Los datos sobre los tamaños de los nuevos terminales de Apple -y de la competencia- están claros. Cada fabricante comparte los números de las medidas de sus terminales en un ejercicio de dejar claro el tamaño, pero sabemos que esos números no dicen nada más que especificaciones técnicas, cifras vacías en términos de sensaciones que aportan nada sobre cómo se siente un terminal en la mano, en el bolsillo y en el día a día.

Con los números sobre la mesa es muy complicado adivinar si un terminal es cómodo o no. A igualdad de tamaños, el diseño y los materiales tiene un impacto significativo en la comodidad que tiene un terminal. Algo que también puede variar de una persona a otra. Para los a que uno les parece cómodo, a otros no tanto. La llegada del iPhone XS Max ha abierto nuevos debates sobre el tamaño. Y es que si sobre el papel es más o menos igual a un iPhone 7/8 Plus, lo cierto es que las sensaciones no son las mismas, algo que también ponemos de relieve en nuestra reseña a fondo:

https://hipertextual.com/analisis/iphone-xs-xs-max

Al igual que sucede con los terminales de Samsung, a igual factor de forma y mismo tamaño, la sensaciones son distintas. Las 6,2" pulgadas del Samsung Galaxy S9+ vs las 6,4" del Note 9 hacen que apenas haya diferencias significativas entre ellos, pero para muchos es más cómodo el S9+ por su factor forma más alargado y estrecho que la del Note 9. De nuevo, sensaciones y apreciaciones personales.

Y en este punto llegamos a lo que supone la irrupción del iPhone XS Max dentro de la línea de móviles de Apple. Sobre el papel, mismo tamaño por unos milímetros de diferencia sobre el iPhone 6/7 pero mismo factor de forma del X/XS. La diferencia de tamaño como vemos no es significativa, ergo el terminal en la mano debería sentirse más o menos igual. No obstante, las sensaciones son diferentes a lo esperado. Por un lado, a la hora de tenerlo en la mano, es más o menos lo mismo que con el iPhone 7/8 Plus, pero algo más cómodo gracias a el mismo sistema de ángulos que tiene el X.

Los materiales, con su máxima expresión en los bordes de acero inoxidable, hacen del terminal una obra de ingeniería preciosa y tremendamente cómoda. Pero a diferencia de los modelos Plus, la pantalla ocupa todo el frontal del terminal, lo que tiene un impacto directo a la hora de usarlo. Y en este sentido la pantalla es grande, muy grande. La ausencia de botones como en el Plus y la interacción por gestos hacen que usar el iPhone XS Max sea cómodo en casi todas las situaciones, pero hay en algunas en las que, a diferencia de sus competidores o incluso del propio iPhone XS, salga perdiendo.

El acceso al centro de control, en una pantalla tan grande, es tremendamente incómodo a una mano. Igual que para llegar a algunos elementos superiores de la interfaz como algunos controles de la cámara. Si bien, al igual que teníamos en los modelos Plus, el XS Max también incluye la función fácil alcance, es mucho más complicado ponerla en práctica.

En este modelo funciona arrastrando el dedo hacia abajo en la zona donde estaría el dock, y al igual que en los Plus baja toda la interfaz, pero los problemas inherentes a los gestos hacen que en muchas ocasiones falle el fácil alcance sobre todo con aplicaciones que muestran teclado o botones en esa zona como la cámara, lo que obliga en muchas ocasiones a utilizar las dos manos para hacer tareas más o menos sencillas.

Esto, unido a los bordes de acero inoxidable, que estilizan el terminal pero añaden menos agarre, convierten al Max en una alternativa menos recomendable para quien busca usar el móvil a una mano, tenga manos pequeñas o no se sienta cómodo con esos tamaño, una sensaciones que a igualdad o mayor tamaño, como el caso de los phablet de Samsung es menos pronunciado. Quizá sea cuestión de acostumbrarse como ya nos pasó con el iPhone 6 Plus en su lanzamiento, pero los bordes inferiores de estos terminales daban mayor área de agarre que ahora, por tamaño de pantalla, no están en el iPhone XS Max.

Sea como sea, el tamaño de Max ha llegado para quedarse, y deberemos darle algo de tiempo para si queremos acostumbrarnos a esos tamaños. A igualdad de condiciones, es una gozada de pantalla, y sin duda el móvil más espectacular que ha presentado Apple hasta la fecha. Desde la lectura, hasta ver vídeos en Netflix, no tiene competencia alguna.

Si estás dudando entre el XS y el Max, es normal. El salto, aunque parezca pequeño, es importante. Créenos si confirmamos que esa pantalla, en la mano, debería despejar cualquier duda que puedas tener.

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