Ante la epidemia de coronavirus que está afectando a China y otros países del mundo, el gobierno de Xi Jinping tomó la decisión de cerrar algunas fábricas de Foxconn y Samsung con el fin de evitar contagios.
Sumado a la cuarentena en Wuhan, China ha ordenado el cierre temporal de las fábricas de Foxconn, Samsung, Johnson & Johnson y otras empresas que se encuentran en Suzhou, una ciudad industrial ubicada al oeste de Shanghai.
Mientras que los trabajadores de compañías de Shanghai regresarán hasta el 10 de febrero, las plantas de Suzhou tardarán una semana más. La decisión tendrá un impacto evidente en la fabricación de componentes y dispositivos de Apple y Samsung.
En el caso de Foxconn, la compañía ha pedido a los empleados que visitan Taiwán por el año nuevo lunar, que permanezcan ahí y no regresen a la planta de Wuhan. La ciudad en donde se originó el coronavirus se encuentra en cuarentena, con acceso limitado y múltiples lugares públicos cerrados ante el temor de más contagios.
El coronavirus no es emergencia de salud pública internacional
A pesar que la Organización Mundial de la Salud sigue sin declarar el brote como emergencia de salud pública internacional, múltiples países han reportado casos. El principal afectado es China, siendo la provincia de Hubei donde más infectados y muertes han sido contabilizadas.
El número total de personas con el virus ascendió a 2.886 en todo el mundo, con 81 fallecidos y 59 que se han curado. Hasta este momento no hay vacuna alguna para el nCoV, aunque los investigadores ya se encuentran trabajando en ella.
El impacto del coronavirus en la producción de dispositivos no ha sido calculado del todo. Ante la falta de una vacuna y con el creciente número de infectados, China no sabe cuánto duraría la cuarentena o el cierre de fábricas, aunque algunos expertos de la OMS se preparan para un escenario de varias semanas.
De acuerdo con Financial Times, el presidente chino, Xi Jinping, dijo que el brote de coronavirus representa un reto mayor en términos económicos, que se suma a las protestas de Hong Kong, la epidemia de fiebre porcina y la guerra comercial con Estados Unidos.