Vivimos días de noticias sorprendentes en la industria del videojuego. Según Thurrott, medio especializado en tecnología y en Microsoft, la compañía estaría trabajando en una Xbox One sin lector de discos que llegaría el próximo año.
Microsoft prepara una suscripción mensual para Xbox One y sus servicios online
El movimiento estaría claramente enfocado a potenciar el mercado digital y servicios propios como el Xbox Game Pass, probando las aguas para lo que podría llegar en años venideros. Esta nueva consola entraría dentro de la familia Xbox One y no tendrá relación con Scarlett, la máquina (o máquinas) de nueva generación en las que la compañía lleva meses trabajando.
La compañía iniciará un programa "disc-to-digital" mediante el cual los usuarios puedan convertir sus videojuegos físicos al formato digital, llevando el disco a las tiendas y centros dispuestos a tal efecto. Falta saber si esta iniciativa llegará a todo el mundo o si, como el programa de suscripción a la consola y su catálogo, será accesible solo en territorio estadounidense.
Otro de los beneficios asociados a esta nueva filosofía será el de la reducción de su precio de venta: desde Thurrott afirman que es una de las principales razones de la compañía detrás de esta Xbox One sin lector de discos y que la intención es reducir hasta 100 dólares del precio final, haciendo que esta versión ronde los 200 dólares y convirtiéndola en la máquina de actual generación más asequible del mercado. Para aquellos que no quieran desprenderse del formato físico, Microsoft estaría trabajando en una revisión de Xbox One S de menor coste.
Todo lo que sabemos hasta ahora de la próxima generación de consolas
Estamos ante unos últimos años de generación realmente movidos en Microsoft. Su desastroso traspiés a principios de generación ha pesado durante todos estos años y la compañía está intentando revertir la situación a marchas forzadas, pensando ya en la próxima generación: la compra de estudios como Playground Games, Ninja Theory u Obsidian Games, la creación del fenomenal servicio Xbox Game Pass y la apuesta por el formato digital y las máquinas de coste más reducido son una clara pista de qué podremos esperar en Scarlett.
Ahora bien, es más que probable que no tengamos noticias sobre las nuevas consolas hasta, como mínimo, bien entrado 2019. Puede que esta nueva consola sin lector de discos sirva a modo de probatura y, según el recibimiento por parte del mercado, apostar por una u otra filosofía con Scarlett. También cabe la posibilidad, tal y como se rumoreo, de que Microsoft termine lanzando dos versiones de su consola de nueva generación.