"En general, nos preocupa que las compañías se fusionen por los datos". Así ha expresado Margrethe Vestager su posición respecto a operaciones empresariales como la llevada a cabo entre Google y Fitbit, cuya compra fue anunciada el pasado viernes 1 de noviembre.

La comisaria europea de competencia asegura que los organismos reguladores temen que las fusiones de compañías con grandes volúmenes de datos –y su posible fusión– comprometan la privacidad de los ciudadanos europeos o afecte a la competitividad de otros rivales, por lo que evaluarán estos aspectos en detalle antes de dar luz verde a cualquier posible operación.

La comisaria europea ha evitado cualquier referencia a la compra de Fitbit por parte de Google, aunque las preocupaciones expresadas durante el Web Summit (Lisboa) podrían acabar influyendo en la aprobación de esta operación por parte de la Unión Europea. El uso que Google haga –o pueda hacer– de los datos recopilados por Fitbit durante los últimos años (ritmo cardíaco, ubicaciones, entrenamientos, etc.) jugará un papel fundamental en el proceso.

Rick Osterloh, máximo responsable de dispositivos y servicios en Google, aseguró en el blog oficial de la compañía que los datos de salud recopilados por Fitbit no serán empleados en la segmentación y personalización de anuncios. "Seremos transparentes en los datos que recopilamos y por qué. Nunca venderemos información personal a nadie", aclaró el ejecutivo.

Margrethe Vestager, la comisaria europea, ha sido particularmente crítica con las prácticas de gigantes tecnológicos como Google, a quien ha impuesto importantes sanciones económicas durante los últimos años. Entre ellas se incluye la multa de 4.300 millones de euros por prácticas anticompetitivas en torno al sistema operativo Android, cuya cuota de mercado global supera el 80%.

Europa multa a Google con 4.340 millones de euros por abusar de posición dominante con Android