¿Hay metano en Marte: sí o no? ¿En qué cantidades? Si lo hubiera, ¿de dónde procede? Estas son las principales preguntas que uno puede hacerse al escuchar hablar sobre las últimas novedades presentadas estas semanas por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y, también, por las investigaciones realizadas por la NASA en los últimos años, como la detección de este gas por parte de Curiosity.

A finales de abril del pasado año comenzó la misión del ExoMars Trace Gas Orbiter, que es buscar gases traza, es decir, aquellos que se presentan en proporciones menores al 1% en la atmósfera marciana. Uno de los gases a estudiar era, por supuesto, el metano. Ahora, tras casi un año de recogida de datos, se han presentado los resultados preliminares: "Estamos encantados con los primeros resultados del TGO", comenta en un comunicado de prensa Håkan Svedhem, científico de este proyecto de la ESA. "Nuestros instrumentos están funcionando muy bien e incluso dentro de los primeros meses de observación ya estábamos proporcionando datos exquisitos a un nivel mucho más alto que los alcanzados con anterioridad".

Este miércoles 10 de abril, mientras el mundo mira la primera fotografía del contorno de un agujero negro, la ESA ha decidido presentar los resultados preliminares del ExoMars Trace Gas Orbiter (más conocido como TGO) sobre el metano en la atmósfera marciana y las noticias, por el momento, no son buenas. Apenas se registra metano de forma esporádica y, además, en los límites más bajos para que el TGO pueda dar con ellos.

Si bien es cierto que hace apenas una semana la misma agencia europea confirmaba que la sonda Mars Express había observado metano tan solo un día después que Curiosity, el róver de la NASA, presenció allá por 2013, ¿cómo encaja estos nuevos datos con esta información?

Curiosity descubre cómo cambia el metano en Marte

Aunque no es la única información que nos aportan estos datos preliminares, este orbitador también ha hecho un mapa preliminar de las aguas subterráneas que hay en el planeta rojo y ha observado desde cerca la tormenta de polvo que terminó con la vida de Opportunity. TGO siguió la tormenta desde su inicio, también vio cómo se desarrolló y gracias a este monitorio ahora se sabe un poco más sobre cómo el aumento de polvo afecta el vapor de agua en la atmósfera, "importante para comprender la historia del agua" en el planeta vecino a lo largo del tiempo, según señalan desde la agencia europea.

¿Cómo encajar todos los datos?

No hace ni una semana de las que creíamos que eran buenas nuevas: la ESA confirmaba la detección de metano por parte de Curiosity el 5 de junio de 2013 ya que su orbitador, el Mars Express de la ESA, había pasado por la zona del cráter de Gale al día siguiente y también había sido capaz de detectarlo.

Pero antes de 2013 ya se tenían sospechas de que este gas podía estar en la atmósfera de nuestro vecino. La misión Mars Express y el róver Curiosity de la NASA hallaron, en 2004 y 2014 respectivamente, unas cantidades de metano inesperadas que mostraban una sorprendente variabilidad. También se había observado desde telescopios en la Tierra. Además, la doble detección por parte de Curiosity y la misión de la ESA hizo acrecentar las esperanzas ya que el metano es un gas que puede permanecer en la atmósfera durante relativamente poco tiempo ya que es destruido por la radiación solar en unos cientos de años. Esto justamente implicaría que el gas ha sido lanzado a la atmósfera de forma más o menos reciente. Pero el TGO "detecta de 10 a 100 veces menos metano que todas las detecciones anteriores", indican desde la ESA. Estos resultados pueden desinflar las esperanzas puestas en que Marte contuviese dicho gas de forma regular.

ExoMars TGO/ESA

El metano es un gas importante para la investigación de Marte porque implicaría dos cosas. Por un lado, que hay vida, cosa poco probable, y por otra parte, que hay procesos geológicos en marcha. Y siempre se ha pensado que nuestro vecino es un planeta muerto. Una de las primeras explicaciones es que se puede tratar de metano que aparece en la atmósfera de manera estacional. Y, teniendo en cuenta que el TGO lleva un año terrestre, pero los años marcianos son más largos, es posible que el próximo año nos encontremos con que sí hay emisiones de este gas.

Sin embargo, debido a las nuevas noticias está cogiendo fuerza una hipótesis relacionada con los procesos geológicos. Está claro que Marte un día tuvo actividad de este tipo, quizás en esa época se quedó un depósito de gas subterráneo que se ha ido liberando poco a poco en las últimas décadas (o quizás en los últimos siglos) y que hemos pillado en el momento exacto. Una serendipia de la ciencia, como tantas otras que ya ha habido. Aunque esta fuera la respuesta a los datos que las diferentes misiones están captando, continúa siendo interesante a nivel científico porque si el metano tarda al menos un par de cientos de años en desaparecer, ¿dónde está el metano que se captó hace un par de años? ¿Puede que haya en Marte un proceso de descomposición del metano que desconozcamos?

"No tenemos todas las piezas del rompecabezas ni tenemos el cuadro completo, pero es por eso que estamos con TGO, haciendo un análisis detallado de la atmósfera con los mejores instrumentos que tenemos para comprender mejor qué tan activo está este planeta, ya sea geológicamente o biológicamente", explican desde la ESA en un comunicado. Todavía quedo mucho por investigar porque no tenemos todos los datos, solo ha pasado un año desde que el TGO empezó a realizar sus investigaciones. Ahora solo queda esperar qué nuevas nos van dando las agencias en los próximos meses para conocer un poco más sobre nuestro vecino.

Mapa del agua en Marte

ExoMars TGO/ESA

Este es el mapa de aguas subterráneas preliminar que la agencia europea ha presentado este miércoles después de que la misión comenzara a recavar datos a finales de abril de 2018. La tarea de mapeo del instrumento tomará aproximadamente un año de Marte (casi dos años terrestres) "para producir las mejores estadísticas para generar el mapa de mayor calidad", indican desde la agencia, y se está realizando mediante el instrumento del orbitador llamado FREND.

Pero los primeros mapas presentados en base a unos pocos meses de datos ya superan la resolución de las mediciones anteriores: "En solo 131 días, el instrumento ya produjo un mapa que tiene una resolución más alta que la de los 16 años de datos de su predecesor, la Mars Odyssey, y está previsto que continúe mejorando", ha dicho en un comunicado Igor Mitrofanov, investigador principal del instrumento FREND en el Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia (en Moscú).

"Además del permafrost, obviamente rico en agua, de las regiones polares, el nuevo mapa proporciona detalles más refinados de las regiones húmedas y secas localizadas", indican desde la ESA. "También destaca los materiales ricos en agua en las regiones ecuatoriales que pueden significar la presencia de permafrost rico en agua en los tiempos actuales, o las ubicaciones anteriores de los polos del planeta en el pasado", añaden. Estos datos son cruciales para "comprender la evolución general de Marte y dónde está toda el agua actual", agrega Mitrofanov. "Es importante para la ciencia en Marte, y también es valioso para la futura exploración de Marte".

"Tenemos un futuro prometedor al contribuir a los muchos aspectos fascinantes de la ciencia de Marte, desde la distribución del agua subterránea, a los procesos de superficie activos y a los misterios de la atmósfera marciana", concluye Svedhem.