El pasado 30 de marzo, en medio del apogeo de la crisis mundial por la pandemia por COVID-19, se hacían públicos los planes de China para avanzar a lo que se ha denominado como un nuevo modelo de internet.

Bajo el nombre de ‘New IP’, China presentó la idea formalmente ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de las Naciones Unidas, con un plan en el que estaban involucrados el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información del gigante asiático, varias operadoras chinas, y Huawei, empresa que ahora mismo lidera el despliegue de 5G en el mundo.

La idea de fondo de Pekín es prevenir el previsible aumento de dispositivos y consumo de internet futuro con un cambio que dejaría atrás los actuales protocolos sobre los que se ha cimentado internet desde sus inicios. Sin embargo, la idea china no ha tardado en ser señalada también como un mecanismo que podría ayudar a implementar medidas de censura.

La propuesta da que pensar viniendo de un país donde es conocida su política de censura de algunas webs e incluso servicios completos bajo su llamado ‘Gran Cortafuegos’, y los planes que ya han puesto en marcha también Rusia de crear su propio ecosistema de internet cerrado, supuestamente, para curarse en salud ante ataques masivos.

¿Es realmente plausible que todo esto empuje a un cambio en la web como la conocemos? ¿Por qué se están dando estos movimientos de fragmentación en la red de redes? En las siguientes líneas trataremos de analizalo:

La ‘Nueva internet’ China: ¿En qué consistiría?

Empecemos por el principio. Lo que el Gobierno chino y las empresas de telecomunicaciones chinas como Huawei, está proponiendo es un "Nuevo sistema de direccionamiento IP" para internet que sustituya al TCP/IP.

¿Qué cambiaría? Para entenderlo conviene repasar primero como funciona la web actualmente bajo unos protocolos que en gran medida se han ido actualizando sobre una base que viene desde sus inicios, hace ya más de 40 años.

Avi Richards/ Unsplash

El envío de cualquier información por internet se produce mediante pequeños ‘paquetes’ que son enviados desde un dispositivo bajo dos protocolos principales. El protocolo de transmisión (TCP), complementado con el sistema de identificación (las conocidas direcciones IP).

La combinación de ambos -TCP/IP- es en la que se ha basado todo hasta ahora, ampliándose y mejorándose con el paso de los años para asumir cada vez los mayores volúmenes que se dan en internet. Por ejemplo, desde hace unos años se implementó el nuevo sistema IPv6, que ampliaba el número de direcciones IP existentes para prevenir el uso masivo de nuevos dispositivos y que cada uno tuviera su ‘matrícula’.

Pues bien, lo que China propone es sustituir este sistema a nivel global. ¿Cómo? El _Financial Times_ ha tenido acceso a parte de la documentación presentada por China a la UIT. En estos documentos, el gobierno chino y sus proveedores de servicios de telecomunicaciones como Huawei argumentan que el TCP/IP es “insuficiente” para el uso que va a tener internet en los próximos años, con la llegada masiva del internet de las cosas e incluso ponen en el horizonte las comunicaciones mediante hologramas. El _power point_ que se incluye en la propuesta formal, por cierto, tampoco parece estar a la altura de las herramientas de hoy día.

Parte de la presentación de la 'New IP' China a la que ha tenido acceso Financial Times.

Textualmente en los documentos se dice que el TCP/IP ha "logrado una seguridad relativamente buena". Sin embargo, China siente que esto "todavía está lejos de lo que realmente necesitamos en el futuro", y aluden también a la confianza de los usuarios:

"A medida que se desarrolla la conectividad universal, es necesario diseñar y desplegar un mejor modelo de seguridad y confianza para proporcionar un entorno estable, fiable y a largo plazo para que las personas lo utilicen".

La solución que proponen ante este problema es su ‘nueva IP’, que conseguiría según sus proyectos que internet fuese “más dinámico y más rápido”. China y Huawei argumentan que las múltiples conexiones que se dan ahora entre elementos cada vez más separados perjudican la velocidad.

Imagen: Nicolás Rivera (Hipertextual)

La parte fundamental de su sistema es que podría eludir el paso intermedio por sistemas satelitales, creando redes que puedan conectarse directamente entre dispositivos.

Esto en principio suena genial, pero tratándose de China, no han tardado en surgir voces que advierten de que es posible que haya una intención de control. La compañía de ciberseguridad Oxford Information Labs en el que advierte que "El nuevo IP que propone China centralizaría el control de la red en las manos de los operadores de telecomunicaciones, que en el caso chino son administrados o controlados por el estado”.

Un internet más eficiente: en velocidad y en censura

A ello se suma que el nuevo internet chino necesitaría de algún sistema de identificación interno sustitutivo del actual IP, y ahí el temor está en que haya un rastreo de datos superior al actual. Cabe recordar que China ha pedido desde hace mucho tiempo que se vinculen los nombres reales con los usuarios de internet.

Usando internet en China durante una semana: una pradera repleta de vallas

“Internet es una red de redes, de modo que el concepto de internet como una única red bajo el control exclusivo de un gobierno, un operador o una empresa no existe y no tiene sentido. Seguramente no lo tendrá nunca”, explica Pere Tuset Peiró, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universidad Abierta de Cataluña, quien en un artículo en la web de la institución creía que, aunque se llegara a implementar, no sería algo desde luego sencillo.

Huawei asegura en sus informes que podría comenzar las pruebas en 2021, y hay quien apunta a que de hacerlo no sería solo en China, sino también en África, donde se ha asentado con fuerza.

Explicado en pocas palabras, lo que se teme es que este sistema llamado “dinámico”, pero donde todo depende de los proveedores de infraestructuras y de las operadoras, pueda facilitar mecanismo de censura y rastreo mucho más eficiente también. Algo que viniendo de China, por su antecedentes, da que pensar.

Esto no evita reconocer que China, con Huawei a la cabeza, sea hoy uno de los países más punteros en desarrollo de nuevas redes. Y no solo en el despliegue de 5G -cuya expansión está de fondo en la guerra tecno-comercial que acabó sacando Android de sus dispositivos-, sino también por adelantarse varios años al IPv6 con un plan quinquenal muy puntero, el llamado China next generation internet.

Huawei y el veto de EE.UU., contado por ciudadanos chinos: “Hay intención de boicotear las ventas del iPhone”

Red distribuida vs. Red fragmentada

Nada asegura que la UIT se adhiera a este nuevo protocolo. Países como Estados Unidos o Suecia, de hecho, ya han mostrado sus reticencias. Y la duda de fondo es en realidad si de verdad hace falta, teniendo en cuenta que el actual sistema TCP/IP se ha ido ampliando con eficacia conforme la red ha ido necesitando cada vez un mayor flujo de datos. La prueba de picos de consumo que se ha dado durante la época de confinamiento por la COVID-19, quizá sea la mayor.

Lo que sí que demuestra, en cualquier caso, es la confluencia de ciertos movimientos hacia la creación de una internet cada vez más fragmentada.

Hace unos meses la Rusia de Vladimir Putin inició las pruebas para poner en marcha también su propio internet. Este ‘internet ruso’ o RuNet no nace sin embargo con una con una vocación global como la propuesta china, sino para convertir a Rusia en lo que podría considerarse la mayor intranet del Planeta. Todo con la intención, según se argumentó, de frenar su posible caída en caso de un ataque masivo.
También Irán ha conseguido con éxito cortar la conexión a internet de sus ciudadanos recientemente ante un clima de protestas. Unos mecanismos de censura que parece a todas luces que serían más sencillos con esta nueva internet dinámica pero también fragmentada que propone ahora China.