Todo el mundo sabe que para evitar enfermedades de transmisión sexual (ETS), cuando en la relación hay al menos un pene involucrado, el método más efectivo es el condón. Más allá de evitar un embarazo, este es el único método para no pillar una infección si uno practica el sexo.
Este 14 de febrero, además de ser el día de San Valentín, también se celebra el Día Europeo de la Salud Sexual. Y seguro que no es coincidencia. Por esto, desde Hipertextual nos hemos preguntado qué pasa con la salud sexual de las mujeres que tienen sexo entre ellas: ¿También deben protegerse si no hay un pene en la ecuación? ¿Cómo pueden cuidar su salud sexual? ¿Es accesible para todo el mundo?
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¿Es necesario protegerse?
Sin pene en la ecuación, también es necesario cuidarse: "Las mujeres tienen que protegerse igual que si tuvieran sexo con varones", explica a Hipertextual el doctor Juan José Vidal Peláez, jefe de la Unidad de la Mujer en el Hospital Internacional Ruber. Tan igual, que incluso se pueden usar preservativos para hacerlo. Aunque el ginecólogo también recomienda el uso de guantes de látex. Otra protección, en este caso para cuando se realice sexo oral, son protectores bucales del mismo material. No obstante, también hay en Internet explicaciones sobre cómo se puede usar un preservativo a modo de protector bucal, solo hay que cortar los dos extremos y abrir uno de sus lados para ponerlo sobre el clítoris o el ano.
Por otra parte, tanto los guantes de latex como los protectores para la lengua se pueden comprar en farmacias. Además, si alguna de las mujeres es alérgica al látex, también existen otras opciones sin este material. Pero, ¿cómo saber si una es alérgica al látex? "Si se produce irritación vulvo-vaginal después de relaciones con preservativo o por el contacto de guantes de látex en cualquier parte del cuerpo", explica Vidal.
¿Estamos hechos para ser monógamos?
¿Cuáles son las prácticas sexuales de riesgo? "El roce del sexo con el sexo, el contacto de los dedos con la vagina o el recto, los besos bucales profundos y sobre todo el sexo oral, constituyen un riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual", señala Vidal. Además, este ginecólogo expone que otras medidas de prevención son "evitar practicar sexo durante las menstruaciones" y "si se usan juguetes sexuales como penes artificiales, lavarlos y desinfectarlos antes de su utilización y colocarle un preservativo para la penetración vaginal".
Las ETS que se pueden contagiar son las mismas que en las relaciones entre el sexo femenino y el masculino: Candidiasis y Tricomoniasis, Condilomas por el virus del papiloma humano (H.P.V.); Gonorrea y Sífilis, Hepatitis A, B y C; Herpes Virus tipo I y II y sida (VIH), tal y como señalan desde la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber. En general, los síntomas asociados a estas infecciones va desde picores vulvares, vaginales o bucales hasta verrugas genitales. Pasando por flujo vaginal, úlceras genitales o bucales o aftas bucales, entre otros síntomas ya más específico de cada infección.
Salud sexual de la mujer
Las mujeres deben cuidar su salud sexual sin importar el sexo de la persona con la que se acuesten. Por este motivo, las revisiones ginecológicas son importantes para todas. Pero, ¿en qué momento se debe acudir al ginecólogo por primera vez? La primera vez para realizar esta visita dependerá de dos cosas: las alteraciones menstruales que se pueden dar en la pubertad y las primeras relaciones sexuales. Cuando pase una de las dos, deberá ir al especialista. En caso de que ninguna suceda, "las primeras revisiones ginecológicas son aconsejables a partir de los 25 años", explica a Hipertextual el doctor Vidal.
Además, "lo más aconsejable" es que las mujeres se realicen revisiones ginecológicas anualmente. En caso de que las pruebas no sean normales, es probable que el especialista recomiende acudir antes, pero eso dependerá de la situación de cada mujer.