El pasado 10 de junio, mientras una tormenta de polvo cubría con su manto arenoso todo el planeta rojo, el rover Opportunity enviaba a la sala de control de la NASA sus últimos datos. Desde entonces, todos los intentos para volver a contactar con él han sido infructuosos. Tanto, que la agencia espacial estadounidense tomó anoche la determinación de realizar un último intento, tras el cual decidirían si dar por terminada la misión.
Finalmente, la decisión acaba de ser publicada en una rueda de prensa en la que han confirmado lo que muchos ya sospechaban: la misión ha llegado a su fin y el rover, que llevaba desde 2004 extrayendo información sobre Marte, ha sido dado por perdido.
Un viaje de más de catorce años
En enero de 2004, los robots gemelos Spirit y Opportunity, pertenecientes a la misión Mars Exploration Rover, aterrizaban en el planeta rojo, con el objetivo de explorar su superficie y analizar sus características físicoquímicas y geológicas, en busca de posibles señales de vida. En un principio estaba previsto que la misión durara 90 días, aunque los científicos detrás del proyecto aseguraban que podrían estar contentos si conseguían aguantar un mes. Por aquel entonces solo otros tres robots similares habían conseguido aterrizar con éxito en este planeta y su supervivencia allí se antojaba muy complicada.
Sin embargo, los dos gemelos lograron superar todas las expectativas, alargando la misión varios años. El primero en sucumbir fue Spirit, cuyo trabajo se dio por finalizado en mayo de 2011, después de no recibir ninguna señal procedente de él desde marzo de 2010.
Opportunity sí logró superar la barrera de los diez años, incluso de los catorce, pero no ha conseguido llegar a los quince. De cualquier modo, todo este tiempo ha sido suficiente para que el rover recorra más de 45 kilómetros, en los que ha capturado y enviado más de 215.000 imágenes, analizando la composición de cientos de rocas. Entre ellas destaca el descubrimiento de la jarosita, un mineral que también se encuentra en algunas zonas de la Tierra, como el barranco del Jaroso, en Almería. Esta es, de hecho, una de las razones por las que la agencia espacial europea eligió recientemente este enclave de la provincia andaluza para realizar las pruebas con el rover que la misión Exo Mars enviará al planeta rojo en 2020.
Marte pudo ser un lugar más acogedor y cálido para la vida en el pasado
Entre sus hallazgos destaca también la existencia de evidencias de un pasado húmedo y cálido, que incluso podría haber llegado a albergar vida.
Los últimos pasos de Opportunity
El pasado mes de junio el último superviviente de los gemelos tuvo que hacer frente a una tormenta de polvo, que finalmente terminó con su estancia en Marte. Los científicos de la NASA sospecharon que algo iba mal cuando el robot dejó de enviar los datos almacenados. En un principio sí que funcionaba la opción de mandar información a tiempo real, pero nada más. Con el tiempo dejó de enviar cualquier señal, por lo que se perdió todo contacto con él. Ahora se sabe que el polvo de la tormenta pudo tapar los paneles solares, evitando que pudiera cargar sus baterías y llevándolo a la “muerte”.
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Queda por lo tanto confirmado el fin de este rover. Hoy es un día triste para la NASA, pero también hay lugar para la felicidad, porque aquellos robots de los que se esperaba que difícilmente superaran el mes en Marte han pulverizado su meta, dando ejemplo a otras muchas misiones, que poco a poco se encargan de desentrañar los misterios del planeta rojo. Descanse en paz, Opportunity.