La crisis del coronavirus está poniendo a prueba la salud tanto de las personas, como de la economía. Mientras los servicios sanitarios, ya saturados, luchan por hacer frente a la situación, las empresas sobreviven como pueden la pérdida de empleados y demanda. Ahora, la actividad de Cabify se ha visto contagiada por la situación. Ya son varias las compañías propietarias de licencias VTC las que han iniciado proceso de ERTE de sus quipos de conductores. De forma paralela, según adelanta El Confidencial, la propia compañía de transporte también estaría cerrando un ERTE del 50% de su plantilla por la caída del volumen de trabajo.

Ares, Moviee Cars o Auro ya han comenzado a pedir las llaves, vehículos y documentaciones pertinentes; una situación que ya comenzó el pasado viernes por la caída de la demanda. Entre ayer y hoy 120 bajas, y más de 100 planeados para los próximos días según fuentes cercanas al proceso. Según ACOMA, una de las asociaciones que conductores VTC de la capital, los expedientes de regulación estarían cerrándose bajo lo que denominan un ERE encubierto, principalmente por Ares y Moviee Cars. En concreto, según sus datos, Auro habría ejecutado el plan contra el 95% de su plantilla, Moviee por el 100% de los conductores y los grupos de flotas pequeñas también registrarían el 100% de bajas. Según la asociación, por tanto, de las casi 8.000 licencias operativas en la capital, entre 4.000 y 5.000 ya estarían fuera de juego con el consiguiente perjuicio para el gremio de los conductores.

Otras fuentes comunican a Hipertextual que el cese de los conductores se estaría ejecutando bajo la excusa de la acumulación de multas por exceso de velocidad, lo cual evitaría la fórmula del ERTE propuesto por el Gobierno, que obligaría a las compañías a contratar –de nuevo– a los despedidos por la coyuntura actual. Este medio ha intentado confirmar esta información con las empresas implicadas, pero no ha recibido respuesta hasta el momento de la publicación de este texto.

Mientras, en Sevilla –otro de los bastiones de la tecnológica–, la situación no es muy diferente. A los conductores VTC, operando para Cabify, ya se les ha comunicado el cese de operaciones. Lo que englobaría el despido del 90% de su plantilla de conductores en la ciudad.

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La compañía se ampara en el artículo 47 del Estatuto de los Trabajadores para rescindir los contratos por una situación de fuerza mayor. Es decir, la que el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, generó al iniciar el estado de alarma en el país por la crisis sanitaria del coronavirus. De esta manera, la compañía se ha puesto en contacto con sus asociados para informarles de la entrega de llaves y documentaciones de los vehículos en la sede de Sevilla con efecto inmediato –misma situación a la que se han enfrentado los conductores de la capital–.

Entran así en "una situación legal de desempleo" por el caracter extraordinario de la situación. Mantienen, eso sí, un 10% de la plantilla (y por lo tanto de los contratos) para mantener ese mismo porcentaje de demanda que, hasta el lunes, habían estado registrando en la aplicación.

En este contexto, la empresa que sirve de oferta a la tecnológica, hace referencia en un comunicado al que ha tenido acceso Hipertextual a la limitación de los servicios públicos –no sujetos a contrato público– en un 50%. Es decir, la compañía estaría obligada a retirar el 50% de su flota cada día en las calles de la capital; aunque no así el 100% de la misma. Una situación a la que también se ha enfrentado el sector del taxi en ciudades como Madrid, donde se turnan por días para salir a trabajar en función de su número de licencia.

El mismo comunicado, además, añade la ausencia de demanda estos días en los que la circulación por las vías queda limitada a lo mínimo imprescindible: asistir al puesto de trabajo, asistencia a personas dependientes o ir al supermercado o farmacia. La demanda de ocio, por tanto, queda limitada a cero y los precios por trayecto en su mínimo posible. Dicho de otro modo, la situación no es rentable para las proveedoras de licencias VTC y trabajando para las grandes tecnológicas.

Mientras, en Madrid...

Toda esta situación contrasta con uno de los comunicados ofrecidos por Cabify hace unos días. En dicho texto, la compañía anunciaba que cerraba un acuerdo con la Comunidad de Madrid mediante el cual ofrecía, de manera gratuita, sus servicios de transporte para el personal sanitario. Sin embargo, esta información solo aplicaba a 400 de los coches y licencias, a disposición de la compañía. Todas pertenecientes a Vecttor, la compañía propiedad de Rosauro Varo, que fue absorbida por Cabify en abril de 2019, como ya adelantase La Información. De hecho, el proceso de suspensión temporal de empleo también estaría afectando a la división de gestión de flotas y conductores ahora que, tras la compra del negocio de Varo, forma parte de la estructura interna de la compañía.

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Viernes 20 de marzo, 12:00: Actualización de las cifras de afectados por el ERTE en las empresas de VTC.

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