Doug Hurley fue el piloto.

Los astronautas que hicieron historia

Ambos astronautas presumen una amplia experiencia en el sector aeroespacial. Behnken tiene licenciaturas tanto en física como en ingeniería mecánica, así como un máster y doctorado en ingeniería mecánica. Como ingeniero de pruebas de la Fuerza Aérea estadounidense, acumuló más de 1.500 horas de vuelo a través de 25 aeronaves diferentes. Fue hasta el año 2000 cuando se unió a la NASA para formar parte del equipo de astronautas. No fue la primera vez que salió de la Tierra, ya que en 2008 participó en la misión STS-123 a bordo del transbordador Endeavour. Antes de subir a la Crew Dragon ya contaba con 708 horas en el espacio, 37 de ellas fuera de la EEI.

Hurley, por su parte, es licenciado en ciencias en ingeniería civil. Durante 1988 se convirtió en segundo teniente de los Marines de Estados Unidos y, tres años más tarde, dio el salto como aviador naval. Ya en 1997 se unió a Escuela de Pilotos de Pruebas Navales; en su historial se registran 5.500 horas de vuelo en 25 tipos de aviones. En el 200 siguió los pasos de su colega para integrarse al equipo de astronautas de la NASA. Aunque participó como personal de apoyo en las misiones STS-107 y STS-121, fue en la STS-127 cuando tuvo la oportunidad de viajar al espacio y ser el piloto del transbordador Endeavour. En 2011 repitió, ahora en la misión STS-135 a bordo del transbordador Atlantis. Cuenta con más de 640 horas en el espacio.

El futuro de SpaceX tras su primer viaje tripulado

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Para nadie es un secreto que la NASA quiere retomar los viajes tripulados al espacio. El lanzamiento de la Crew Dragon es solo el primer paso de una estrategia sumamente ambiciosa. Si todo sale conforme a lo planeado, SpaceX también participará en misiones de gran importancia para la humanidad. Artemis, como han nombrado al programa, tiene el objetivo de llevar al hombre nuevamente al satélite natural. Y ojo, porque también lo hará la primera mujer. Esto ocurrirá durante 2024, siempre cuando no surjan obstáculos inesperados.

No obstante, NASA y SpaceX apuntan más allá de Artemis y la Luna. El deseo más grande, tanto de la agencia como de Elon Musk, es pisar Marte por primera vez. Una vez que se haya afianzado su presencia en el satélite natural, el siguiente paso será viajar al planeta rojo en 2033. Jim Bridenstine, administrador de la NASA, mencionó en abril que la Luna era su "campo de pruebas" para emprender su próxima misión. "La intención, por supuesto, es no solo llevar a los humanos a la superficie de la Luna, sino también demostrar que podemos vivir y trabajar en otro mundo", concluyó.