Facebook utiliza sus herramientas de desarrollo como una inmensa aspiradora de datos, incluso aunque no tengas la sesión iniciada o no tengas cuenta en la red social. Lo hace a través de aplicaciones de terceros y, según publica la fundación Privacy International sin necesidad de consentimiento o interacción alguna por parte de los usuarios.

Esto iría en contra de lo que dicta la regulación actual en materia de privacidad y protección de datos en Europa, el RGPD –Reglamento General de Protección de Datos–. El comportamiento, que se desveló hace un par de semanas parece afectar a cerca de un 30% de las aplicaciones disponibles a través de Google Play, que hacen uso del software de desarrollo –SDK– de Facebook.

Privacy International ha estudiado algunas de las aplicaciones más descargadas y comprobado si realmente realizan una transferencia de datos, en qué etapa de la interacción por parte del usuario y qué información envían a Facebook. Y la incidencia aumenta: hasta dos de cada tres aplicaciones analizadas envían datos a Facebook.

La lista de principales aplicaciones que han dado positivo –es decir, suspenso– en este test son las siguientes. Se incluye el enlace para que compruebes si las tienes instaladas:

En su análisis se registran los datos que se reciben y envían por parte de este SDK en su interacción a distintos niveles. Por supuesto, también se han analizado aplicaciones en las que no se ha encontrado rastro de esta conexión, como el test de velocidad de Ookla, Candy Crush, Dropbox o WeChat.

Facebook dio acceso a Netflix y Spotify a los mensajes privados de sus usuarios

Todas ellas son aplicaciones con millones y hasta cientos de millones de descargas. Muchas de ellas de desarrolladores tan conocidos o 'reputados' como Spotify, con quien Facebook ha compartido polémica recientemente, al permitirle explorar los mensajes privados de sus usuarios.

Desarrolladores de Facebook ya avisaba que estos datos recogidos estaban anonimizados previamente, por lo que no se accede en ningún momento a información privada de los no-necesariamente-usuarios de su plataforma. Los desarrolladores de estas aplicaciones echan también balones fuera, concretamente al tejado de Facebook. Según recogen en Financial Times (paywall), hay un conflicto entre los que utilizan estos servicios de Facebook y la propia plataforma.

Mientras que Facebook afirma que la recolección de datos de los usuarios puede ser desactivada, quienes implementaron esta funcionalidad esgrimen que no era posible hacerlo al menos hasta un mes después de que entrara en vigor la RGPD europea, o que simplemente no sabían que esto estaba ocurriendo. Según un portavoz de Skyscanner:

"No éramos conscientes de que estaban siendo enviados datos a Facebook de estaforma sin consentimiento por parte de nuestros usuarios, que va en contra de nuestras propias normas internas en la integración con tecnologías de terceros. Todavía estamos investigando cómo ocurrió esto."

El año negro de Facebook: un calamitoso 2018 que será difícil de olvidar

Mientras tanto, parece claro que no será el último escándalo de Facebook y que, tras un 2018 de espanto, le espera un 2019 que pinta incluso peor.