En Europa, empezamos 1999 con nueva moneda, el euro, que nos unía un poco más. Por un lado, porque podías pagar con euros en cualquiera de los primero doce países que la incorporaron a su bolsillo, y por otro, porque lo que antes costaba 100 pesetas pasó a costar un euro, o lo que es lo mismo, 166 pesetas. Seguro que ocurrió en el resto de Europa, en mayor o menor medida, y nos unió en las constantes quejas por la subida de precios.
Pero, ¿qué nos deparaba el año 2000 en adelante? ¿El efecto 2000 iba a dejar inservibles las computadoras de todo el mundo? Algún percance ocurrió, como una alarma que se activó en una planta de energía atómica en Japón o una computadora de una biblioteca de Pennsylvania que quiso cobrar a sus usuarios por prestar sus libros durante 100 años. Anécdotas hay muchas y más divertidas que catastróficas, pero en general fue más el boom mediático que realmente el daño ocasionado a nivel material y personal.
Vistos desde la distancia, hemos vivido muchos cambios, y a nivel tecnológico parece que todo se mueve cada vez más rápido. Hasta la llegada de Apple y Samsung al mercado de telefonía móvil, ¿quién iba a pensar que cada año íbamos a ver decenas de modelos nuevos, a cada cual mejor, con más memoria, más rápido, mejor calidad de pantalla y una cámara prácticamente profesional? A comienzos de 2000, los teléfonos estaban pensados para durarnos años, no para cambiarlos cada doce meses.
Pues estos cambios y muchos más se han dado en diferentes ámbitos de nuestra vida. Veamos algunos de ellos y pido disculpas si me olvido de otros, posible tanto o más importantes que los siguientes.
Telefonía
Hoy en día hay más teléfonos móviles que fijos, y en muchos hogares, si hay un teléfono fijo es porque en nuestro contrato de telecomunicaciones venían integrados el acceso a internet, la telefonía móvil, la fija y tal vez incluso acceso a televisión de pago. Pero cada vez es más frecuente contar con acceso a internet por fibra y telefonía móvil. La telefonía actual es móvil, y curiosamente las llamadas son una de las tareas que menos realizamos. Gracias a WhatsApp (2009), hablamos por internet con mensajes de texto y de voz, y nos comunicamos más frecuentemente por Instagram o Facebook que haciendo una llamada.
Pero quienes peinamos canas recordamos una época en la que el SMS era el WhatsApp de entonces, eso sí, los mensajes estaban limitados a 140 caracteres y pagabas uno a uno. Y junto al SMS, la llamada perdida, un método gratuito de enviar una única señal que podía significar “estoy vivo”, “hola, ¿qué haces?” o, “estoy en tu puerta, ¿bajas?”.
En 2000 y en adelante, los teléfonos más vendidos eran Nokia, Motorola o Ericsson, en su gran mayoría de pantalla monocromo y con conexión GSM o, como mucho, 2G. En España, el 3G llegó este mismo, si bien hasta 2002 no empezó a despegar. Y olvídate de wifi en el móvil. Otra curiosidad de esa época es la guerra de precios de los teléfonos móviles entre operadoras, que apostaban por subvencionarlos para mantener a sus clientes y atraer clientes nuevos, y es que desde 2000, en España se pudo cambiar de operadora manteniendo el mismo número.
Acceso a internet
Gracias al 3G y 4G y, en especial, al wifi, prácticamente cualquier dispositivo electrónico puede conectarse a internet, desde tu reloj inteligente a tu televisor, también inteligente. Tal vez incluso tu lavadora y nevera tengan acceso a internet. Y, cómo no, seguramente tendrás un altavoz inteligente. Smartphones, tablets, ordenadores portátiles, videoconsolas… Todo está conectado.
Pero en el año 2000, las únicas conexiones a internet son mediante cable Ethernet o más bien cable telefónico. En esa época, el acceso a internet era principalmente a través de ordenador, de sobremesa en su mayoría. Y la tecnología más popular era el ADSL, que aprovechaba la línea telefónica para acceder a la red. Con todo, en muchos lugares, el único acceso posible seguía siendo directamente acceder desde la línea telefónica, con los habituales cortes si recibías o realizabas una llamada.
A todo esto, en 1999 llegaba a España la primera tarifa plana. Y es que hasta ese entonces, pagabas por las horas consumidas. Además, la tarifa plana no era tan plana en sus inicios, pues te permitía conectarte a internet todo lo que quisieras pero en un horario concreto. Quién iba a pensar que 20 años después navegaríamos por la web las 24 horas del día. En cuanto a la velocidad de la conexión, en 2000 Telefónica ofrecía ADSL por entre 256 Kbps y 2 Mbps. Hoy en día, la velocidad mínima vendida por las operadoras es de 100 Mbps.
Tema aparte son los precios. De ahí que en la década que rodea el año 2000 triunfasen los cibercafés donde podías conectarte a mayor velocidad que en casa y, lo mejor, jugar partidas a Unreal Tournament, Quake Arena o Counter-Strike sin problemas con la conexión entre jugadores.
