La Unión Europea podría estudiar pronto la posibilidad de tomar medidas para allanar el proceso de reemplazo de baterías en los productos electrónicos, tales como smartphones, tablets o auriculares inalámbricos.

Según revela el diario holandés Het Financieele Dagblad, Frans Timmermans, responsable del Pacto Verde Europeo, presentaría ante la Comisión este plan a mediados del próximo mes de marzo. Con ello se buscaría una mayor sostenibilidad a la hora de alargar la vida útil estos productos, que muchas veces son desechados por el elevado coste que supone cambiar los componentes a través de los servicios oficiales de las compañías, dada la imposibilidad de realizarlo por cuenta propia.

Bruselas alegaría, según las primeras ideas del proyecto, que los fabricantes son los principales responsables de garantizar una correcta reparabilidad de sus dispositivos. Así mismo, el organismo europeo buscaría ampliar los periodos de garantía y favorecer que el usuario pueda encontrar las piezas necesarias para efectuar dichas reparaciones.

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Además de esto, Timmermans busca también conseguir la erradicación de la destrucción de productos no vendidos, reutilización de materias primas, instaurar un sistema de recolección de terminales electrónicos para su posterior reciclaje y la reducción del uso de microplásticos en los embalajes.

Cambiar la batería, una "odisea" moderna

El reemplazo de la batería de los smartphones y otros productos electrónicos esa día de hoy más complicado que nunca, pese a que hace no tanto era común que el usuario pudiera acceder a estas con el simple gesto de retirar la tapa trasera del terminal. La compactación de los mismos, la miniaturización de los componentes y la necesidad de sellar eficientemente los dispositivos para garantizar su resistencia ante agua y al polvo son algunos de los motivos que han llevado a que la práctica totalidad de los fabricantes haya ido virando en esta dirección.

El Pacto Verde, presentado el pasado mes de diciembre, podría próximamente intentar revertir una situación que para los usuarios significa, a día de hoy, tener que acudir a servicios de reparación oficiales para cambiar las baterías de sus teléfonos o auriculares. La complejidad del proceso del reemplazo de estos componentes, realizado con maquinaria especializada, así como la pérdida de garantía, son dos factores que instan a no efectuarlo y pasar por la caja de las empresas, bien pagando el servicio técnico autorizado o bien adquiriendo una nueva unidad.

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A falta de conocer los pormenores de la citada medida, es de esperar que un plan de mejora en la reparabilidad de las baterías encuentre oposición por parte de los fabricantes, pues podría traducirse en una extensión de la longevidad de los dispositivos en las manos de los clientes y, por consiguiente, menos gasto. Paralelamente, el organismo quiere promover también una extracción "ética" de los materiales que componen las baterías en pos de una producción más sostenible.