La razón de que los créditos de las superproducciones de Hollywood duren tantos minutos, con ese largo desfile de nombres que a veces parece que no termina nunca, no es otra que la gran cantidad de profesionales que se necesitan para la realización de unos proyectos muy complejos técnicamente, al margen de que se trata de cine comercial y de las virtudes artísticas del conjunto. Y **uno de los departamentos de mayor importancia y con más implicados es el de los efectos visuales, que en películas de la envergadura de Avengers: Infinity War (Joe y Anthony Russo, 2018) cuentan con casi 2.100 personas trabajando, y cuyo supervisor, Dan DeLeeuw (La Roca), que ya había dirigido antes en el UCM los de Iron Man 3 (Shane Black, 2013), Capitán América: El Soldado de Invierno y Civil War (Hermanos Russo, 2014, 2016), ha querido contarle un detalle jugoso a CinemaBlend:

“Lo que sucedía es que los Hermanos Russo trabajaban en la película con Jeff Ford [Retratos de una obsesión], nuestro montador, y luego veníamos los fines de semana, revisábamos la película y veíamos lo que habían hecho, y lo que estaba ajustado y lo que no”, ha dicho DeLeeuw. “Y así, durante el pulido, si encontrábamos una toma que aún no tenía un número (porque el número significa que tiene efectos visuales), si revisas una toma y no hay ningún número, lo verificas y te aseguras de que no haya efectos, y es como: “¡Sí!”. Nos alegramos unas ochenta veces. Ochenta de entre... bueno, hay 2.623 tomas con efectos visuales en la película”. Lo que supone que sólo un tres por ciento de las tomas de Avengers: Infinity War está libre de modificaciones digitales, y que la cuadrilla comandada por DeLeeuw en su multitudinario departamento realizó un auténtico trabajo de chinos**.