Redes sociales
Las redes sociales más populares son, según StatCounter: Facebook, Pinterest, Twitter, YouTube e Instagram. A esta lista podemos añadir también WhatsApp y Snapchat. Pues bien, Facebook no existe hasta 2004, solo apto para estudiantes de la zona de Boston, y hasta 2006 no estaba disponible para todo el mundo mayor de 13 años. Pinterest e Instagram salen al mercado en 2010, Twitter en 2006 y YouTube se lanza en 2005. Por su parte, WhatsApp aparece en 2009 y Snapchat en 2011. En 2000 ni siquiera existía Tuenti (2006).
Así que redes sociales, como las conocemos ahora, no había, pero existía ICQ (1996) y AIM (1997), programas de mensajería instantánea a los que pronto se les unieron Yahoo! Messenger (1998) y MSN Messenger (1999). ¿Qué ofrecían? Conversaciones en tiempo real, mensajes offline, envío de archivos y SMS, chats de grupo, juegos e incluso llegaron a contar con audiollamadas y videollamadas.
Las redes sociales como tal llegaron un poco más tarde, con ejemplos como Fotolog, lanzado en 2002, o MySpace, en 2003.
Almacenamiento de datos
¿Dónde guardas tus fotos? ¿Google Fotos? ¿Y tus archivos los tienes en Google Drive, Dropbox, Box o iCloud? Prácticamente todo el mundo utiliza ese concepto tan manido llamado nube para mantener copias de nuestros documentos y archivos. Tiene sentido, ya que si accedemos a internet desde distintos dispositivos, necesitamos tener esos documentos y archivos siempre accesibles.
Pero la nube es algo muy reciente. Uno de los pioneros, Dropbox, no se puso en marcha hasta 2007. Además, recordemos que en 2000, internet estaba algo verde todavía y las conexiones no permitían subir o bajar archivos muy pesados.
En 2000, los archivos se guardaban en local, es decir, en el disco duro de nuestra computadora, o como mucho, en discos CD o DVD. Esta época es la edad dorada de las tarrinas de discos grabados con toda clase de contenido que intercambiábamos en mano entre amigos y conocidos. Luego llegaron Direct Connect (1999), eDonkey (2000), Gnutella (2000) y los más populares BitTorrent (2001) y Napster (1999) para intercambiar vídeo, música y archivos por internet.
Con el tiempo también se popularizarán los discos externos, cada vez con más gigabytes de almacenamiento a menor precio. Eso sin contar con la tecnología SD (1999), miniSD (2003) y microSD (2005), primero para consolas de videojuegos, cámaras fotográficas digitales y más tarde para usar en computadoras y, cómo no, en teléfonos móviles.
Y qué decir de la tecnología SSD, gracias a la cual nuestras computadoras acceden a la información de disco más rápido. Esta tecnología nació en 1995 pero no fue realmente popular, y más que nada, económica, hasta bien entrado 2010. Por poner un ejemplo, Apple no los introdujo en sus computadoras hasta 2012.
Música
Otro tema que daría para un artículo propio. El consumo de música actualmente se hace principalmente a través de internet, y por streaming, con servicios gratuitos como YouTube, de pago como Apple Music o con el modelo freemium de Spotify. Tener internet a gran velocidad en tu bolsillo influye.
Pero en 2000, la música se compraba, o compartía, en CD, original o “pirateado”. Los más avezados buscaban en internet en portales como MP3.com o probaban con Napster y similares. Para conocer la historia de la música en MP3 más a fondo: Auge y caída de Winamp: el reproductor que impulsó el MP3.
En 2001 llegará iTunes y revolucionará los hábitos de consumo musicales. De escuchar música en la radio o en discos compactos a comprar canciones sueltas y a reproducirlas en dispositivos como el iPod y muchas equivalencias.
Televisión
Hay muchos más temas que podemos tratar en este recopilatorio de cosas que han cambiado en los últimos 20 años, pero una de las imprescindibles son la televisión.
Como electrodoméstico, en 20 años hemos pasado de las televisiones de tubo a los televisores 4K y 8K con pantallas OLED y QLED. Por el camino hemos disfrutado también de LCD, LED y del eterno aspirante Plasma. Otro gran cambio que ha sufrido el televisor como elemento primordial de todo hogar que se precie es que ahora es inteligente. Para entendernos, ahora incluye aplicaciones y juegos para conectarte a internet, ver YouTube, Netflix y programas de los canales cuando tú quieras.
Precisamente, otro de los mayores cambios de la televisión en estos 20 años ha sido el concepto de VOD o Video On Demand. Ya no tienes que esperar a que “den algo en televisión”. Ahora puedes consumirlo cuando tú quieras. Netflix, HBO, Amazon Prime, Filmin… La lista hoy en día es prácticamente interminable, e incluso los canales generalistas y las plataformas de televisión de pago cuentan con su propia aplicación para que veas su contenido propio y ajeno.