El diario asiático Nikkei Asian Review asegura que Google ha comenzado a producir unidades de prueba de un smartphone con conectividad 5G. Las fuentes consultadas por la publicación aseguran que dicho teléfono hará uso de la plataforma Snapdragon 855 de Qualcomm, presente en otros teléfonos como el Galaxy S10 o el OnePlus 7 Pro, aunque podría no llegar a las tiendas hasta la primavera del próximo año.
Su anuncio, por lo tanto, podría no producirse el próximo 15 de octubre, cuando se espera que Google anuncie la nueva familia de smartphones Pixel 4. No obstante, en dicho evento sí podrían hacer acto de presencia un nuevo reloj inteligente Made by Google y un nuevo ordenador portátil, según explica Nikkei Asian Review.
Fabricantes como Samsung, Huawei y Xiaomi ya ofrecen productos con conectividad 5G, aunque su éxito en el mercado occidental ha sido bastante reducido. No obstante, se espera que, a lo largo de 2020, tanto los fabricantes de smartphones como los operadores eleven su apuesta por esta tecnología.
El próximo año también se esperan mejoras sustanciales en las redes 5G de los operadores, que expandirán la cobertura e implementarán nuevos estándares. Esto, unido a la mejora de los modems necesarios, facilitará la integración de la nueva conectividad en productos comerciales como los smartphones.
Una mejora de impacto reducido
Pese a la evidente mejora objetiva que representa el 5G a nivel técnico, su llegada a los smartphones no tendrá un impacto significativo en la experiencia de uso de los mismos. Esta red ofrece un mayor ancho de banda y una menor latencia, entre otras cosas, pero los casos de uso que aprovechen dichas capacidades son, a día de hoy, sumamente reducidos –tal y como este medio pudo comprobar durante varios días–. La situación contrasta con la experimentada tras la llegada del 4G, que acabó con el cuello de botella del 3G y desbloqueo todo el potencial que los smartphones albergaban en su interior.
Con el paso de los años, los smartphones sacarán partido de la nueva red, pero el auténtico potencial de esta tecnología está en otros campos como la robótica, la conducción autónoma o los servicios cloud. Todos ellos se verán mucho más beneficiados por el 5G que el smartphone, cuyo avance será mucho más imperceptible para la mayoría de usuarios durante los primeros años.
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