El borrador de USB 4 ha sido presentado hoy por la USB Implementers Forum –una asociación dirigida por representantes de distintos fabricantes de hardware que van de Apple a Microsft–. En ella se deja atrás el anterior USB 3.2 desvelado hace ya año y medio, que ya duplicaba la velocidad sobre el estándar inmediatamente anterior.

USB 4 hace lo propio esta vez, aterrizando las bondades de Thunderbolt 3 bajo una interfaz más ampliamente compatible entre dispositivos de cada vez más áreas. Pasa así de los 20 Gbps a unos más ambiciosos 40 Gbps –o bien 5 GB/s–. Esta versión será retrocompatible con versiones anteriores como USB 3.2 –que todavía está siendo desplegado– e incluso con el ampliamente establecido USB 2.0.

Será necesario, eso sí, un cable certificado para las transferencias a su máxima velocidad. No valdrá cualquier cable, por lo que se añade una capa más de confusión al ya algo borroso escenario de cables y conectores USB, que ya nos hizo dudar cuando aterrizó el actual conector USB C.

Qué es y qué no es el USB Type-C

La línea entre Thunderbolt y USB se emborrona

Que USB 4 reciba exactamente las capacidades de Thunderbolt 3 no es casualidad, ya que Intel –quien desarrolló esta interfaz de hardware– anunció un par de años atrás que abriría su uso a otros fabricantes sin coste alguno de licenciación para expandir su adopción. Tanto que, de hecho, los actuales conectores Thunderbolt 3 deberían funcionar sin mayor complicación sobre este nuevo estándar.

Este nuevo estándar estará listo de cara a mediados de este mismo año, y mantendrá por supuesto las capacidades de transmisión de energía de hasta 100 W, el uso de tarjetas gráficas externas sobre él o la conexión bien de hasta dos pantallas 4K o una 5K.

Sin duda, son buenas noticias para un ecosistema de dispositivos en el que van desapareciendo progresivamente los puertos e incluir los distintos tipos pasa factura. Con el nuevo estándar estas capacidades llegarán a más dispositivos y de forma más económica. Se espera que su adopción simplifique el ecosistema, aunque todavía no está claro cómo se agruparan los soportes requeridos por cada tipo de dispositivo –de audio, de vídeo...–. Este paso y su certificación será, en cualquier caso, opcional de cara a los fabricantes, ya que se trata de un estándar abierto.

Doble de transferencia con el mismo cable de siempre: llega el USB 3.2

El conector USB C será el único que de vida a USB 4, por lo que previsiblemente irá desapareciendo el conector USB más ancho –Type A–, pero no habrá tampoco ningún requerimiento a fabricantes acerca del etiquetado de los puertos o cables en relación a sus capacidades, por lo que la problemática de confusión general en torno a qué cable es capaz de hacer qué en cada dispositivo seguirá existiendo.

En cualquier caso y según apuntan desde The Verge, Intel afirma que a pesar de que las capacidades de Thunderbolt 3 sean embebidas en USB 4, ambos estándares coexistirán. ¿La diferencia? Que Thunderbolt sigue siendo una interfaz de hardware cerrada, que requiere de la certificación de Intel para su inclusión en cualquier dispositivo. Los beneficios para los fabricantes a la hora de certificarlo pueden ser inciertos, aunque Intel propone más soporte técnico y de diseño.

De momento, toca esperar a esa segunda mitad del año, cuando se cierren por completo los detalles de esta especificación y veamos si, efectivamente, se reduce o no la confusión en torno al conector que da vida a nuestros teléfonos, portátiles y pantallas de todo tipo.