Parece un chiste malo, pero la realidad supera a la ficción en este caso. ¿Puede una empresa noruega imponerse en el mercado de la energía solar en España?

Alto, rubio y ropa de estética nórdica –después de todo es noruego– Andreas Thorsheim se enfrenta a la complicada personalidad de la vida al sur de los Pirineos. Fundador de Otovo, una suerte de marketplace de paneles solares y energía renovable, este emprendedor ha pasado de ser líder con sus servicios en su país de origen –6 de cada 10 hogares, en un país en el que apenas hay horas de luz, tienen instalación solar– ha decidido abrir sede en España –un país con apenas instalaciones, pero con horas prácticamente ilimitadas de Sol–. "Para cualquier empresario del sector, España es el país más obvio", argumenta Thorsheim.

Controlando casi el 60% del mercado Noruego –la mayor parte de la población vive en viviendas unifamiliares–, Otovo quiere enfrentarse a las complejidades del español tras haber pasado por Francia, tras la compra de In Sun We Trust por 3,7 millones, y Suecia.

Su reto, además de la falta de cultura renovable, es el de las propias residencias. Solo el 25% de los habitantes del país reside en casas particulares; el resto correspondería a bloques de pisos. "No es que no podamos hacer instalaciones para edificios, pero es más complicado por el volumen de energía que hay que generar y porque hay que poner de acuerdo a toda la comunidad", explica el fundador de la compañía. Y aunque de momento tienen una oportunidad en 4 millones de hogares, la realidad es que saben que tarde o temprano tendrán que enfrentarse a ese problema. Así como a la propia cultura del país: mientras al noruego le conquistas por la vía de las renovables, en este caso la victoria vendría de la mano del precio.

Otovo Paneles Solares

En cualquier caso, son un marketplace sí, pero "no es lo mismo que una web que vende camisetas y pantalones. Este es un sector que genera muchas dudas y lo complicado es resolverlas".

Partiendo de esta base, el funcionamiento de Otovo parte de una pregunta muy simple: ¿dónde está la casa? De esta manera, su sistema sabe la horas de luz y distribución de la misma. Número de pisos, que determinarán la potencia, y cuántos paneles se quieren instalar. A partir de aquí, y con un precio aproximado, Otovo se encargaría de buscar al mejor proveedor para la instalación a través de un seguimiento personalizado. Sería, a grandes rasgos, un comparador de empresas que, además, se encargaría de todo el proceso de contratación y permisos.

¿Por qué ahora? España es un país con una energía muy cara y muchas horas de luz. Es el dorado de todos los mercados que, además, viene de un proceso complicado en lo que a renovables se refiere. Los vientos del "Impuesto al Sol" y la carga impositiva a las renovables aún siguen soplando, pese a que la reforma regulatoria haya mejorado los tiempos a la hora de pedir permisos y, sobre todo, ante la posibilidad de poder vender el excedente de energía. En operaciones desde hace solo unos días, ya cuentan con más de 500 solicitudes de estudio para la instalación de paneles solares; la primera de ellas está previsto que se realice en febrero de este año, con la idea de alcanzar las 1.000 antes de fin de curso bajo su promesa de ahorro anual del 15% de la inversión

La falta de competidores, pese al gran número de proveedores, las favorables cuestiones meteorológicas y la mejora en la regulación y la implicación medioambiental –"es una cuestión en la que todos los Gobiernos, independientemente del color, están implicados"– vienen de la mano también de la elección del representante de la compañía en España. En el negocio del emprendimiento su nombre no resulta extraño.

El que otrora fuese CEO de La nevera Roja antes de su venta a Just Eat, y también director de Groupon aquí en España, ha tomado posiciones ahora en el sector de las renovables. Iñigo Amoribieta es, desde hace unos meses, el encargado de sacar adelante un negocio muy diferente al de reparto de comida o de los descuentos.