Uno de los sectores más castigados por la pandemia del coronavirus es, sin duda, el trasporte aéreo, y entre ellos Ryanair. Con las fronteras de la mayoría de los países cerradas, la movilidad internacional ha caído en picado. Además las medidas del confinamiento han limitado también los viajes locales, por lo que el tráfico aéreo ha sido castigado tanto nacional como internacionalmente.

En este sentido, Ryanair ha puesto cifras a la caída de su tráfico aéreo en estas meses de pandemia, confinamiento y restricciones. ¿El resultado? Su tráfico de la aerolínea a caído un 99,6% respecto a ese mismo mes de 2019. Esto representa una caída sin precedentes para la compañía, aunque es extensible a la mayoría de operadores aéreos enfocados al tráfico de personas y no de mercancías.

Motín a bordo de un avión de Ryanair tras dos días atrapados

De esta forma, la compañía apenas ha puesto en el aire sus aviones. En abril solo operó 600 vuelos entre total, y algunos de ellos consistían en vuelos regulares pero reducidos entre Irlandas y Reino Unido, pero nada de vuelos locales en Europa o internos en España.

Hay que tener en cuenta que los vuelos locales dentro de la UE, sobre todo a destinos low cost, es una de las operaciones más importantes de Ryanair. El resto, se limitaron a "un número de vuelos médicos y de rescate" según apuntó la propia compañía.

Además, dentro del segmento de precios bajos y vuelos locales o de radio corto y medio, Ryanair es una de las aerolíneas más importantes del mercado por número de destinos, pasajeros y vuelos. Un sector, el del low cost, que en conjunto transportó este año 135,1 millones de pasajeros hasta abril, según cifras de Expansión.

En verano de 2022 se espera que el tráfico sea el previo a la crisis

Ryanair ofrece además datos nada halagüeños para el futuro inmediato: su CEO confirmó que, de momento, más del 99% de su flota permanecerá en tierra, y apuntan a, como pronto, julio para que la compañía empiece a retomar de forma efectiva su actividad, aunque auguran que los niveles previos a la pandemia del coronavirus no se esperan hasta el verano de 2022, como muy pronto.

Ahora se abren las dudas sobre qué sucederá con las aerolíneas cuando esto pasa, muchas de ellas con necesidades financieras están abocadas a una nacionalización si quieren sobrevivir a la mayor caída del tráfico aéreo de la década.