La NASA y Roscosmos tienen trabajo de bricolaje para este fin de semana. Aunque, para eso, antes tendrán que encontrar lo que necesitan arreglar. Tras la noticia en 2018 de un misterioso agujero, una nueva fuga en la Estación Espacial Internacional ha hecho necesaria la búsqueda de algún otro agujero por el que las instalaciones puedan estar perdiendo aire.

Afortunadamente, se trata de una fuga menor y los astronautas que ahora viven allí no corren ningún peligro. No obstante, no es algo como para mirar para otro lado, especialmente porque en los últimos meses ha experimentado otro ligero aumento. Por eso, después de un año bastante movido en lo que a actividad espacial se refiere, este fin de semana las dos agencias espaciales han encontrado por fin ese tiempo libre necesario para indagar y sacar las herramientas.

Nueva fuga en la Estación Espacial Internacional

La Estación Espacial Internacional no es totalmente hermética. Sus instalaciones pierden aire continuamente, pero lo hacen a un ritmo muy bajo. Además, este se monitoriza con sumo cuidado para garantizar que haya siempre una presión atmosférica habitable.

Gracias precisamente a este control exhaustivo, en 2019 los científicos de la NASA y Roscosmos descubrieron que comenzaba a liberarse un poco más de aire de lo normal. Tras el agujero de 2018, cuyo origen sigue siendo un misterio, parecía que había una nueva fuga en la Estación Espacial Internacional.

Primero corroboraron que, afortunadamente, los tanques a bordo de la cabina pueden compensar las pérdidas y mantener una presión segura. Después, se procedió a buscar una fecha adecuada para la investigación y las reparaciones.

No ha sido posible hacerlo antes por la realización de caminatas espaciales y por el reciente primer viaje tripulado de SpaceX. Ahora, por fin, si bien en la tierra seguimos bastante sumidos en el caos, en el espacio se respira tranquilidad y se presenta una ocasión perfecta para localizar el problema y repararlo.

Solo tres astronautas a bordo

En estos momentos hay tres tripulantes a bordo: el comandante Chris Cassidy, de la NASA, y los cosmonautas de Roscosmos Ivan Vagner y Anatoly Ivanishin.

Los tres tendrán que recluirse en el Módulo de Servicio Zvezda durante el fin de semana y cerrar todas las escotillas, de manera que el equipo de control pueda investigar el origen de esta nueva fuga en la Estación Espacial Internacional.

De este modo, según explican desde la NASA, esperan poder localizar cuál es el módulo que está experimentando una tasa de pérdida de aire más alta de lo normal. Una vez realizado este primer paso, ya podrá hacerse una búsqueda más específica para localizar el punto exacto del problema y arreglarlo. A finales de la semana que viene, si todo va bien, planean publicar información sobre sus hallazgos.

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