La nueva generación de consolas está a la vuelta de la esquina. No sabemos con fecha cierta cuando serán presentadas las sucesoras de la Xbox One y PS4 Pro, pero si que podemos ir descartando un relevo generacional de Swtich tan a corto plazo como sus competidoras de sobremesa. Tras el E3, y con declaraciones de algunos de los directivos claves de Sony y Microsoft de forma sucinta, sabemos que ambas casas están trabajando ya en un cambio para sus modelos actuales, pero como viene siendo habitual, son todo rumores.
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En este sentido, hemos querido recopilar los rumores más verosímiles sobre ambas consolas, cuyo lanzamiento se espera entre algún punto de finales del año que viene y finales de 2020, al menos en lo que se refiere a su posible presentación en sociedad para un lanzamiento posterior. Si bien es cierto que los usuarios a día no están pidiendo un cambio de generación como sucedía en etapas anteriores -recordemos que todavía no hay juegos que hayan agotado las posibilidades de ambas consolas-, pero los rumores y los posibles retrasos de juego especialmente punteros no hacen sino elevar estas ansias del mercado por ver algo nuevo:
Sony y PS5
Ni sabemos si se va a llevar PS5 ni tampoco si será un relevo generacional o cambio incremental como el de la Pro, pero todo parece indicar, según los rumores, la futura PlayStation 5 incluirá un núcleo AMD como base para su CPU, lo que lo hace indicar que seguiría una línea continuista respecto a PS4 con un salto generacional en potencia de computación.
Esto es interesante, puesto que dados los movimientos de Xbox para mantener retrocompatibilidad de juegos, y la relativamente poca afluencia de juegos con mejoras jugosas para PS4 Pro, mantener una CPU AMD con la misma arquitectura que la actual, en la próxima PlayStation permitiría a Sony mantener la compatibilidad con el catálogo actual de PS4, que unido a la presión del mercado, sería una baza muy importante para esos primeros meses de sequía tras la nueva generación, además de que es una solicitud constante de sus usuarios.
Además, según apuntan en Eurogamer, el chip Zen de AMD permitiría una mayor eficiencia y alto rendimiento comparado con la generación actual, todo con una huella de silicio relativamente pequeña, lo que permtiría una consola extremadamente potente en un diseño mucho más compacto que la PS4 Pro actual, que representa un salto enorme en cuanto a dimensiones si la comparamos con la versión slim.
De hecho, hay más datos sobre este extremo. Los acuerdos comerciales de AMD, tanto con Xbox y como con PlayStation son muy importantes. según el informe financiero de AMD 2017. Puesto que representarían cerca del 10%, cada una, de los ingresos totales de la empresa:"una pérdida de cualquiera de estos clientes tendría un efecto material adverso en nuestro negocio", dice el informe.
Sobre la GPU, todavía no hay datos concretos, pero tal como apuntan los rumores, podríamos ver una versión mejorada, también de AMD, de la arquitectura Vega para ambas consolas, cada una con sus especificaciones que estarían muy por delante de lo que ofrece a la de hoy la PS4 Pro.
Microsoft y Xbox
Aquí los datos son más escuetos en cuanto a detalles que tienen que ver con componentes, pero de nuevo, todo apuntaría a una arquitectura x86 de la mano de AMD que permitiría también mantener la compatibilidad con los juegos actuales. Además, Microsoft también está dentro del saco de Sony con el acuerdo con AMD y también representa cerca del 10% del total de ingresos proyectados en las cuentas del fabricante de chips.
Sobre el desarrollo, este si que está confirmado. El propio Phil Spencer dijo al final de la conferencia del E3 que había una nueva Xbox en camino y que corresponde al nombre de Scarlett, por lo que poco podemos espectacular sobre la existencia o no de la continuidad de la consola de sobremesa de la compañía que la fecha de lanzamiento, también para una ventana que los rumores sitúan en algún punto de los próximos dos años.
Sea como sea, parece que ambas consolas tendrían potencia suficiente como mantener los 4K y los 60 fps de forma constante, una norma que parece ser el mínimo de la próxima generación de consolas y con la que se cumplirán las promesas a los usuarios, en tanto no hemos tenido de manera sostenida los prometidos 1080p y 60fps en la generación actual de consolas, y honrosas excepciones son las que son capaces de dichas resoluciones a esa tasa de frames en el relevo incremental que tanto Xbox One y PS4 Pro han presentado en esta suerte de media generación.