Ya estaba ahí, pero no lo vimos. Una de las características estrella del la línea Galaxy S para su décima generación es el sensor de huellas en pantalla. Tal y como vemos en estas imágenes, que trae de nuevo WinFuture, el lateral derecho del Galaxy S10e tiene un botón de bloqueo ligeramente distinto.
Se trata de un sensor de huellas dactilares integrado en en propio botón, tal y como ya hemos visto antes en el Galaxy A7 2018. El modelo más económico de Samsung para la que es sin duda su línea más importante ya tiene precio, 749 euros.
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Se trata por tanto de una versión que no contará con el sensor de huellas en la pantalla –previsiblemente de Qualcomm en los modelos de más alta gama, por ultrasonidos y en un área mayor a la habitual–. Es por esto que en este sentido, aunque se parece al planteamiento visto por Apple –un dispositivo que sí podríamos encajar en la gama alta pero carente de algunas funciones– sí se diferencia de él en que Apple no ha renunciado al diseño para la biometría, manteniendo Face ID en el frontal de todos sus modelos de 2018.
En el caso de Samsung, vemos que deja caer la tercera cámara trasera que vemos en el Galaxy S10 y S10 Plus, y únicamente cuenta con una en el frontal, como en el Galaxy S10. Además, en la pantalla se encuentra un panel de 5.8 pulgadas no curvo, lo que le permite tener unos bordes laterales algo más granes, pero también más equilibrados.
A estas alturas es algo que todavía se desconoce, pero a juzgar por la imagen, parece que la lente que se quedaría es el super gran angular junto al angular principal en la cámara trasera. Lo que sí conocemos es que partirá de los mismos 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento interno, sin opción alguna a mayor capacidad, y llegará en cinco colores: amarillo, negro, verde y blanco en un primer momento y más adelante también en azul.