Ya ha llegado a Netflix Esta mierda me supera (I am not okay with this), la adaptación del cómic homónimo de Charles S. Forsman, también autor del éxito The End of the Fucking World, y publicado en 2017. Ya hay quien dice que es la heredera legítima de Stranger Things, pero tiene el suficiente carácter por sí misma como para convertirse en un éxito en esta plataforma de streaming.
La serie comienza con Sydney (interpretada por Sophia Lillis) corriendo manchada de sangre, en una escena que recuerda mucho a Carrie —aunque no será solo esto lo que nos haga rememorar la película que adapta la novela del mismo nombre del maestro del terror, Stephen King— para después descubrir cómo ha llegado hasta este punto nuestra protagonista.
‘Esta mierda me supera’, la nueva adaptación de Netflix para suceder a ‘Stranger Things’
En apenas siete capítulos de alrededor de 20 minutos, Esta mierda me supera nos habla desde la cotidianidad que supone escribir un diario como forma de terapia, lo que significa la adolescencia para una quinceañera que está completamente enamorada de su mejor amiga y que tiene problemas con su madre, pero con el añadido de que su padre se suicidó en el sótano de su casa y que ha comenzado a manifestar una serie de poderes psíquicos que no es capaz de controlar.
Retrato de la adolescencia
Esta mierda me supera es un retrato de la adolescencia, trata temas comunes de esta época en la que ya no eres un niño, pero estás empezando a formarte como persona. Entre las temáticas que abordan está la relación de la protagonista con los porros, descubrir su propia sexualidad, la sensación de soledad, el trauma por la muerte de un padre o la relación con una madre que no tiene tiempo ni para quererte.
Por eso vemos que ante una situación en la que Sydney se siente descontrolada, como es que aparezcan unos poderes que no sabe manejar, termina dándose a los porros para sentirse más relajada y piensa que esta es la mejor forma de tener control sobre lo que le está sucediendo. Además, su padre también fumaba, lo que termina validando este comportamiento con la marihuana. Syd, más que darse a los porros, lo que necesita de verdad es ir a terapia.
Si uno se para a leer entre líneas, parece que lo que el autor del cómic y la propia serie nos quieren transmitir es una metáfora sobre la importancia de aprender a vivir con los traumas de la adolescencia, que no tienen por qué ser solo la muerte de un familiar que nos importa, sino también todos esos sentimientos de soledad, desesperanza y desconocimiento de uno mismo que se dan durante esta difícil etapa. No dejes que la adolescencia te pisotee, parecen decir con un cartel de neón.
Un punto fuerte de la serie es cómo trata la sexualidad de Sydney, que queda mucho más clara que en la novela gráfica. Aunque se siente fascinada por su mejor amiga, la joven se siente en la obligación de experimentar su sexualidad, gracias a lo cual terminará aceptando que en realidad es lesbiana. Sin embargo, descubrir la sexualidad de una no es lo mismo que aprender cómo actuar cuando te gusta tu mejor amiga y te has acostado con tu mejor amigo.
Sophia Lillis (It e It: Chapter Two) destaca poniéndose en la piel de la protagonista de esta historia, sus caras de fastidio adolescente al interpretar a Sydney y sus mirada de admiración y devoción hacia su interés amoroso hacen que esta joven destaque en la pantalla.
Entre 'Stranger Things' y 'Carrie'
Podría compararse a Sydney con Matilda, si los sentimientos que la primera tiene a la hora de usar sus poderes fueran más positivos. Sin embargo, cuando se encuentra en momentos de ansiedad, rabia o frustración es el momento en el que sus poderes se dejan ver. Así que Sydney, más que Matilda, termina convirtiéndose en una Carrie White.
Por desgracia para nuestra protagonista, la manifestación de sus poderes psíquicos ni siquiera se dan cuando ella quiere, al menos en un principio, como se puede ver en la serie cuando intenta asustar a uno de los matones que molesta a su hermano Liam en el colegio.
"El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento", explica Yoda en la primera trilogía de Star Wars. Y, en cierto modo, en esta serie vemos que eso es lo que desencadena que se manifiesten los poderes de Sydney: el miedo, el odio, la vergüenza, la frustración, la ansiedad... Todos los sentimientos que se pueden considerar negativos. De hecho, cuando el novio de Dina empieza a sangrar por la nariz es porque ella estaba deseando que se muriera o que, ante la falta de dinero al ir a hacer un recado para su madre, todo a su alrededor estalle. También la vergüenza de que salgan a la luz sus secretos hará a Sydney perder el control en el típico baile de instituto, porque no hay que olvidarse de que, a pesar de los temas universales que trata, sigue siendo una adolescente.
Igual que pasa con Once en Stranger Things, la ira es un desencadenante de su poder. Y no es de extrañar que este sea, además, uno de los sentimientos que más puede costar controlar, ya que se pierde la capacidad de ser objetivo. En estos momentos en los que la ira domina el cuerpo, una persona es incapaz de tomar decisiones adecuadas, por eso las explosiones alrededor de Sydney tienen un significado más universal, que todo el mundo puede entender.
Por el momento, sabemos que puede matar personas con solo pensarlo o que todo a su alrededor vuele violentamente por los aire, pero ¿será capaz de hacer más cosas? ¿Y de dominar sus poderes en algún momento? No lo tenemos claro, pero ya que están involucrados en la producción de la serie los hermanos Duffer y es probable que Stranger Things necesite una sustituta pronto, esperemos que Netflix apueste por hacer una segunda temporada. Al menos, el final, invita a ello.
En resumen, aunque con un toque oscuro, Esta mierda me supera es un retrato de las complicaciones de la adolescencia a las que se les suman unos poderes descontrolados que dificultan, aún más, vivir esta época de una forma más normal. Aunque, ¿para quién ha sido la adolescencia normal?