El mismo grupo de amigos que reservaron una casa rural un fin de semana en la sierra de Madrid ha querido hacer lo mismo este año pero se han encontrado con limitaciones. Casi todos los fines de semana ocupados y precios mucho más altos que el año anterior. Desde que empezaron las medidas de desescalada, la sierra de Madrid se ha convertido en el lugar perfecto para aquellos que viven en la capital y quieren salir unos días después de más de dos meses en confinamiento por el coronavirus. Viajar más allá de la Comunidad todavía sigue estando prohibido, hasta que se acabe el estado de alarma. Sin embargo, el plan de muchos madrileños estas últimas semanas se perfila como la alternativa para la mayoría de españoles estos meses de verano.

Saika Rural, situada en la localidad de Manjirón, en la Sierra Norte, ha notado un incremento de las reservas desde que se pasó a la fase 1. "Es un aumento atípico y puntual ocasionado por la imposibilidad de salir de Madrid y la necesidad de escapar del encierro", dijo Juan L. Avezuela, host de Saika Rural. En comparación con el año anterior, Avezuela indicó que han notado un número mayor de reservas estas últimas semanas, aunque esperan que disminuyan aunque Madrid entre en la fase 3 y la gente pueda viajar por todo el país.

"El aumento de la demanda es generalizado en la Sierra Norte, normalmente el mes de junio es un mes de transición con muy poca demanda limitándose las reservas a fin de semana, sin embargo este año la ocupación es también en días laborables y estancias más largas, en muchos casos semanas completas".

El auge del turismo rural

Según un encuesta de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), el 45% de los españoles prefiere pasar sus vacaciones en un apartamento turístico frente a la idea de alojarse en un hotel. Otra encuesta, la de Escaparural.com aseguró que el 71% de los encuestados tiene claro que viajará dentro del país en verano y que el 70% de los mismos elegirá el turismo rural.

El cambio en los hábitos se debe a que en los complejos hoteleros habrán ciertas restricciones para los clientes en el buffet libre y zonas comunes como las piscinas. En un apartamento o casa, por el contrario, el alojamiento es exclusivo para las familias o grupos de amigos que quieran pasar juntos las vacaciones.

"Hasta que no haya una recuperación de la confianza sanitaria los turistas están buscando destinaciones poco masificadas, alojamientos individuales, y hay una mayor planificación", explicó Tolo Gomila, presidente de Fevitur.

Malos tiempos para los pisos turísticos

Algunos propietarios de casas rurales han aprovechado el tirón para subir los precios, aunque Avezuela afirmó que no ha sido el caso de Saika Rural. El host lo considera un error porque muchos clientes son nuevos en el turismo rural y puede provocar un efecto rechazo. Sin embargo, este aumento se espera sobre todo en pisos turísticos de plataformas como Airbnb cuando la circulación de personas vuelva a estar permitida -para compensar los meses de parón- y no tanto en casas vacacionales.

En los últimos meses, la mayoría de los propietarios de pisos situados, por ejemplo, en los centros de las ciudades, no han recibido ninguna reserva por la cuarentena. Para muchos es su fuente de ingresos, aunque este sector también ha sido uno de los que más ha subido los precios en los últimos años. El aumento se ha registrado sobre todo en Airbnb y que ha provocado la creación de normativas para regular estos pisos en ciudades turísticas como Barcelona.

Como respuesta a la crisis, la empresa anunció que destinará 250 millones de euros para ayudar a los anfitriones afectados por la cancelación de las reservas y que pagará a los arrendadores el 25% de lo que le hubiera correspondido por las reservas canceladas entre el 14 de marzo y el 31 de mayo.

Las casas rurales, mucha demanda y precios a la baja

Estas ayudas también se destinarán a los propietarios de casas vacacionales, aunque esta categoría ha empezado a recibir, como comentábamos anteriormente, un gran flujo de reservas cuando empezó la desescalada. Después de más de dos meses de confinamiento, estos destinos son una de las mejores opciones para desconectar un fin de semana. Por lo tanto, el aumento de los precios en estos casos se ha considerado por ahora como algo circunstancial y nada indica que se perpetúe el tiempo. Más bien todo lo contrario.

A nivel general, la tendencia es a la baja y hasta se han visto reducciones de un 15%, dijo a Hipertextual Tolo Gomila, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur).

Además, los propietarios de vivienda de uso turístico están siendo "extremadamente empáticos sobre todo en cuanto a políticas de cancelación se refiere. Están tratando de ser lo más friendly posible para seducir al poco turista que podamos tener este año en España".

A por la 'España vaciada'

Casas rurales
Pixabay

El hecho de que muchas personas busquen destines poco masificados también puede ser un soplo de aire fresco para el turismo de interior. A pesar de que los destinos de costa siempre han sido la opción favorita para el verano, los pueblos alejados pueden ser el plan b de muchas familias.

"Se ha hablado tantas veces de la ‘España vaciada’ y ahora gracias al turismo se puede tener una ventana de oportunidad porque será una destinación que escojan muchos turistas".

En este contexto, los propietarios de las casas rurales en estos destinos lo ven como una oportunidad, pero también es motivo de preocupación. La encuesta de Escapadarural.com arrojó que el 44% están inquietos por el movimiento de viajeros que pueda generar contagios en lugares donde ha llegado el coronavirus. Miryam Tejada, ejecutiva de comunicación de la página web, dijo en un comunicado que se tendrá que buscar un equilibrio para que el turismo rural "sea una alternativa de éxito, pero cuyos flujos turísticos puedan absorberse de manera sostenible por esos entornos más frágiles".

La pandemia puede reforzar el turismo rural si se sabe aprovechar la situación. Juan L. Avezuela, de Saika Rural, subrayó que muchos lugares rurales han mejorado su acceso a internet, por lo que muchas personas pueden teletrabajar en estos sitios. "La situación de incertidumbre creo que provocará a corto y medio plazo desplazamientos más cortos para hacer turismo y esto es una ventaja para el turismo rural de proximidad", indicó.

A pesar de ello, el turismo está en medio de una temporada negra provocada por la crisis. Según Tolo Gomila, el hecho de que no haya un ERTE específico para el sector turístico y que se hayan facilitado créditos a una parte muy limitada del sector empresarial complicaría todavía más la situación. "Yo creo que lo peor está por venir, a partir de los meses de octubre creo que va a ser demoledor", vaticinó.