Como la escritora y ahora guionista británica J. K. Rowling, celebérrima por haber creado el mágico mundo de Harry Potter (Daniel Radcliffe), no podía estarse un poco calladita, no hace demasiado tiempo reveló quién es el personaje de mayor importancia en *la película Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald (David Yates, 2018), segunda de la nueva saga ambientada en el mismo universo que la del Niño que Sobrevivió* y que comparte a otros en pantalla como Albus Dumbledore (Jude Law), Minerva McGonagall (Fiona Glascott) o Nagini (Claudia Kim), antes de su estreno mundial. Después de haber visto el filme, parece lógica su afirmación de que el enigmático Credence Barebone (Ezra Miller) sea dicho personaje y, por supuesto, su relevancia se debe a la supuesta identidad verdadera del mismo.
Tal como se nos contó en *Animales fantásticos y dónde encontrarlos* (Yates, 2016), su custodia había recaído en la severísima muggle estadounidense Mary Lou Barebone (Samantha Morton), que encabezaba la Nueva Sociedad Filantrópica de Salem contra la brujería en Nueva York y que maltrataba a Credence para reprimir sus poderes, sabiendo de su mágica ascendencia como hijo de “una mujer malvada y antinatural” y logrando así que un peligroso obscurus se le introdujera o se manifestara como un parásito indeseable. Este empezó a liarla parda en la ciudad en sus arrebatos de ira, con otros muggles presenciando y sufriendo el espectáculo destructor, motivo por el que no hubo más remedio que interviniesen la auror Porpentina Goldstein (Katherine Waterston) y el magizoólogo Newt Scamander (Eddie Redmayne).
Pero no fueron los únicos interesados, ya que el temible mago oscuro Gellert Grindelwald (Johnny Depp) también buscaba al portador del obscurus con la apariencia de Percival Graves (Colin Farrell) para que se uniese a su causa fascista, cosa que aún desea cuando le busca en París tras escaparse de su reclusión al comienzo de Los crímenes de Grindelwald. El propósito de esta película, aparte de realizar una reorganización de fuerzas en los dos bandos enfrentados, es relatar los orígenes de Credence y descubrirnos la familia mágica de que la que se supone que proviene: el villano le revela al final que su verdadero nombre es Aurelius Dumbledore, con un ave fénix acudiendo en su ayuda, y que su hermano no es otro que Albus, el gran director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
La semielfa Irma Dugard (Danielle Hugues), sirvienta de los Lestrange, lo entregó para que luego lo adoptara Mary Lou Barebone después de que Leta Lestrange (Zöe Kravitz) lo hubiese intercambiado por el bebé de su hermanastro Corvus, supuestamente fallecido, en su trágica navegación a América, de modo que los Dumbledore lo creerían muerto. Naturalmente, J. K. Rowling ha intentado introducir esta historia con habilidad entre los intersticios de lo que nos había narrado de la familia de Albus, y resulta más que obvio que no lo había planeado cuando escribió Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (2007): según esta novela, Albus Dumbledore sólo tenía dos hermanos, Ariana y Aberforth; la una murió accidentalmente en un enfrentamiento con Grindelwald, y el otro continúa vivo.
Pero el problema fundamental es que las fechas no cuadran en absoluto si se admite que Credence Barebone nació en 1901. Percival Dumbledore, el padre de Albus y compañía, fue encerrado en la cárcel inhóspita de Azkaban por torturar a los muggles cuya agresión sufrió a los seis años la pequeña Ariana cuando la vieron lanzando hechizos. Esto sucedió alrededor de 1891 y, si Percival murió allí a comienzos del siglo XX y su esposa, Kendra, en 1899 por una explosión mágica provocada por una Ariana incontrolable, no es posible que ambos concibiesen a Aurelius. Pero sí hay dos alternativas: que su obscurus estuviera emparentado con el que probablemente portaría Ariana y que Grindelwald no se refiriese a Albus sino al ente maligno de esta al señalarle como “hermano”, o que el mago oscuro haya mentido a Credence.
Es cierto que un ave fénix le acompaña, pero eso puede haber sido obra de Grindelwald para apoyar su engaño. No olvidemos que Grimmson (Ingvar Eggert Sigurðsson) mata a Irma Dugard, que conocía el verdadero origen de Credence, por lo que suponemos órdenes de Grindelwald y, del mismo modo, Abernathy (Kevin Guthrie) y Rosier (Poppy Corby-Tuech) trasladan los archivos sobre la familia Lestrange desde Ministerio de Magia Francés a su propio mausoleo ubicado en el cementerio parisino de Père-Lachaise: todo para controlar la información sobre Credence y atraerle con ella. En cualquier caso, J. K. Rowling tiene otras tres películas para aclarar la cuestión y revelarnos cuál es la respuesta a nuestras dudas, y si se ha atrevido a modificar las fechas de su canon para que todo cuadre con Los crímenes de Grindelwald.