Este fin de semana, las redes sociales y muchos medios de comunicación se hicieron eco de lo que a bote pronto parecía un nuevo envite de este apocalíptico 2020: una fuga nuclear en Suecia. El suceso se hizo especialmente popular este sábado. Sin embargo, la noticia se dio a conocer el pasado martes, 23 de junio, después de que la Autoridad de Seguridad Radiológica Sueca anunciara en su cuenta de Twitter la detección de varias sustancias radiactivas en las estaciones de monitorización del país.
Desde entonces hemos podido leer de todo en redes sociales, desde que el origen parece estar en Chernóbil hasta que la ola radiactiva va camino de llegar a América. Pero lo cierto es que este capítulo de la serie de 2020 es mucho menos trepidante que algunos de los anteriores. Afortunadamente.
¿Hay realmente una fuga nuclear en Suecia?
En el comunicado publicado el día 23, se anunciaba la detección de niveles muy bajos de varios isótopos radiactivos: cesio-134, cesio-137, cobalto-60 y rutenio-103.
La cantidad de cada uno de ellos era tan baja que no supone ningún tipo de peligro, ni para la salud ni para el medio ambiente. Más tarde se uniría a esta publicación un comunicado similar, procedente de las instituciones equivalentes de Finlandia y Noruega.
Al parecer, esta pequeña “ola radiactiva” procedía del oeste de Rusia, aunque no era posible saber con seguridad se si originó allí. El temor a que se tratara de algún tipo de prueba militar con armas nucleares comenzó a calar en todo el mundo, con la aparición de numerosos bulos al respecto.
Fue por esto que el Secretario Ejecutivo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares,Lassina Zerbo, publicó una nueva entrada en Twitter en la que se daba algo más de información.
Se explicaba que lo más probable es que se tratara de una fuente civil, por lo que no tendría nada que ver con armas. Además, mostraba un mapa en el que figuran en color amarillo las zonas en las que podría haberse originado el “accidente”.
Ni Chernóbil ni militares
En el mapa presentado por Lassina Zerbo se muestra la procedencia de la fuga en Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia o Rusia. No obstante, la mayor extensión corresponde a este último país.
Así fue cómo surgió el bulo de que de nuevo la Central Nuclear de Chernóbil estuviese detrás de una catástrofe. Esto llevó al supervisor de centrales nucleares y divulgador científico Alfredo García, más conocido como Operador Nuclear, a desmentir estas ideas en su cuenta de Twitter. Como bien explica, el enclave en el que tuvo lugar el desastre de 1986 no está dentro de la zona amarilla del mapa. También recuerda que los niveles detectados no son peligrosos para la salud y que no llegará a América, como muchas personas aseguran.
Por su parte, el Instituto Nacional Holandés para la Salud Pública y el Medio Ambiente (RIVM) ha explicado que la combinación de sustancias radiactivas liberadas parece ser el producto de una mala combustión en una central nuclear.
Todas las miradas se posaban en alguna de las dos plantas situadas en esa zona de Rusia, por lo que un portavoz de la corporación de energía nuclear del estado de Rosatom hizo unas declaraciones a la agencia de noticias TASS, aclarando que ni la central nuclear de Kola ni la de Leningrado han detectado a sus alrededores niveles fuera de los normal de ninguna de estas sustancias.
En definitiva, si bien el origen de esta fuga nuclear en Suecia sigue siendo un misterio, lo cierto es que no hay motivos para preocuparse. Este año ya nos ha “regalado” bastantes sucesos desasosegantes, no busquemos otros donde no los hay.