Desde que presentaran el Fairphone original por allá por 2013, la iniciativa ética detrás de móviles no solo mejores, sino también más duraderos y reparables, ha mantenido un enfoque comprometido con todas las etapas de su vida. Esto incluye desde la extracción de los minerales utilizados hasta la adquisición de piezas directamente por el usuario.
Ahora, pasados cuatro años desde que vimos su segunda versión, llega un Fairphone 3 que aúna estos principios con unas características más adaptadas a la era actual, aunque manteniendo la base de diseño que les caracteriza.
Fairphone 3, mucho más que especificaciones y precio
El Fairphone 3 llega con un diseño que recuerda a los terminales de hace ya un par de años, con márgenes superior e inferior consistentes. No obstante sus características sí están actualizadas a ciertos estándares de 2019. Entre ellas encontramos una pantalla LCD alargada de 5,65 pulgadas en formato 18:9 y resolución FullHD+, un modesto pero competente procesador Snapdragon 632 y memorias de 4 y 64 GB con opción a tarjeta microSD.
Su cámara recibe especial atención, puesto que se trata de uno de los elementos que más valoran los usuarios, contando con un sensor de 12 MP y f/1,8, que en el frontal es de 8 MP. Su batería es, al contrario de la tendencia actual, fácilmente reemplazable a través de su tapa trasera plástica y transparente, cuya capacidad es de 3.000 mAh y cuenta con carga rápida QuickCharge 3.0 de Qualcomm.
Por último, el nuevo sistema cuenta con conector de auriculares de 3,5 milímetros, el último estándar de conexión y carga en forma de USB C, altavoces en estéreo, sensor de huellas dactilares en su parte trasera y la última versión de Android disponible (9 Pie).
Extracción, fabricación, reutilización y reparación
En el centro de la estrategia de Fairphone se encuentra la fabricación de productos que resistan el paso del tiempo y que, en última instancia, necesiten ser renovados con menos frecuencia y generando menos deshechos. Para ellos, se aseguran de que toda la cadena de producción está a la altura desde un punto de vista más ético.
Esto incluye la propia extracción de los minerales empleados, que se realiza de acuerdo a los términos habituales de comercio justo –de hecho, exhiben su etiqueta Fairtrade Gold en su web-. Esto es, jornadas y condiciones laborales acordes a las que disfrutamos en occidente, que se aplican también en la etapa de ensamblaje y fabricación. De hecho, los proveedores principales son públicos, y se invierte también en la supervisión de las líneas de fabricación.
De hecho, Fairphone afirma haber estudiado cuál es el coste extra de proporcionar estos salarios decentes a sus empleados que permitan "ganarse la vida". Este estaría en torno a 1,50 dólares por dispositivo, y esa es la cantidad que precisamente dice abonar en concepto de bonus directamente a estos trabajadores. La planta donde se ensamblan está localizada en Shouzou, al este de China.
Para conseguir la reparabilidad máxima, Fairphone se apoya en los datos de iFixit, que ya le dieron en la pasada edición la máxima puntuación al Fairphone 2, de diez sobre diez. Y es que se trata fácilmente del único móvil del mundo que incluye un destornillador para desmontarlo, bajo el lema "Yours to open, yours to keep" –tuyo para abrirlo, tuyo para quedártelo–.
Fairphone 3: disponibilidad, repuestos y precio
El Fairphone 3 estará disponible a partir de mediados de septiembre a un precio inferior al de la pasada generación, que se queda esta vez en los 450 euros, aunque ya puede ser reservado. A diferencia del resto de marcas este se envía, para reducir la generación de residuos, sin ningún tipo de accesorio, por lo que en caso de necesitarlos se pueden añadir cargadores y cables también "responsables" a un coste de unos 20 euros.
Fairphone cuenta con garantía de dos años, además de soporte en cinco idiomas y política de devolución –el habitual desistimiento de compra– de 14 días si no estamos convencidos del producto. Además, Fairphone pone a disponibilidad de los usuarios los siguientes repuestos –entre otros–, en caso de que alguno se dañe o deje de funcionar en un futuro:
- Pantalla, por 89,95 euros
- Cámara, por 49,95 euros
- Altavoz, por 29,95 euros
- Batería, por 29,95 euros
- Cubierta trasera, por 24,95 euros
Sin embargo, no se trata de un teléfono actualizable en el sentido que lo fue el ya difunto Project Ara de Google. Las piezas del Fairphone 3 no se podrán actualizar, por ejemplo, si pasan un par de años y buscamos una batería mayor o una cámara mejor, por lo que están ahí simplemente con propósitos de durabilidad.
En cualquier caso, Fairphone no puede garantizar una durabilidad inagotable para sus dispositivos. Ya en 2017 se vio obligada a retirar tanto el soporte de software como la producción de repuestos para su smartphone original. A su favor se encuentra ahora una comunidad mayor y un mayor alcance –del Fairphone 1 se distribuyeron apenas 60.000 unidades– que pueden permitir una economía de escala más favorable para la iniciativa holandesa.