Viajar en avión supone una preparación extra que otros medios de transporte no requieren. No basta con hacer la maleta y rezar para no dejarse nada olvidado. También es necesario preparar una bolsa transparente con líquidos en botes de menos de 100 mililitros, procurando no rebasar el litro.

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Es una medida claramente molesta, pero necesaria, dado el suceso de 2006 durante el que 24 terroristas intentaron introducir en varios aviones una gran cantidad de explosivo líquido, repartido en botellas, dentro del equipaje de mano. Afortunadamente, la policía británica logró detenerlos a tiempo, dando la voz de alarma sobre este modus operandi, desconocido hasta el momento. Se implantó así en todo el mundo esta directriz, que todavía sigue vigente en la actualidad. Aunque en el aeropuerto londinense de Heathrow podría dejar de estarlo en unos años, gracias a una nueva tecnología, que permitiría detectar explosivos directamente al escanear la maleta.

Un ahorro de tiempo bueno para el medio ambiente

El aeropuerto, en colaboración con el Departamento de Transporte del Reino Unido, se ha puesto en marcha con el desarrollo de esta nueva maquinaria con dos objetivos principales.

Por un lado, se pretende ahorrar en la utilización de plásticos de un solo uso; ya que, si bien muchas personas utilizan neceseres transparentes reutilizables, otras recurren a una bolsa desechable diferente en cada viaje. Por otro, se busca que los pasajeros afronten sus vuelos con tranquilidad, eliminando el estrés de que los líquidos estén distribuidos correctamente o la obligación de abrir la maleta en casos determinados.

Para ello, se invertirán 50 millones de libras en la puesta en marcha de una nueva máquina, diferente a las que se usan en la actualidad. Por lo general estas se basan en un escáner de rayos X, similar al empleado en los hospitales. Cuentan con un problema muy básico, ya que no pueden analizar los objetos por separado, de ahí que si en la imagen se ve alguna forma sospechosa a menudo nos hagan abrir el equipaje para comprobar de qué se trata. Además, es la razón por la que el neceser con los líquidos debe llevarse por separado.

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Para evitar este problema, se planea comenzar a usar máquinas de tomografía computarizada, también empleadas en el ámbito médico, para realizar la típica prueba conocida como TAC. Estos dispositivos, en los que la fuente de rayos X gira alrededor de una apertura circular, permiten obtener una imagen tridimensional del contenido de las maletas, pudiendo tomar cada objeto por separado y rotarlo. Además, se les introducirán algoritmos que puedan identificar explosivos líquidos, ya que cuentan con una densidad muy característica.

Aunque la tecnología aún no está a punto, en Heathrow esperan contar con ella para el año 2022, según han contado responsables de las instalaciones en un comunicado. Pero este no es el único aeropuerto que se encuentra detrás de añadir una de estas máquinas a sus instalaciones. También es el objetivo de otros, como el de Melbourne, que ha depositado la tarea en manos de la empresa Smith Detection. Aún queda un tiempo para que podamos disfrutar de esta facilidad. Hasta entonces, el neceser transparente y la botella de agua rellenable tendrán que seguir siendo un básico en nuestras bolsas de viaje.