La celebración de los últimos Mobile World Congress de los últimos años ha consistido en algo más que innovación y tecnología. Además de las últimas entregas en lo que a dispositivos móviles, y tecnología paralela se refiere, la cuestión ha derivado a la esfera política. Relacionada o no con el mundo de la regulación tecnológica, esto se ha posicionado como el centro de debate de los últimos encuentros en Barcelona.

2018 coincidía, meses más tarde, con el intento de referendum por parte de los líderes políticos de Cataluña. En aquel momento, se respiraba un ambiente tenso sobre la celebración del Mobile; tanto así que se llegó a debatir sobre la continuación del evento en Barcelona. Para la GSMA, la estabilidad económica y social son dos elementos que deben mantenerse. En un intento de mantener las apariencias, las autoridades presentes se juntaron para la foto, pero sin mediar palabra. Un año más tarde, la historia está más o menos igual de tensa.

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Por un lado, la parte de las autoridades. El MWC 2019 se inauguraba con la clásica cena de autoridades; en ella se tendrían que ver las caras el Rey Felipe VI y Quim Torra por primera vez en mucho tiempo. Discursos institucionales en favor de la democracia por un lado, y recordando la figura de Carles Puigdemont por otro, la cena se saldó con más distancia que otra cosa. Si a esta situación le añadimos la inminente celebración de las elecciones generales, sin duda, el Mobile World Congress se convierte en la cita idónea para las reivindicaciones políticas. El lugar perfecto, también, para la convocatoria de las manifestaciones de los CDR.

Momento de peticiones

Si de peticiones va la cosa, sin duda los discursos de inauguración de cada una de las figuras relevantes aprovechan la coyuntura para hacer un llamamiento a la alborotada esfera política. Desde Telefónica, José María Álvarez-Pallete ha insistido para que "la prioridad de los nuevos gobernantes sea la mejora de los marcos regulatorios". Enredados en otras cuestiones, como puede ser el tema de la independencia o presupuestos, la idea de Pallete sería la de incitar a los reguladores a la creación de una nueva constitución digital "que defina los derechos fundamentales de los ciudadanos en el mundo digital, en donde el uso de los datos sea transparente y guiados por valores firmes y la ética", argumentaba el CEO en su discurso.

No es la primera vez que el directivo pide la creación de este texto, ya Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital en 2016 hizo esta petición, como colaboración de instituciones públicas y privadas. Ya son varias las ocasiones en las que ha aprovechado su agenda pública para insistir en la idea de un manifiesto que apueste por la educación tecnológica y planes de estudios actualizados, flexibles y adaptados al mercado laboral actual. En una situación política en la que ya se ha hablado de la idea de renovar la Constitución firmada en 1978, pero que no llega por la falta de consenso, no está del todo claro cómo será creación de una Carta de Derechos Digitales que implique una reforma integral de políticas fiscales y sociales. Aplicando a secciones como el empleo o la tributación, el debate se antoja, cuanto menos, intenso.

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También ha quedado hueco para las reivindicaciones. "Los gobiernos deben contribuir a conceder los espectros de forma más racional y por más tiempo", ha indicado el CEO de la operadora. Todo esto, teniendo en cuenta que Telefónica fue una de las ganadoras en la última subasta de julio de 2018. Consiguió un coste por MHz sensiblemente menor al de sus rivales.