Desde el instante en el que China anunció la presencia en su país de un nuevo coronavirus, que no había sido identificado hasta el momento y que había enviado ya al hospital a un gran número de personas, investigadores de todo el mundo comenzaron a estudiar la necesidad de desarrollar vacunas o fármacos capaces de combatirlo. Con el tiempo, la sospecha de que el brote pudiera transformarse en epidemia se ha acabado confirmando, por lo que esa idea se ha convertido ya en el trabajo actual de muchos científicos.
El coronavirus de Wuhan tiene mucho en común con el SARS y esa es una buena noticia
Gracias a los investigadores chinos que inicialmente secuenciaron al ya conocido como Covid-19, todas estas personas tienen una base a partir de la que trabajar. Por suerte, goza de un gran parecido con el SARS, por lo que los fármacos y vacunas que comenzaron a desarrollarse a raíz de la epidemia de 2002 y 2003 se han convertido en un buen punto de partida. Pero no son los únicos. Numerosos antivirales diseñados originalmente para el tratamiento de otras enfermedades, como el ébola o la gripe, han pasado a formar parte de los ensayos clínicos dirigidos a encontrar tratamientos eficaces frente a esta enfermedad. Por eso, si bien los medicamentos específicos para el coronavirus de Wuhan que se están desarrollando en todo el mundo siguen aún lejos de comercializarse, otro fármaco con un uso original muy diferente ha recibido luz verde para su producción a gran escala, convirtiéndose en el primero que se aprueba con este fin.
Cuando los trámites se aceleran
El fármaco en cuestión es Favipiravir, un antiviral experimental desarrollado para el tratamiento de diversos virus, como el Influenza, causante de la gripe, el del Nilo Occidental, el de la fiebre amarilla o el de la fiebre aftosa.
Después de que el número de infectados por el coronavirus comenzara a aumentar, tanto en China como en el resto del mundo, se iniciaron varios ensayos clínicos, protagonizados por antivirales dirigidos en su origen al tratamiento de otras enfermedades. Es el caso de Remdesivir, un fármaco formulado contra el ébola, que ya se ha probado con buenos resultados en grupos reducidos de pacientes de Covid-19, en Estados Unidos y Europa.
Dada la eficacia probada del Favipiravir con otros virus, no tardó en convertirse también en candidato para ensayos clínicos, como el que ha iniciado la farmacéutica Zhejiang Hisun con 70 pacientes en la ciudad de Shenzen. Según informan en Business Insider, los resultados han sido muy positivos, por lo que la compañía ha recibido la aprobación de la Administración Nacional de Productos Médicos de China (NMPA) para su fabricación a gran escala y comercialización.
COVID-19: cronología de la enfermedad que tiene en vilo al mundo entero
Cabe destacar que, en condiciones normales, el fármaco aún no habría llegado a esta fase. No obstante, en situaciones de epidemia como esta, los trámites a veces se aceleran, bajo unas condiciones muy concretas. En este caso, según han anunciado en un comunicado los responsables de la empresa, será necesario que los ensayos clínicos continúen, a pesar de que el medicamento se encuentre ya a la venta.
En solo un pequeño paso hacia la contención de este coronavirus, cuya expansión se está controlando adecuadamente gracias a los protocolos preventivos puestos en marcha por autoridades sanitarias de todo el globo. A día de hoy son casi 72.000 las personas infectadas, pero la curva de infección evoluciona según lo esperado, con un pequeño repunte la semana pasada, que se debió simplemente a un cambio en las estrategias de conteo de enfermos. Más allá de eso, y a pesar de que algunos epidemiólogos chinos han advertido que es imposible saber con seguridad qué ocurrirá, el aumento de las cifras de afectados parece estabilizarse poco a poco, mientras que las tasas de mortalidad disminuyen y el número de altas no para de crecer.