Netflix acaba de lanzar la tercera temporada de la serie creada por Peter Morgan, es decir, la superproducción dedicada a la reina Isabel II y la familia real de Reino Unido. Esta nueva entrega es muy especial por los cambios que sufrió el reparto, luego de dos temporadas con Claire Foy como la reina, es Olivia Colman quien ahora interpreta a la mítica soberana. A su lado se encuentran otros muchos actores nuevos y destacados que dan vida a los personajes en el periodo de 1964 y 1977 que abarca esta entrega.

La agitada década de los sesenta comienza con un reina ya experimentada, aunque con un grandes retos por delante ante un mundo cambiante, de postguerra y un imperio que terminó por desmoronarse. Con todos los aspectos políticos y sociales que los países sufrían, Reino Unido tenía sus propios retos, y, por tanto, la reina. Durante la temporada podremos ver como los enfrenta el mundo, la reina y todos sus allegados, pero también como los vientos de cambio agitaron y resquebrajaron muchas veces a esta familia.

‘The Crown’, la serie de Netflix que quiere convertirse en una monarquía

Antes que nada debe decirse que Olivia Colman luce fabulosa como la reina Isabel II, así mismo Tobias Menzies como el príncipe consorte, Felipe de Edimburgo. Ambos tienen bastante química en pantalla y representan de forma magistral sus papeles. Recordemos que Helena Bonham Carter sustituye a Vanessa Kirby como Margarita, condesa de Snowdon, la hermana de Isabel —quien sale fumando en todo momento, al parecer la llamada de atención que recibió Netflix fue archivada sin más—. Por otro lado, es Josh O'Connor quien da vida a Carlos de Gales, el heredero de la Corona, quien, durante esta temporada cobra mayor relevancia y tiene lugar su investidura como príncipe de Gales. Un evento muy significativo pero que, además, nos recuerda las vicisitudes de este hombre que, poco después haría cimbrar desde los cimientos a la familia real con su vida personal y familiar.

Netflix, llamado al orden por sus «malos humos»

Si hay algo destacado de esta serie, además de su producción extraordinaria, es la narración de cada capítulo. Pues los diez episodios son distintos en muchos sentidos, cada uno con su propio carácter y con sus propias preocupaciones. Así, tenemos uno dedicado al príncipe Felipe y como ejerce su papel como Consorte en un momento clave de su madurez como hombre, contextualizado con un evento que cambiaría para siempre la historia de la humanidad: el alunizaje tripulado del Apolo 11. En otro capítulo, por ejemplo, veremos el proceso de Carlos de Gales para convertirse en príncipe de esa región en donde podemos apreciar de cerca la compleja situación política de ese pueblo, así como el posicionamiento de Carlos frente a sus deberes con la Corona.

Sin duda The Crown en su tercera temporada no defrauda a nadie, a ningún seguidor de esta ambiciosa serie Original de Netflix. Se trata de la continuación de un título de gran calidad que no solo nos da un drama histórico, sino que nos recuerda la fragilidad de la historia, y sus pasos agigantados. Si podemos resumir la nueva temporada no estaremos equivocados decir que es impecable en todos los sentidos.

The Crown es una de las series más caras de la historia, y, por fortuna, no solo tiene ese atributo, también está hecha con gran calidad. No sabemos si Netflix consigue sus objetivos con esta serie, más que nada por la ambiciosa producción, o si el público continua interesado en la historia de la familia real, más que nada por la enorme oferta de series y plataformas que se tiene en este momento. Si Netflix no lo logra con esta tercera temporada, la suerte sigue de su lado pues la cuarta entrega se encargará de momentos más cercanos —y más escandalosos, dicho sea de paso— que llamarán poderosamente la atención del público.

‘The Crown’ segunda temporada: la continuación de una serie impecable

En conjunto la historia global de la tercera temporada a veces se siente un tanto inconexa, se entiende por la complejidad e importancia de cada personaje. Sin embargo, lo señalamos porque en las otras entregas los episodios se sentían más cohesionados entre sí, en donde los eventos se sucedían al mismo tiempo, más como ocurre en la vida real. Eso sí, más que una debilidad de la entrega es, en sí, solo otra forma de contar las historias.

Así pues, esta impecable e impresionante temporada nos espera con un nuevo reparto, diez episodios y muchas historias de una de las familias más conocidas alrededor del mundo: la familia real del Reino Unido. El título comienza a ceder ante el protagonismo a nuevos personajes como el propio Carlos y la princesa Anna, que en lo sucesivo también marcarían la agenda de la familia. Por supuesto la historia de la reina Isabel es angular y se le explora con un ánimo de despertar empatía y encanto por esta poderosa mujer. Sin duda estamos ante un título inigualable en calidad y ambición.

Las tres temporadas ya se encuentran disponibles para todos los suscriptores de Netflix.

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