El planteamiento inicial a la salida de cualquier iPhone que muchos usuarios se hacen es elegir la capacidad. Para los dispositivos de Apple es un factor muy importante puesto que supone un salto de precio significativo que puede decantar la balanza entre uno u otro dispositivo. Históricamente ha sido uno de los reproches más frecuentes para Apple, tanto que los 16Gb se convirtieron en un hándicap tan importante para muchos usuarios que ni siquiera podrían actualizar sus terminales apenas sacarlos de la caja y sincronizar sus cuentas de iCloud.

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Ahora el drama es menor. Las actualizaciones OTA cada vez requieren menos espacio (pese a que siguen siendo mayores que vía iTunes) y la caída de los precios del almacenamiento en la nube ha ido desplazando parte de nuestro contenido que antes estaba en local hacia el acceso bajo demanda. Lo mismo ha sucedido con las suscripciones a servicios de streaming. La inmensa mayoría ya no lleva 60Gb de música descargada en su móvil, y las tarifas de datos abultadas a precios comedidos han provocado que el acceso a recursos en la nube sea mucho más sencillo.

Luego, lógicamente, hay circunstancias personales: un usuario que utiliza el iPhone para grabar vídeo en 4K o necesita llevar archivos especialmente pesados con aplicaciones profesionales no puede ir dependiendo del almacenamiento en la nube. Igualmente, estos casos son excepcionales, y no la tónica general del mercado.

Básicamente, este conjunto de circunstancia ha provocado que ya no sea tan necesario tener mucha capacidad en el móvil, puesto que hemos desplazado todo ese contenido que antes estaba en la memoria hacia la red. En este sentido, tanto Google como Apple ofrecen soluciones para evitar que nuestras fotos se almacenen todas en el dispositivo y podemos acceder a nuestra música con un consumo de datos bastante reducido. Es por ello que comprar el iPhone de mayor capacidad haya dejado de ser interesante.

¿Es cómodo el iPhone XS Max comparado con su competencia?

El sobreprecio que supone la máxima capacidad es mayor que el nos cuesta una suscripción abultada a un servicio de almacenamiento en la nube. Por ejemplo, en el caso del iPhone XS Max, la diferencia entre el modelo de 64GB y el 512GB es de 400 euros justos. Si asumimos que un usuario medio (que no tiene porque corresponderse con tu realidad) cambia su móvil cada dos años, por esa diferencia entre el modelo de mayor y menor capacidad conseguimos algo más que simplemente espacio.

El iPhone más barato tiene menor coste de oportunidad

Por un lado, el plan más caro de Apple, de 2TB de almacenamiento en iCloud (¡2TB!) tiene un coste de 9,99 al mes, lo que traducido en los 24 meses de nuestro cálculo nos supone 239.76 euros durante esos dos años. Es decir, por poco más de la mitad del sobreprecio que supone el modelo de mayor tamaño conseguimos tres veces más capacidad para almacenar lo que nos venga en gana y tenerlo disponible bajo demanda en el iPhone.

Y además para el salto más grande de memoria, si sumamos una suscripción de Apple Music durante el mismo período, también saldríamos ganando, puesto que los 2TB de almacenamiento y un plan anual de Apple Music durante dos años supone 440 euros. Solo 40 euros adicionales del sobreprecio y recibimos a cambio una suscripción a un servicio de música.

Pero no todo el mundo necesita 2TB, el plan medio de Apple, que ofrece 200GB disponibles en la nube supone apenas 72 euros durante dos años. Es 328 euros más barato que el salto de precio más grande que ofrece Apple (de 64GB a 512GB) y 100 euros más barato que el tier medio (de 64GB a 512GB). Por el incremento de capacidad más grande que ofrece Apple puedes comprarte un Apple Watch y contratar durante dos años el plan medio de iCloud; utilizando como referencia los saltos de precios de XS Max a día de hoy. Además, los planes de iCloud se pueden compartir, lo que resulta un producto más interesante que llevar máxima capacidad en local.

Pero desde el punto de vista del coste puro, es al revés

Ahora bien, si estudiamos los saltos de capacidad por modelo del iPhone la cosa no es tan simple. De hecho, a precio por GB, el modelo de mayor capacidad es por el que menos se paga en relación con la capacidad disponible. En pocas palabras, desde el punto de vista de la capacidad, el iPhone más caro también es el más barato.

- XS Max 64GB: 24.35 euros/GB
- XS Max 256GB: 5.58 euros/GB
- XS Max 512GB: 3.24 euros/GB

Como podemos ver, en el modelo de menor capacidad estamos pagando más de 20 euros por cada GB de almacenamiento del iPhone, y en el de mayor capacidad apenas supera los 3 euros cada GB adicional, por lo que de forma marginal, es más interesante desde el punto de vista del coste marginal que pone un GB adicional respecto a los modelos de menor capacidad.

Entonces si el usuario paga menos por GB, ¿por qué Apple gana más dinero con los iPhones de mayor capacidad?

La explicación es algo compleja, pero vamos a intentar explicarlo de la forma más sencilla posible. En pricing, el modelo que utiliza a Apple para marcar sus precio sigue lo que se conoce como pricing en escalera, que entre otras cosas tiene en cuenta muchas variables financieras para determinar el precio inicial (algunas bastante complejas) que van más allá del precio por componente, que erróneamente se suele usar como referencia cuando hablamos de capacidad.

Para entender cómo funciona y por tanto, los saltos de precio en función de la capacidad, tenemos que tener en cuenta las diferencias de precio por modelo en combinación con la evolución del precio medio de venta de cada generación (el famoso ASP). Además, al ser la única diferenciación por precio la de la capacidad, es el único dato que tenemos para tomar una decisión racional, puesto que ya no hay mejores cámaras o mejor pantalla.

De esta forma, cuando un producto madura en el mercado (como el caso del iPhone) y su base de usuarios crece, la media de compradores suele optar por los tiers de precios más bajos, que suelen subir de forma escalonada generación tras generación. Si el precio del tier más bajo está bien ajustado con los indicadores financieros que nos referíamos anteriormente, y el margen es suficiente -en el caso de Apple sabemos que sí-, se producen una serie de plusvalías que permiten a la compañía poner en el mercado modelos más premium -como los de gran capacidad- que serán comprados por una minoría dispuesta a pagar el sobreprecio.

Aunque desde el punto de vista del usuario el precio por GB de los modelos de mayor capacidad sea más beneficioso en la relación precio/GB como hemos dicho más arriba, este sobreprecio aumenta el precio medio de venta del terminal (ASP), lo que hace que, aunque se vendan más terminales del tier más bajo -el más barato, para entendernos- el precio medio de venta sea mayor o se mantenga, aunque la media y el moda del precio bajen.

Esa es una de las razones por la que, aún con un menor beneficio precio/GB para Apple y máxima utilidad (desde el punto de vista de la toma de decisiones racional) para el usuario en los modelos más caros, siempre sea más beneficioso para la compañía vender en los rangos más altos de capacidad. En otras palabras, cuando el usuario gana al pagar menos euros por cada GB, Apple también gana al disparar el precio medio del iPhone por una fracción del coste.