El universo en sí mismo es una gran incógnita, desde la materia o energía oscura que no podemos ver hasta si hay vida más allá de nuestro planeta. Pero hay incógnitas que se pueden tratar de resolver porque están más cerca de nosotros. El Sol, por ejemplo, genera varias dudas y por ese motivo es el objetivo de varias misiones internacionales.

La sonda Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) todavía no está lista para zarpar camino de nuestro astro rey, pero su fecha de lanzamiento cada vez está más y más cerca. ¿Cuándo la veremos volar hacia nuestra estrella? ¿Qué objetivos científicos tiene? ¿Se derretirá como las alas de Ícaro al acercarse a nuestra estrella? ¿Qué otras misiones hay cerca del Sol?

La ESA planea enviar la sonda hacia el Sol durante 2020, aunque todavía no hay una fecha fijada, es el año en el que se espera que todo esté listo para el lanzamiento. Veremos si los planes de la agencia europea se cumplen y podemos observar el cohete Atlas V de la NASA, que será la encargada de lanzarlo, surcar el cielo desde Cabo Cañaveral hacia nuestra estrella.

La misión Parker de la NASA, de camino al Sol

Objetivos científicos

Los fines que buscan los investigadores no se alejan mucho de los que se quieren conseguir con la sonda solar Parker, una misión que la NASA envió hacia el astro rey el pasado 12 de agosto y que ya se ha convertido en el objeto creado por el ser humano que más se ha acercado al Sol, marcando todo un hito histórico. La Tierra está a 149,6 millones de kilómetros de nuestra estrella mientras que esta sonda sobrepasó los 15 millones de millas (24 millones de kilómetros) el pasado mes de noviembre.

Aurora boreal en Jokulsarlon, Islandia. Fuente: AndyBest

Así pues, ambas misiones esperan encontrar respuestas a tres preguntas fundamentales que hoy por hoy no hemos resuelto: el calentamiento de la corona solar (la parte más externa de la estrella), el viento solar y las eyecciones de masa coronal. Sin embargo, el Solar Orbiter irá más allá: observará los polos del Sol en un ángulo de 3 grados, buscará cómo funciona la dínamo del Sol y será, según apuntan desde la ESA en un comunicado, "en su punto más cercano, la nave se acercará al Sol más de lo que ninguna otra misión ha logrado, soportando un calor abrasador, y llevará sus telescopios hasta casi un cuarto de la distancia de nuestro planeta a la estrella". De esta forma, le arrebataría el título a la sonda solar Parker... pero para eso aún queda tiempo.

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¿Cuáles serán los instrumentos que el Solar Orbiter trasporte para el estudio de sus objetivos? La nave llevará una carga de 180 kilogramos que le servirá para medir y detectar todo lo que se encuentre cerca de la sonda, desde partículas cargadas hasta campos magnéticos del viento solar, pasando por ondas magnéticas y de radio del viento y partículas cargadas de energía, según señalan desde la agencia europea. "Para ello, Solar Orbiter cuenta con 27 sensores, entre ellos 9 telescopios. Lo que se busca es relacionar los fenómenos que observamos en el Sol con el efecto que producen en el medio interplanetario por el que vuela la nave", comentan desde la ESA.

Uno de los conjuntos de instrumentos observará la superficie y la atmósfera del Sol", indica la agencia. La forma perfecta, según señalan, para observar el gas de la atmósfera del Sol "es mediante la potente emisión de rayos ultravioletas de onda corta". Esta es la razón por lo que la sonda contará con un generador de imágenes de alta resolución y del Sol completo, "y con un espectrómetro de alta resolución". "La atmósfera exterior del Sol se revelará mediante coronografías de ultravioleta y luz visible que ocultarán el disco brillante del Sol. Para examinar la superficie en luz visible y medir los campos magnéticos locales, Solar Orbiter también contará con un magnetógrafo de alta resolución", comentan.

Resistir al Sol

El viaje hasta el astro rey no será fácil. Comenzará con una fase de crucero de tres años, aunque durante este tiempo algunos instrumentos ya comenzarán a recoger algunos datos in situ, tal y como señalan desde la ESA. Tampoco será fácil ya que para coger velocidad suficiente y para cambiar su rumbo necesitará de la asistencia gravitatoria tanto de la Tierra como de Venus. "Estas maniobras permitirán poner a Solar Orbiter en una órbita de 168 días alrededor del Sol, momento en que el satélite podrá dar comienzo a su misión científica", apuntan desde la agencia europea. Además, la sonda pasará por el polo de de nuestra estrella, una zona que no es imposible observar desde la Tierra y que aportará a los científicos más información sobre el Sol.

ESA

El padre de Ícaro trató de que ambos escaparan del rey de Minos con unas alas hechas de cera, pero el joven se acercó tanto al Sol que estas se derritieron y terminó precipitándose al mar y murió ahogado. Por esto es tan importante que, al tratarse de una misión que viajará tan cerca del nuestra estrella, uno de los grandes problemas a solucionar fuera que la nave no se quemara y que los instrumentos pudieran mantenerse en los grados adecuados para funcionar: es esencial que las altas temperaturas y radiaciones que emitirá el Sol. Sin embargo, ya tenían experiencia porque el pasado mes de octubre se lanzó BepiColombo, la sonda espacial que estudiará Mercurio, el planeta más cercano al Sol y que también ha necesitado protección de este tipo. También se ha tomado de esta misión "los paneles solares y el sistema de comunicación", comentan desde la ESA.

"El satélite Solar Orbiter está especialmente diseñado para apuntar en todo momento a nuestra estrella, por lo que su cara frontal permanecerá protegida por un parasol", indican desde la ESA. Además, al igual que la misión que está en Mercurio o como la sonda solar Parker, el Solar Orbiter "se mantendrá refrigerada" y lo hará gracias "a la colocación de unos radiadores especiales, que disiparán el exceso de calor al espacio", concluyen desde la agencia.