Si ya has visto Tenet seguramente tengas dudas sobre la ciencia detrás de la nueva película de Christopher Nolan. Si no la has visto, seguramente hayas leído que la producción desafía las reglas del tiempo y de la física. Tanto si la has visto como si no, te explicamos, sin spoilers, las cinco cosas que deberías saber para entender el inquietante argumento.

El título 'Tenet' no es casualidad

El palíndromo del título de la nueva película del realizador británico no es obra de la casualidad. De hecho, la palabra Tenet ya era formaba parte de varios enigmas, antes de llegar por la puerta grande a la pantalla de cine. Forma parte del misterioso cuadrado Sator, un hallazgo arqueológico encontrado en Pompeya en 1925. Como parte de un multipalídromo, la palabra se encuentra en el centro de una combinación semántica que contiene los términos ROTAS, OPERA, TENET, AREPO Y SATOR. Atención a cada una de esas palabras cuando hayas visto la película. Te servirán de línea de reconocimiento del misterio de la película a medida que el guion se esfuerza por explicarlo. 

El tiempo com limitación

En lugar de hablar del tiempo como elemento, Nolan en esta ocasión habla sobre la limitación fundamental en la forma en la que transcurre. ¿Te parece que lo anterior es un juego de palabras? No lo es tanto cuando analizas que la película basa su historia en la entropía y el hecho de que es la forma visible en la que percibimos el paso del tiempo. El término hace alusión a la degeneración de un sistema y según la segunda ley de la termodinámica, la forma en que apreciamos el transcurrir cronológico. Te lo ponemos más sencillo: si tuvieras una fruta entre las manos y esta lentamente comenzara a perder frescura, estaría ocurriendo un proceso de entropía, que a su vez, sería la forma en que comprenderías que el tiempo está transcurriendo hacia adelante —y degenerando la estructura de la fruta— hasta convertirla en algo más. Lo mismo sucede en la película, sólo que con el tiempo en general.

Guiño a 'Interstellar' y 'Memento'

Nolan también está hablando de las consecuencias de las acciones, como en Memento y en Interstellar. Pero no en base a lo que haces, sino a la información que obtienes sobre lo que sucede. De modo que todos los protagonistas deben comprender desde la primera escena que, en el mundo creado por Nolan, las reglas de la física pueden invertirse. Si en Origen el mundo de los sueños permitía que cada espacio estructural de la realidad pudiera reconfigurarse, en Tenet la forma en que la materia es manipulada por cierta tecnología es el centro del guion. 

La traducción literal de Tenet es principio, dogma o canon. Y se ha demostrado que existe una limitación fundamental para nuestra capacidad de medir el tiempo, combinando la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad general de Einstein. Por lo tanto, este aspecto es uno de los que se explorarán en la película. Curiosamente, Nolan jugó con algo similar en Interstellar, ya que mostraba que el tiempo pasaba de manera diferente dependiendo de dónde estuvieran. Por ello, un hombre se queda en la nave y envejece mucho mientras que para el resto de los que viajan al planeta acuático apenas pasan unas horas.

Una carrera contra la física

Si no terminas de entender qué es exactamente lo que ocurre con los personajes, piensa en lo siguiente: los protagonistas pueden interactuar con el hecho medular del tiempo —destruir o reconstruir la materia— mientras que el resto de la realidad continúa su proceso de destrucción o erosión, según, como ya comentamos, la entropía. De modo que una vez que te sientes en la butaca del cine, comienza a pensar en qué hace que notes que el tiempo transcurre. Y qué hace que los personajes en Tenet lo sepan. Esa cuerda amarilla, las balas que regresan, el oxígeno que sale de los pulmones. No es una carrera contra el tiempo, sino contra la física. 

Las preguntas claves de 'Tenet'

No te contaremos nada sobre la trama, pero sí te planteamos algunas de las preguntas que puedes tener después de ver Tenet: ¿El más allá o el mundo real? ¿Presente, pasado o futuro? Como hemos explicado, la clave está en cómo transcurre el tiempo y nuestro consejo es que tengas este planteamiento muy en mente cuando vayas al cine.

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