A finales del pasado mes de abril, los electrocardiograma llegaban a Europa de la mano de los Apple Watch Serie 4. Pero hay otra función tanto de la serie 4 como de la 5 que están empezando a incluir Huawei, Samsung y Fitbit en sus relojes inteligentes: la HRV. Pero ¿qué es esto? ¿Por qué nos puede ser útil conocer esteindicador?

HRV son las siglas en inglés de Hearth Rate Variability, es decir, de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC en castellano). Esta variable lo que hace es "determinar cómo varían los intervalos R-R, es decir, el intervalo que transcurre entre un latido y otro", indica a Hipertextual el doctor Javier Jiménez Candil, presidente de la sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología desde el otro lado del teléfono. "Se hace una conversión matemática en función de intervalos fijos y los dispositivos que están validados clínicamente te dan una respuesta", el más utilizado es el Holter de 24 horas.

Apple Watch Series 4: ¿qué es un electrocardiograma?

"La variabilidad de la frecuencia cardíaca es un marcador del estado de activación relativa del eje simpático-parasimpático", añade el experto. Pero ¿qué es este eje? En el sistema nerviso autónomo, "el organismo tiene una parte del sistema consciente que nosotros utilizamos para hablar, contraer los músculos, para tener sensibilidad... Y hay una parte del sistema nervioso que no depende de nosotros, depende del cerebro más profundo que rige actividades como la digestión o, incluso, el propio funcionamiento del corazón", explica el doctor Jiménez. "El sistema nervioso autónomo tiene dos partes, aunque en realidad son dos sistemas nerviosos autónomos y son antagónicos. El sistema simpático es el que activa las catecolaminas" (adrenalina o noradrenalina) y lo que hace es ponernos en marcha cuando nos asustamos, corremos o, incluso, nos enfadamos. "Mientras que el sistema parasimpático es justamente lo contrario, se vincula con estados de reposo, frecuencia cardíaca baja...", añade este experto.

"La gracia es que los sistemas de activación catecolaminérgica se asocian a enfermedades cardiovasculares y a peor pronóstico", comenta Jiménez. "Los pacientes que tienen una variabilidad de la frecuencia cardíaca baja son los que tienen una activación simpática elevada, es decir, que el hecho de que no haya variación entre latido y latido en la frecuencia cardíaca implica que está predominando el sistema nervioso simpático sobre el parasimpático a nivel cardíaco", explica. "Y esto, en pacientes enfermos, se ha visto que se correlaciona con mal pronóstico sobre todo en enfermedades de insuficiencia cardíaca", afirma. Al tener menos variabilidad de la frecuencia cardíaca, "tienen más mortalidad, probablemente porque tienen un mayor acondicionamiento del sistema nervioso autónomo". Y, por tanto, la HRV se trata de "un marcador de riesgo".

Conocer los niveles de la HRV aporta información útil sobre la salud de uno mismo, sobre todo cuando se realiza ejercicio físico. Este indicador nos dice cómo es el estado de recuperación a corto y largo plazo y la condición del corazón, además de contarnos qué tal está respondiendo el cuerpo al estrés. A corto plazo, el ejercicio es un estresor, pero a largo plazo fortalece el corazón. Una HRV elevada es señal de un corazón y sistema nervioso flexible, lo que indica que uno tiene una buena salud cardiovascular. Además, conocer cómo está tu variabilidad de la frecuencia cardíaca te dirá si hoy vas a entrenar mejor o te va a costar más hacer ejercicio, pero también si te vas a recuperar bien o va a ser más difícil que en otras ocasiones.

"Los deportistas sanos en ese equilibro entre el sistema simpático-parasimpático al que está sometido el organismo tiene una situación fisiológica favorable (intervagotomía). Y en esa medida lo lógico es que los pacientes sanos que practican deporte con regularidad no solo tienen más opciones de tener frecuencias cardíacas más bajas producto de ese predominio del parasimpático sobre el simpático sino que tienen más HRV", indica el experto.

Si la HRV es baja, se pueden tener problemas de salud. Aunque sobre todo está asociado a insuficiencia cardiovascular, también las personas con diabetes, enfermedad coronaria o hipertensión pueden presentar una HRV baja, tal y como señala el doctor Jiménez.

En la práctica médica el Holter de 24 horas es el que se utiliza para medir este indicador, por eso es necesario que cuente con el software necesario para realizar los cálculos matemáticos que den un "coeficiente que es la derivación estándar de la variación de los R-R en intérvalos de 5 minutos". "Te lo da como un índice numérico que está validado científicamente, no solo por las agencias reguladoras sino que se incluye una validación clínica", afirma este experto. "Cuando la HRV está por debajo de un determinado nivel, sabemos que el paciente tiene más riesgo de que se descompense, sobre todo si tiene insuficiencia cardíaca", señala.

El doctor Jiménez desconoce la fiabilidad de los nuevos dispositivos al dar el HRV. No obstante, hace unos meses apareció un estudio de la Universidad de Zaragoza liderado por David Hernández que recoge que el Apple Watch obtenía unos índices de fiabilidad y concordancia muy altos, a pesar de que se encontraron con dos limitaciones. La primera limitación fue que cuando el reloj detecta movimiento deja de medir la HRV y el segundo, que había latidos que se perdían y que, por tanto, el reloj inteligente no recogía. Pero la conclusión fue que cuando el Apple Watch detecta, lo hace muy bien y eso ocurrió en el estudio el 90% del tiempo.

Para Jiménez hay que tener en cuenta dos cosas: "Hay que conocer la fiabilidad, conocer si la señal es fiable y estable", por un lado. Mientras que por el otro, es importante saber "cómo se hace la conversión matemática para el estudio de la determinación de la HRV", explica. "Tenemos que estar seguros de que se cumplen los estándares. Es decir, si se cumplen, el valor que se les dé es el que tendrá utilidad clínica, si hacemos una medición con otros estándares a lo mejor el valor no es comparable al valor que se utiliza habitualmente en la práctica clínica. O tiene otro valor", añade.

"Estas son las dos cuestiones que quedan abiertas y tendrán que validarse", pero "si esto se cumple, los relojes inteligentes serán otro instrumento para la detección de la HRV", comenta Jiménez. Por tanto, aunque todavía queda hacer más estudios clínicos que hagan hincapié en la fiabilidad de la HRV que están midiendo nuestros dispositivos, es interesante conocerla para saber si es baja y, por tanto, tenemos que realizar más ejercicio.