Los tiempos en que los niños eran víctimas del bullying por ser del grupo de los nerds ha quedado en el olvido. Parece que el fenómeno Fortnite se ha popularizado de tal modo que ahora los insultos y la popularidad dependen de cuánto dinero se gasta en el popular battle royale.
De acuerdo con un extenso reporte de Polygon, la influencia de Fortnite es evidente en niños y jóvenes que piden dinero a sus padres para poder comprar items dentro del juego, principalmente trajes (skins) para vestir a su personaje.
Las razones son variadas y van desde evitar ser molestados por otros niños, hasta tratar de pertenecer al grupo de los populares. Aquellos que tienen a un personaje con el skin que viene por defecto son llamados "Defaults", un insulto que denota que no son capaces de adquirir un nuevo traje.
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Los trajes e items en Fortnite son parte del esquema de pago por medio de microtransacciones. Si bien algunas son desbloqueables en el juego durante cada temporada, el resto se adquiere por medio de monedas conocidas como "Pavos" o "V-Bucks". Los trajes son un modo de diferenciarse del resto y esto es aprovechado por algunos niños para hacer bullying.
La baja autoestima se resuelve comprando trajes en 'Fortnite'
La evidencia en escuelas de Estados Unidos muestran distintos niveles en los que el efecto Fortnite afecta las relaciones de los menores en la escuela. La falta de autoestima orilla a los niños a gastar dinero en el juego con tal de no ser un "Default" y aparentar ser alguien cool para poder pertenecer al grupo.
El acoso por jugar con un traje por defecto en el juego se sufre en múltiples niveles que van desde el bullying en la escuela, hasta dentro del juego con acciones de otros jugadores en las que tratan de humillar a los "defaults" de distinto modo.
Esto último es celebrado por millones de personas en YouTube, quienes visualizan los videos y han dado pie a la creación de un nuevo subgénero en Fortnite.
La popularidad del battle royale ha definido el modo en como la industria de videojuegos se está moviendo hoy en día. A Fortnite se suman otros juegos como PUBG o Apex Legends, que contabilizan miles de jugadores y espectadores en plataformas de video por streaming.
A diferencia de sus competidores, Fortnite tiene una amplia aceptación entre los menores, quienes invierten horas y decenas de dólares en adquirir trajes, power-ups y otros elementos del juego que les permitan ser competitivos, evitando así el acoso que sufren en la escuela.