Boeing anunció que ha corregido dos nuevos fallos de su polémico avión 737 MAX, aunque ninguno de ellos está relacionado con los accidentes registrados en 2019. La empresa estadounidense confió a Reuters que trabaja en dos actualizaciones a su software luego de encontrar problemas que podrían ocasionar la pérdida de control de la aeronave.
De acuerdo con Boeing, el primer error involucra fallas hipotéticas en el microprocesador de la computadora de control del vuelo, lo que podría derivar en la pérdida de control. El segundo está relacionado con la desconexión del piloto automático en el tramo final próximo al aterrizaje, que es cuando la aeronave se alinea con la pista antes de descender.
El fabricante confirmó que ninguno de estos problemas se ha observado en vuelo y en caso de que ocurrieran, existen advertencias en la cabina de vuelo para alertar a la tripulación. Boeing ya trabaja en la implementación de estas actualizaciones de cara al vuelo de prueba que efectuará para obtener la certificación de la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA)
Luego de los accidentes aéreos en Etiopía e Indonesia, Boeing ha tenido uno de sus peores periodos en los últimos 30 años. Durante todo 2019 la empresa tuvo que lidiar con constantes fallos en su 737 MAX, los cuales impidieron su regreso. El problema más reciente relacionado con esta aeronave data de principios de febrero de 2020, cuando descubrió que una luz indicadora en el sistema que ayuda a subir y bajar la nariz del avión se encendía cuando no debía hacerlo.
El vuelo de prueba del 737 MAX podría ocurrir a finales de mayo, aunque Boeing se mantiene confiada en que los nuevos problemas no afecten el regreso de la aeronave a servicio, pronosticado para mediados de 2020. La FAA no ha confirmado las fechas para un posible vuelo de certificación, solo confirmó que está en contacto con el fabricante y anticipó que debe demostrar el cumplimiento de todas las normas.
Boeing dejó de fabricar aviones debido al coronavirus
Este no es el único problema con el que está lidiando Boeing, ya que la pandemia del coronavirus obligó a la empresa a cerrar todas sus plantas. Apenas ayer Bloomberg reportó que el fabricante suspendió la fabricación del 787 Dreamliner, la última fábrica que mantenía funcionando en Estados Unidos y una de sus principales fuentes de ingresos luego de la debacle del 737 MAX.
Previamente Boeing había cerrado sus plantas de Seattle ante la escalada de contagios de COVID-19 en esa región. En diciembre la empresa anunció que dejaría de fabricar el 737 MAX, una decisión que llevó a cabo a mediados de enero al reubicar a todos los empleados que trabajaban en la aeronave a otras áreas de la compañía.