A principios de 2019 se supo que Cadillac sería la división encargada de liderar los esfuerzos eléctricos de General Motors. Hoy su presidente, Steve Carlisle, anunció que la mayoría, o posiblemente todos los vehículos de la marca, serán eléctricos para 2030.
De acuerdo con Reuters, el plan de Cadillac es producir una SUV eléctrica a finales de 2023 en su planta de Detroit. El modelo será una variante de la Escalade, del cual se ha rumoreado que tendría una autonomía de 644 kilómetros, colocándose como uno de los vehículos de mayor rango.
Cadillac también tiene intenciones de entrar al mercado chino con un SUV eléctrico compacto similar al que mostró durante el North American International Auto Show a principios de año. El plan de la compañía es introducir el vehículo a China en 2022 y producir un modelo complementario en Estados Unidos a finales de 2023.
El SUV presentado por Cadillac el pasado enero estará construido sobre la plataforma BEV3, desarrollada por General Motors y que servirá como base para otros modelos eléctricos de la marca. Una de las ventajas es que permitiría al fabricante diseñar e implementar en un tiempo más corto y a menor costo los vehículos.
El presidente de Cadillac no tiene definido el momento en que se llevará a cabo la transición a los coches 100% eléctricos y mencionó que el principal reto es la autonomía. Carlisle dijo que Cadillac necesita un mínimo de 482 km para mantenerse competitivo, aunque el objetivo de la empresa está en los 644 km con una carga relativamente rápida.
Respecto al precio, anteriormente se mencionó que el nuevo SUV eléctrico se vendería a un precio similar al de los vehículos de gasolina equivalentes, algo así como 50.000 dólares.